Energías
01.07.2025

Debate abierto

La industria del hidrógeno verde quiere su propio Rigi

La Cámara de Energías Renovables (Cader) pone el tema en agenda en diferentes encuentros ¿Qué discuten hoy los empresarios del sector?

Por: Florencia Boeri mail

“Para los proyectos de hidrógeno verde no alcanza con recursos renovables y financiamiento, necesitamos marcos jurídicos claros y mecanismos eficaces de resolución de disputas”, señalaron desde la Sociedad Argentina de Derecho de la Construcción Argentina (SCL) y de esa manera reafirmaron una política que vienen reclamando a los distintos gobiernos nacionales para lograr desarrollar la industria del hidrógeno verde, un combustible que será clave en un contexto de creciente demanda de renovables y donde Argentina viene varios casilleros atrás.

La afirmación se dio en el marco del segundo encuentro de "Ciclos de Hidrógeno: Encuentros de Proyectos y Negocios", organizado por la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Sociedad Argentina de Derecho de la Construcción (SCL Argentina) que viene reuniendo a toda la cadena productiva que puede estar involucrada con este desarrollo desde diferentes verticales.

La intención es lograr que Argentina, así como lo están haciendo Chile, Brasil, Colombia y Uruguay, quede en el radar de las inversiones de este sector para promover la producción de energías limpias, que a diferencia de otros rubros necesita desembolsos de altos montos - que incluyen pruebas piloto - y la combinación con otras tecnologías como parques eólicos o solares. 

Es por eso que hasta ahora la mira está puesta en la Patagonia, donde hay varias iniciativas en estudio (muy preliminar) de manera de combinar las plantas de electrólisis que toman agua de mar y permiten extraer la molécula del hidrógeno para convertirla en energía, con otras de energía solar o eólica que alimente esta industria electrointensiva.

Los distintos referentes de la industria que participaron del encuentro de Cader coincidieron en que el país cuenta con las condiciones naturales favorables para convertirse en actor clave en la transición energética, y por otro lado, reclamaron la necesidad de una mayor articulación entre los distintos actores del ecosistema para avanzar en los proyectos en carpeta.

El sector ya le presentó al gobierno nacional un proyecto de ley con acciones que permitan estimular la actividad mediante un régimen similar al Rigi pero especialmente adaptado a esta actividad, impulsada por la plataforma H2 Argentina que conduce Carlos Villalonga.

Agua ¿la clave para escalar?

Uno de los temas centrales del encuentro fue la disponibilidad de agua: el insumo esencial para producir hidrógeno mediante electrólisis. “Este aspecto suele subestimarse, pero es uno de los mayores desafíos para escalar estos proyectos”, consideró Felipe Zabalza, integrante del Comité de Hidrógeno Verde de Cader.

El consumo de agua es significativo: entre 9 y 12 litros de por kilo de hidrógeno producido solo en la etapa de electrólisis. En este sentido el profesional sentenció: “Tenemos que empezar desarrollando la infraestructura adecuada para convertir el agua en un insumo disponible, sostenible y eficiente a escala industrial”.

El encuentro organizado por Cader se realizó en la sede de la UCA en Caba.

Carlos Foxley, director de la Asociación Chilena de Salinización y Reuso, aseguró que tanto Chile como Argentina tienen acceso al mar en abundancia, materia prima, energía, conocimiento y acceso al financiamiento. “Tenemos todo lo que los proyectos de hidrógeno requieren”, aseguró.

A su vez recordó que hoy en el mundo hay más de 20.000 plantas desaladoras instaladas, y en Chile hay 24 plantas instaladas de capacidad industrial, con las que se producen 10 m3 por segundo de agua desalinizada, el equivalente al 25% del consumo de agua de todas las ciudades del país vecino.

Por su parte, Juan Ignacio Piola, gerente de Ingeniería de la empresa de energía renovable Eoliasur, consideró que la desalación y el reuso representan un valor extraordinario a la hora de mitigar los riesgos de la disponibilidad de los recursos de agua de primer uso o aguas convencionales.

Esa compañía hoy avanza en tres iniciativas de exportación de amoníaco verde: dos en Santa Cruz y una en la provincia de Buenos Aires y los proyectos integran procesos como generación eólica, desalinización y terminales portuarias. 

En base a esa experiencia, Piola dijo que los ejes estratégicos a tener en cuenta en la desalinización son que las plantas deben ubicarse fuera de zonas costeras sensibles; prever el impacto visual; evaluar su interferencia con actividades económicas de las comunidades; y garantizar que el vertido de salmueras no afecte la biodiversidad marina.

Respecto al último punto, resaltó la importancia de identificar especies sensibles en la zona y a su vez hacer simulaciones que permitan prever impactos y diseñar soluciones.

En ese sentido, Víctor Ríos, presidente de la Federación Iberoamericana de Derecho de la Construcción derribó algunos mitos frecuentes sobre la desalinización.

En contra del supuesto de que esta industria consume mucha energía eléctrica, expresó que hace 30 años se necesitaban 25 kWh por metro cúbico, pero hoy gracias a sistemas de recuperación, se reduce a menos de 3 kWh, lo que equivale al uso de un microondas por media hora.

Por otro lado, aseguró que si una emprese estuviese contaminando el área de descarga, inmediatamente estaría contaminando su materia prima, lo cual sería un suicidio desde el punto de vista económico.

El acceso al mar

Además de la desalinización, los profesionales no dejaron atrás la infraestructura portuaria y la infraestructura eléctrica, dos factores estructurales a la hora de pensar en el desarrollo del hidrógeno verde.

Martín Virdis, representante del Puerto de Bahía Blanca, señaló que esa terminal ya cuenta con experiencia en el manejo de amoníaco y capacidades instaladas que lo posicionan como un nodo clave en la logística del hidrógeno. Mientras que Walter Uribe, de la Unidad Ejecutora Portuaria de Santa Cruz, afirmó que “Punta Quilla tiene el potencial para convertirse en un hub logístico del hidrógeno verde en la región”.

En Chile se encuentra más avanzada la tecnología de desalinización, con grandes plantas frente al mar.

En relación a la infraestructura eléctrica y las condiciones necesarias para habilitar proyectos de hidrógeno a gran escala, Pablo Tarca, director general de Transener, consideró que ampliar el sistema de transporte es una “condición indispensable para que los proyectos de hidrógeno sean viables”.

Así tambión lo planteó el gerente general de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) Eduardo Hollidge, quien señaló que el “cambio de paradigma energético nos obliga a pensar en una Patagonia autosuficiente y la red debe adaptarse a los proyectos que vienen”.

Justamente sobre eso, desde la Secretaría de Energía de la Nación,  Griselda Lambertini resaltó que se está trabajando “en un nuevo marco normativo que acompañe el desarrollo del hidrógeno verde”.
Mientras tanto, el sector privado puja por acelerar esas decisiones y en las últimas semanas mantuvo un encuentro con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, acompañado el Embajador de la Unión Europea en Argentina, Amador Sanchez Rico, para plantar bandera en esta demanda. 

Como un paso previo, en el encuentro organizador por Cader se firmó el acta fundacional de la Federación Iberoamericana de Entidades de Derecho de la Construcción, agrupando instituciones de Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Brasil y España.

“Un hito enorme que nos va a permitir a todas estas organizaciones potenciarnos y trabajar conjuntamente aprovechando la experiencia que se ha ido generando en los distintos países”, aseguraron los referentes el encuentro que tendrá su tercer capítulo en septiembre próximo.
 

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