Informe de SSF
La agenda climática, una discusión que insiste ante el negacionismo
Se presentó ayer el 8° Informe Anual de Cambio Climático de Sustentabilidad Sin Fronteras. Referentes de distintos sectores cuestionaron el negacionismo y promovieron el debate
Por: Sandra Cicaré mail
El retroceso de la agenda climática en la agenda internacional, de la mano de un fuerte avance del negacionismo a nivel global y regional, fueron las señales de alerta que plantearon distintos referentes de los sectores académicos, políticos e institucionales que se reunieron ayer en Buenos Aires para participar de la presentación del 8° Informe Anual sobre Cambio Climático. Coordinado por la ONG Sustentabilidad Sin Fronteras (SSF), el trabajo reúne un coro de voces y oficia de semáforo rojo frente a una coyuntura donde cada vez más se ponen en tela de juicio los consensos logrados a lo largo de las últimas décadas.
“Es un momento muy complejo, de mucha incertidumbre, con tensiones políticas y fuertes retrocesos donde se dificultó la cooperación global y se desplazó el tema del cambio climático de las agendas”, dijo Sofía Moratorio, coordinadora del informe junto a Mariano Villares y Nasha Cuvelier, y miembro del equipo de SSF al señalar la urgencia de contar con esta información como un insumo clave para la discusión, que se materializó en un trabajo de más de 200 páginas y 25 artículos que abordaron temas estructurales y complejos, desde distintas ópticas.
“El informe corrobora que el cambio climático es un hecho y ojalá promueva el debate para salir de un callejón sin salida”, afirmó el embajador de Brasil en Argentina, Julio Glinternick Bitelli, quien ofició de anfitrión ya que el lanzamiento se realizó en la sede de la Embajada de ese país. La elección de ese espacio físico fue una muestra más del compromiso del gobierno de Lula da Silva con la agenda climática y el territorio que albergará a la COP30 en noviembre próximo.
“Sabemos que el multilateralismo va a un ritmo muy lento, pero la opción es no hacer nada y no podemos permitirlo”, dijo el embajador quien reiteró que Brasil se propuso para la próxima COP30 trabajar sobre tres ejes: fortalecer esa agenda multilateral “en un contexto complicado con cuestionamientos al cambio climático”; traducir estos temas al público en general “para frenar el negacionismo”; y promover “medidas negociadas con trasparencia incorporando en ellas a los sectores más vulnerables”.

Esa misma trinchera es la que busca afianzar la Fundación Friedrich Ebert FES, que acompañó a SSF en el informe. “La crisis climática no es una amenaza ficticia, es una realidad actual y sus efectos son concretos y afectan a los más vulnerables”, dijo la directora de FES en Argentina, Svenja Blanke.
“En una situación donde hay gobiernos que se retiran del Acuerdo de París y otros niegan el cambio climático, desde FES contribuimos apoyando a los que luchan contra el negacionismo”, agregó.
Una usina de saberes
El informe, que está disponible para descargar en forma gratuita aquí, no deja puntos sueltos y aporta datos precisos desde diferentes miradas que van desde lo que implica pasar el umbral de 1.5 grados de temperatura, hasta el negacionismo climático. “Pusimos el foco sobre los debates locales, biocombustibles, mercado de carbono, financiamiento climático, y el cambio climático desde la óptica de la salud y el trabajo”, dijo Moratorio.

