Vinos con impacto
Argentina y Chile ya tienen su calculadora para medir huella de carbono
Bodegas de ambos países adaptaron una herramienta internacional a los estándares regionales. ¿Cómo funciona?
Medir la huella de carbono y desarrollar una producción basada en buenas prácticas es uno de los desafíos que se plantea a nivel global la industria vitivinícola de cara a los nuevos mercados globales. Con la intención de alinear ese modelo de negocios con acciones que permitan combatir el cambio climático, un grupo de bodegas de Latinoamérica – chilenas y argentinas – lanzaron la primera Calculadora de Gases de Efecto Invernadero (GEI), adaptada para la región, un instrumento gratuito y disponible para todas las empresas del rubro que quieran medir su huella en los alcances 1, 2 y 3.
La calculadora es una herramienta diseñada por el International Wineries for Climate Action (IWCA) - una asociación internacional colaborativa de bodegas líderes de todo el mundo comprometidas con la reducción de emisiones de carbono, entre las que se encuentra la argentina Domaine Bousquet, una de las que financió los costos de adaptación de este instrumento junto a las chilenas Miguel Torres Chile, VSPT Wine Group y Viña Undurraga, además de Grupo Peñaflor, que no es miembro de IWCA.
Esta herramienta que es de uso gratuito para todas las bodegas, les permite tanto miembros como no miembros del IWCA, medir su huella de carbono en los tres alcances, es decir emisiones directas, indirectas debido al consumo de energía y otras emisiones a lo largo de la cadena de valor de la empresa.
Por otra parte, ofrece la posibilidad de comparar los resultados con los de otras bodegas de la región, promoviendo una gestión más transparente y competitiva en términos de sostenibilidad.
A medida
Esta decisión conjunta de las bodegas latinoamericanas surgió de la necesidad de adaptar la medición a los factores regionales. De hecho, la calculadora de IWCA estaba diseñada para Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. “Hay cuestiones como el transporte o la red de energía que varían de un país a otro”, explicó Anne Bousquet, presidenta y co fundadora de Domaine Bousquet, quien consideró este lanzamiento como “un hito clave en la transición hacia una vitivinicultura más sostenible y transparente”.
En este caso, se buscó identificar puntos en común entre la producción argentina y chilena como las fuentes y consumo de energía, la disposición final de los residuos y también los niveles de reciclaje del vidrio, un material esencial para esta industria.
Esa adaptación demandó costear un especialista que lo hiciera, tarea que encargaron a Terra Institute, una consultora italiana, que analizó la mayoría de las calculadoras de huella de carbono que existen, la mayoría pagas, y adaptó finalmente la de IWCA que es gratuita para las bodegas. En ese camino fue donde se sumó Grupo Peñaflor, que no participa de la asociación global, pero tenía vínculos con Terra.
El desarrollo de la calculadora se realizó el año pasado y se presentó a principios de 2025 en el sitio web de IWCA. Está ajustada a los protocolos del World Resources Institute (WRI) y a la norma ISO 14064.

Charlotte Hey, directora ejecutiva de IWCA, comentó que la calculadora de IWCA “se ha establecido como el referente de transparencia y rigor en el negocio del vino a nivel internacional” y por eso “trabajar con estas bodegas líderes en Argentina y Chile para crear la nueva calculadora de GEI es parte de nuestra misión conjunta para reducir las emisiones de carbono en una región muy importante para la producción vitivinícola mundial”, agregó.
En Argentina, la bodega Domaine Bousquet miembro de IWCA, viene piloteando la sustentabilidad en el sector con acciones robustas como la medición de su huella, la elaboración de reportes de sustentabilidad – presentarán el próximo 22 de abril el segundo – y una meta de reducir las emisiones en los tres alcances al 50% en el año 2030, según indicó Anne Bousquet. La meta es mucho más ambiciosa y pretenden llegar a ser carbono neutral en 2050.
Se trata de una bodega que nació en 1997 en Tupungato, Valle de Uco y desde su origen, los viñedos fueron tratados de forma orgánica. Hoy adoptan prácticas regenerativas y biodinámicas.
“La sustentabilidad es colaboración”, agregó la titular de la bodega argentina y consideró que “esta calculadora es un gran paso en esa dirección, ayudando a toda la industria a alinear sus prácticas con estándares globales y a escalar su impacto positivo".
Cómo se usa
El uso de la calculadora es sencillo. La bodega debe llenar una planilla con sus datos de factores de emisión. La misma está dividida por colores que mide cada uno de los alcances.
En el alcance 1 se miden las emisiones estacionarias, móviles, fugitivas, generación de residuos, suelos y fertilizantes, quema de biomasa, conversión de tierras, emisiones por la fermentación del vino.
En el alcance 2, las emisiones por compra de energía de red y en el alcance 3 se tiene en cuenta toda la cadena de valor asociada, es decir compra de insumos, transporte, packaging, residuos tratados externamente, residuos post consumo, viajes de negocios, traslado de turistas, producción de fertilizantes, almacenamiento final de vinos. Secuestros de carbono a través de coberturas vegetales, de la propia biomasa de la viña, y por la aplicación del compost.
La misma ya está disponible en el sitio del IWCA para la bodega que quiera comenzar a utilizarla.