Fabricaban envases, la vieron, y hoy sostienen una red para reciclar plásticos
Elaboran sus productos sólo con bioplásticos. Y su red de de recolección de residuos se extiende por varias provincias
Por: Rodrigo Elias mail
En un contexto donde la industria del plástico enfrenta cuestionamientos y desafíos, Buplasa, una pyme familiar que fabrica productos para el hogar desde 1982, logró reconvertir su modelo productivo en uno de triple impacto. De ese proceso nació hace unos años Buply, una marca y una red de estaciones de reciclaje que no solo promueve el hábito, sino que educa, mide el impacto ambiental, genera alianzas y otorga beneficios a recicladores.
La firma - que elabora productos como dispensers para baños y cocinas, percheros, botellas, y un conjunto de productos para el hogar con diseño - piensa el plástico no como un residuo, sino como un recurso que puede volver a la industria de forma responsable y trazable. Así es que fabrica productos para cocina, baño, hogar y almacenamiento. Todos los productos de hogar están hechos 100% con materiales reciclados, que pueden provenir del plástico post industrial (un material que se puede moler y convertir en pellet).
La preocupación por controlar los procesos de producción surgió hace más de 20 años, cuando Laura Busnelli, tercera generación familiar, asumió el liderazgo de la compañía. “Nosotros le mandábamos plástico a un inyector para que haga 100 vasos y volvían 80, los 20 restantes desaparecían y se tiraban a la basura, no se recuperaban”, explicó Emiliana Babuin, gerente de Marketing y Comunicaciones de Buplasa y Buply, en diálogo con Ecobiz. Y agregó: “También nos preocupaba el origen de la materia prima, porque provenía de una fuente no renovable, como el petróleo”. Además, importaban la mitad de su catálogo.
En 2015 se mudaron a una planta de 6.500 m2 en Pilar para centralizar el proceso industrial y dejar atrás el modelo de tercerización, lo que les permitió controlar el scrap (material desperdiciado), incorporar personal propio y capacitarlo y alcanzar el 100% de producción nacional.“Lanzamos toda una línea de productos manufacturados con materiales sustentables, algunos hechos con bioplásticos (de caña de azúcar) y otros con materiales 100% recuperados”, aseguró.

Tras una investigación detectaron que, en Argentina, sólo el 15% del plástico es reciclado, pese a que 9 de cada 10 argentinos consultados creen que el reciclaje debería ser obligatorio.
“La mayor cantidad de plásticos que se podían recuperar estaban en nuestras casas y en muchos lugares atomizados, dispersos y en cantidades pequeñas en cada uno, eso es el plástico post consumo”, afirmó.
Buply: la solución al plástico post consumo
Conseguir materiales reciclables post industriales es, según Babuin, una tarea fácil. El problema era cómo obtener el plástico que consumía cada uno en su casa.
Así fue que en 2023 surgió la idea de crear la primera estación Buply de reciclado ubicada en el shopping Unicenter de Buenos Aires al alcance del consumidor. “Necesitábamos que esté en un punto de alto tránsito para que nadie tenga que hacer 20 km para llevar los reciclables”, sostuvo.
En Buply hay atención personalizada y educación ambiental; separación, molienda y acondicionamiento visibles; una aplicación que registra kilos reciclados, calcula CO2 evitado y energía ahorrada.
Además, para motivar aún más a la gente a reciclar, desde Buply lanzaron un programa de beneficios (disponible en la app) que premia la recurrencia en lugar de la cantidad. “Armamos un módulo de más de 1.000 beneficios que se pueden aprovechar yendo una vez por mes a la estación”, detalló. Y amplió: “Premiamos el hábito, no es un sistema de puntos donde mientras más plástico traés, más beneficios tenés”.
En las estaciones se reciben PET, Pead, PVC, PEBD, PP, PS/EPS y otros. Y una vez que llegan a la estación, son separados por tipo y color, y molidos o enfardados.
La firma no hace reciclaje industrial, sino un eslabón clave que es la clasificación, acondicionamiento y revalorización de materiales para su reutilización por terceros.
“La logística que se usa para llevar los materiales desde las estaciones a los recicladores son logísticas que ya existían, no creamos nuevas para no generar más huella de carbono”, subrayó Babuin.
El éxito de este modelo fue tal que a principios de este 2025 lanzaron la segunda estación en un shopping de Neuquén en colaboración con La Anónima, la cadena de supermercados más grande de la Patagonia, y con Unilever.