Y señaló que esta conversación que abre el informe busca seguir “creando consensos entre diferentes miradas y buscar soluciones concretas a la lógica del mundo de hoy”. Una de ellas es trabajar sobre la convicción de que la sustentabilidad no es una moda sino “una herramienta de competitividad”, que puede sumar rentabilidad a las empresas.
“En tiempos de incertidumbre como estos, es bueno anclarse en ese concepto”, dijo Iván Buffone, especialista en energías renovables y finanzas sostenibles y socio director de la consultora Business & Sustainability, especialmente “cuando las cadenas de valor están tensionadas por conflictos armados y guerras comerciales y el sistema financiero está nervioso”.
El especialista, líder en innovación estratégica y asesor de numerosas empresas, detalló que “hoy la agenda de sostenibilidad está en jaque”, pero es el resultado de un cambio político que además puso el acento en los aspectos sociales de esa temática.
Pero a su juicio, hoy la sostenibilidad y la descarbonización pueden aportar mucho a la productividad y la competitividad, porque, “las empresas que se meten en esto, en realidad logran eficiencia energética, eliminan pérdidas, reducen costos y logran suministros renovables que las hacen más asequibles y generando ahorros”. Pero, además, esto agrega valor a los eslabones de la cadena de suministro.
Y lo comparó con la carga fiscal de ingresos brutos, pero a la inversa. Así como ese tributo se va sumando cargas en cada eslabonamiento productivo que encarecen el producto o servicio final, la descarbonización en cada eslabón va reduciendo la huella y el resultado final son menos emisiones. “Es algo que piden tanto los financiadores como los consumidores”, dijo.
Pero además, “la descarbonización pone en valor a una empresa en términos ambientales y esa es una gran herramienta de competitividad en contextos tan inciertos como los que vivimos”, agregó Buffone. A eso le sumó el “valor reputacional” que genera una compañía con esta actitud, en términos de fidelización de consumidores.
Un estudio global sobre el tema indica que el 70% de las personas considera que las empresas deberían ser protagonistas en este proceso y un 46% de los consumidores dejó de comprar productos de firmas que no se alineaban con este tema.
El rol del Estado
Ese trabajo también involucra a los Estados, que según planteó el licenciado en ciencias ambientales Alejandro Inti Bonomo, deberían “asumir la responsabilidad para ayudar a las empresas a realizar el cambio y poner reglas para que sea más fácil que complejo el proceso”.
El lo definió como la oportunidad de “invertir la carga de la prueba”, es decir, idear un corpus de reglas para “hacerle la vida más fácil a los que innovan y producen en forma sustentable”, y no como es actualmente donde “hacer todo como hasta ahora no tiene consecuencias, pero hacerlo bien cuesta más caro”, explicó. Valoró distintas experiencias que conoció en recorridos por todo el país, muchas de ellas motorizadas por el conocimiento científico que aporta el Inta – por caso un organismo que hoy el gobierno está en camino de reestructurar con serias consecuencias para la investigación – y también muchas empresas.

En ese camino explicó el caso de Costa Rica - un país que visitó - donde se realiza en forma muy profesional el pago de los servicios ambientales, generados a partir de la protección del agua y de la regeneración del bosque, un ecosistema que pasó de un área del 20% al 55% en dos décadas por el proceso regenerativo.
“Un propietario de un hotel que montando en una zona boscosa sin luz, que utiliza una turbina hidráulica para generar energía eléctrica, me comentó que logró que ésta fuera regular y se estabilizara porque el curso de agua también lo hizo a partir de la regeneración del bosque”, contó.
En ese compromiso público, la subsecretaria de Cambio Climático de La Pampa, Florencia Ricard, explicó que ese Estado subnacional es el primero en elaborar un Plan de Cambio Climático que está esperando la validación nacional para su aplicación y que fue pensando con “un concepto transversal, que involucre a todas las áreas de gobierno”, dijo, para “poder bajarlo luego al territorio” a través de los 80 municipios pampeanos.
También la provincia fue la fundadora de la llamada Alianza Verde que conforman junto a Entre Ríos, Misiones, Jujuy, Santa Fe y Córdoba. “Fue una respuesta de las provincias ante el avance cada vez mayor del negacionismo climático”, dijo la funcionaria pampeana con la intención de “llevar adelante políticas integradas”. Este año tienen en carpeta un proyecto conjunto de resiliencia climática, “así estamos preparados para cuando pueda ocurrir algún evento vinculado con los recursos hídricos, tanto de exceso como de escasez”, explicó.
En ese plano, desde Santa Fe, el diputado nacional por el Socialismo, Esteban Paulón - quien Integra la comisión de Recursos Naturales en la Cámara baja y es referente local de la Plataforma Parlamentaria contra el Metano del Parlamento Andino, indicó que están intentando lograr los consensos para discutir un proyecto sobre ese tema , iniciativa del diputado Martín Maquieyra (PRO), que tiene respaldo de todos los sectores, incluso de algunos legisladores oficialistas. Incluye entre otras cosas la posibilidad de utilizar los bonos de carbono para la compensación de emisiones.

Además del aporte medioambiental, y teniendo en cuenta que es una agenda que no está en la discusión pública, para Paulón es clave “demostrar la valorización económica que genera esto” y habló de la transición energética que permite reducir costos o, mas recientemente, la posibilidad de acceder al mercado de la UE con productos libres de deforestación como soja o carne, en los que Argentina ya dio varios pasos con el sistema Visec, la plataforma que permite trazar la sustentabilidad ambiental y social de esas producciones.
“La emisión de metano en Argentina involucra esencialmente a tres sectores como el de gas, petróleo y ganadería, y tenemos una gran oportunidad de remediarlo no sólo porque son áreas claves con gran impacto en nuestro PBI, sino porque nos abren una oportunidad económica única ante el mundo”, reflexionó el legislador santafesino en una charla que contó con un centenar de asistentes coordinada por Nasha Cuvelier, cofundadora de Sustentabilidad Sin Fronteras, de la que Ecobiz fue media partner.