Industria
20.05.2025

Técnica innovadora

Giro productivo: con un método novedoso convierten residuos plásticos en mobiliario

Reutilizan hasta cinco toneladas de material por mes para fabricar objetos luminosos, reposeras y macetas. Impulsan el rotomoldeo como alternativa productiva con foco ambiental

Por: Rodrigo Elias mail

En un galpón de San Francisco, Córdoba, el plástico que era residuo se convierte en reposeras, macetas, ositos luminosos y un montón de otros productos que le dan otra vida. La firma que impulsa este cambio se llama Doblegiro y se dedica a la fabricación pero lejos del reciclaje tradicional, la empresa adopta una técnica poco conocida pero altamente eficiente como el rotomoldeo.

Fundada por Sergio Ferrero y Gustavo Bodoni (que es diseñador industrial), Doblegiro se especializa en el diseño y comercialización de mobiliario y objetos luminosos, aplicando conceptos de diseño contemporáneo y sustentabilidad como reposeras, macetas, decoración para eventos y productos infantiles.

En la actualidad, el plástico virgen -que es un commoditie y tiene precio internacional- está barato, por lo cual el recuperado o reciclado, que demanda un proceso de limpieza, lavado, molido y mano de obra, tiene un precio igual o superior. “Está en nosotros ser conscientes de incorporar materias primas reciclables, porque así evitamos que se liberen productos que irían a un vertedero o a enterramiento”, aseguró Gustavo Bodoni, titular de Doblegiro, en diálogo con Ecobiz. Y agregó: “Además de eso, comercialmente todavía es rentable hoy usar plásticos reciclados”. La empresa está procesando entre cuatro y cinco toneladas por mes.

De esta manera, entre hornos, moldes y giros constantes, el plástico reciclado toma nuevas formas con una estética que combina lo lúdico y lo funcional. 

El proceso de rotomoldeo consiste en introducir polvo de polietileno dentro de moldes metálicos, que luego son sometidos a altas temperaturas mientras giran sobre dos ejes. De esta forma se obtienen piezas huecas, resistentes y versátiles, ideales para mobiliario de exterior y objetos decorativos. 

El nombre de la firma no es casual, sino que alude al movimiento giratorio en dos ejes que caracteriza este proceso. 

Doblegiro también trabaja en la reducción de su propia huella ambiental. Los descartes generados durante la producción son recolectados, molidos y reinsertados en el circuito por proveedores especializados. “Nuestros scraps son enviados a nuestro proveedor, que los muele y los vuelve a hacer polvo como un azúcar impalpable en tamaño para reutilizarlo”, aseguró. Y amplió: “La cadena de reutilización dura años, por eso el plástico es tan bueno”.

Los objetos luminosos infantiles son otro de los segmentos donde está presente la firma cordobesa.

Doblegiro forma parte del Grupo TX SRL, que también incluye a Texne Plásticos, una firma con trayectoria en la provisión de piezas para la agroindustria y el sector automotriz. Esta alianza le permite aprovechar una infraestructura consolidada y asegurar calidad en cada etapa del proceso.

Gracias a esa integración vertical, la firma logra una producción eficiente que respeta los estándares técnicos del rotomoldeo, una técnica que aún tiene escasa penetración en el mercado argentino pero que ofrece ventajas como la durabilidad, el diseño libre y el bajo desperdicio.

Productos y mercado

Todos los productos de Doblegiro incorporan plástico reciclado, que muchas veces proviene de residuos postindustriales o de descartes de otras empresas. 

Elaboran objetos luminosos infantiles (ositos, conejos, trompitas) muy populares en fechas como el Día del Niño y Navidad y reposeras de polietileno resistentes a la intemperie, ideales para hotelería.

“Las reposeras se venden mucho en el verano y son muy adquiridas por hoteles y cabañas porque no se rompen, entonces si bien tienen un valor un poco más alto que otro producto, al durar más de 10 años la inversión vale la pena”, afirmó Bodoni.

También fabrican macetas y elementos decorativos para exteriores; productos para alquiler en eventos, fiestas y domicilios como puffs, estrellas para sentarse y fraperas iluminadas, entre otros. 
Además, uno de los desarrollos más destacados en esta línea son las bateas para techos verdes, un producto elaborado en colaboración con universidades y ajustado a una ordenanza municipal de Córdoba que promueve este tipo de soluciones ecológicas para las construcciones urbanas. 

“Las bateas de techos verdes son como una cubetera grande de plástico reciclado, de un metro de tamaño, que se llena con distintos extractos de tierra y se les colocan césped o plantas en los edificios”, señaló el empresario. 

La empresa comercializa sus productos a través de una red de distribuidores y puntos de venta especializados en iluminación y mobiliario de exterior, además de ventas directas a través de su sitio web.

Planta y volumen 

Con una planta de producción de 400 m2 en San Francisco y una oficina con showroom en la ciudad de Córdoba, Doblegiro procesa entre cuatro y cinco toneladas de plástico por mes. El equipo está compuesto por 10 personas que se encargan de todo el proceso: desde el diseño hasta la comercialización final.

El mobiliario exterior elaborado con plástico reciclado bajo el método de rotomoldeo.

Este año la empresa proyecta ampliar su planta productiva para optimizar el flujo de trabajo y desarrollar nuevas líneas. “Estamos desarrollando productos como son unos pinos de Navidad y el capibara, el animal que está muy de moda en los niños, además de desarrollos de exterior como algunos modelos nuevos de reposera”, apuntó Bodoni.

Doblegiro también busca tener presencia activa en ferias y eventos del sector. Recientemente participó de la Jornada Nacional del Reciclaje, organizada por la Cámara de Industrias Plásticas de Córdoba, donde compartió su experiencia como caso de éxito en diseño circular.
 

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