Alianzas para el impacto ambiental
Una de las alianzas más ingeniosas que selló Buply fue con Heladerías Chungo, que se sumó al proyecto a partir de un hallazgo tan simple como potente: los potes de helado, usualmente descartados, están hechos de un plástico reciclable.
La campaña conjunta invitó a los consumidores a devolver sus envases usados, que serían recolectados por Buply y procesados junto al Grupo Estisol. A cambio, quienes participaban accedían a descuentos exclusivos en la app de Buply para usar en las propias heladerías.
La logística del circuito también fue pensada bajo el paradigma de la sustentabilidad: los camiones de Chungo, que cada dos días distribuyen insumos entre sus sucursales y regresaban vacíos, comenzaron a transportar los potes recolectados hasta Buply. Desde allí, Grupo Estisol los retira y los convierte en ladrillos para la construcción. Lo que antes se hacía con materiales vírgenes, hoy se logra a partir del plástico recuperado por la comunidad.
Impacto económico
La rentabilidad y sostenibilidad del modelo se explica desde un modelo mixto. Por un lado, la venta de productos Buply, por otro lado, la venta de materiales reciclables a industrias.
“Gracias a las estaciones, los productos Buply se venden más”, aseguró. Y amplió: “Hoy el modelo de negocios cierra completamente, hay más personas que nos llevan los productos para reciclar y, que al mismo tiempo, empiezan a conocer y valorar nuestros productos”.
Impacto social
La expansión de Buply a Neuquén se concretó de la mano del retail local, con una nueva estación instalada en el Shopping de la Patagonia, donde funciona una de las sucursales más grandes de La Anónima, la primera empresa B del rubro. La cadena de supermercados no solo cedió el espacio, sino que también se convirtió en aliada clave para promover el uso de la estación entre la comunidad.

Una parte del plástico recolectado allí es procesado por recicladores locales, en línea con uno de los objetivos centrales del proyecto: fortalecer los circuitos de reciclaje en cada territorio.
En los casos en que la infraestructura local no permite completar el proceso, los materiales viajan a Buenos Aires para su acondicionamiento final, sin perder trazabilidad ni sostenibilidad logística, porque, por ejemplo, para el PET hay solo dos empresas que pueden hacer pellets para fabricar de nuevo una botella y están en Buenos Aires.
“Es muy importante la educación en la comunidad, la vinculación y el acompañamiento, no nos quedamos con la estación, sino que empezamos a dar charlas en colegios, en instituciones, en festivales, y participamos en eventos donde nos vinculamos con las personas”, contó Babuin.
Puntos Buply, otra alternativa
Más allá de las estaciones, cuyo desarrollo implica una inversión considerable, Buply impulsa un modelo complementario basado en puntos de recolección distribuidos en espacios de cercanía.
Un ejemplo es la alianza con Hausbrot, una cadena de panaderías con múltiples sucursales bajo formato de franquicia. En estos locales funcionan los llamados “Puntos Buply”, donde los clientes pueden acercar sus plásticos reciclables, que son pesados y registrados en la app por el propio personal del comercio.
La recolección posterior también se resolvió con eficiencia: aprovechando que las panaderías reciben insumos a diario, se aplica una lógica de logística inversa para que esos mismos vehículos, al regresar, transporten los materiales reciclables hasta Buply sin generar huella adicional.
La compañía está presente en el retail tradicional. Hay productos Buply disponibles en Carrefour, Coto, Jumbo, Easy, La Anónima, Chango Más. Además, posee una tienda virtual.
Buply tiene más de 3.000 usuarios registrados en la aplicación, junto a los cuales juntó más de 44 toneladas de plástico que fueron recuperadas. “Esto generó 110 toneladas de CO2 evitado y más de 220.000 kw de energía ahorrada”, enfatizó la referente de marketing de la empresa.
Además de recertificarse como empresa B, la firma recibió dos reconocimientos: el premio a Pyme Sustentable 2023 que otorga el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Sello de Inti y Ecoplas, por uso certificado de 100% material reciclado.
Buply tiene un plan de expansión de estaciones y puntos. A fin de año, en conjunto con cinco marcas de consumo masivo, cortará cintas de su tercera estación, que estará en Bariloche. Además, está en negociaciones con una cadena nacional de sucursales para escalar la red de puntos.
“Vamos en busca de crear nuevos servicios, nuevas alianzas que potencien el impacto, más estaciones, más puntos y generar más comunidades”, concluyó Babuin