Campo
16.04.2025

Un canto a la sustentabilidad

De los escenarios a la tierra: el artista que quiere dejar huella

Un popular artista argentino invirtió en un proyecto de producción sustentable, que incluye energía renovable, cuidado del agua y arraigo de las comunidades. Aquí los detalles

De los escenarios a la tierra. Así puede resumirse el recorrido que está realizando el reconocido cantante y compositor argentino Abel Pintos, quien decidió invertir en un ambicioso proyecto de producción agropecuaria en Lavalle, provincia de Mendoza, donde cultivarán olivos y pistachos pero con un concepto sustentable que incluye la utilización de energía renovable, la recuperación de la tierra y un impacto positivo - a través de empleo y capacitación - en las comunidades.

Bautizado como “La Matera Cuyana”, el emprendimiento se montó sobre un campo de 93 hectáreas donde se producirán pistachos y olivos, cultivos aptos para las condiciones climáticas de la región. Replica el modelo de su inversión anterior, La Matera Mercedes, en la provincia de Buenos Aires que se dedica a la nuez pecán.

El proyecto reúne las tres características de los criterios ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés), ya que busca reducir la huella ambiental de las prácticas agrícolas, pero también contribuir generar arraigo en las comunidades y realizar alianzas con instituciones locales.

“Este territorio ofrece características agronómicas únicas que lo convierten en el lugar ideal para estos cultivos de ciclo largo”, explicó Fernando Lapolla, el ingeniero agrónomo con el cual Pintos encaró esta iniciativa que tiene una nueva mirada sobre el sector frutícola en la región, en una entrevista con el periodista Martín Melo en CNN Radio.

Es una iniciativa con la cual Abel Pintos está muy comprometido más allá de la inversión. “Le encanta recorrer el campo, hacer preguntas, aprender sobre biología y desarrollo rural”, relató Lapolla.

La Matera Cuyana tiene varios anclajes sustentables. En principio, busca realizar una gestión eficiente del agua, un recurso escaso pero estratégico en la zona. De hecho, la propiedad cuenta con cuatro pozos, tres de los cuales serán reactivados, y se implementarán sistemas avanzados de riego de precisión.

Abel Pintos comenzó con La Matera en Mercedes (Buenos Aires) con la producción de nuez pecán.

De este modo, mediante la utilización de la tecnologia, se busca optimizar el recurso hídrico y reducir el impacto ambiental que genera su mal uso, sumando así prácticas de agricultura responsable.

Por otra parte, el equipo de trabajo tiene planeado instalar paneles solares, para lo cual ya tienen una alianza con Dynamic Energy que hizo lo propio en el establecimiento de Mercedes, lo que permitirá abastecer las operaciones agrícolas con energía renovable y reducir la huella de carbono del emprendimiento.

Además, en ese mismo camino, trabajarán en la recuperación de olivos abandonados que ya existían en el predio. “Queremos preservar la historia del lugar y darle una segunda vida a esos árboles”, señaló Lapolla. 

En el plano institucional, el proyecto incluye colaboraciones con instituciones como la Universidad de San Juan y viveros regionales y, junto a la compañía John Deere, desarrollarán un campo escuela donde productores y estudiantes podrán capacitarse en técnicas modernas de cultivo y manejo eficiente de recursos naturales.

“Pensamos en la fruticultura como una forma de arraigar a las personas en sus comunidades. Son cultivos que trascienden generaciones y generan valor duradero”, dijo Lapolla quien valoró la inversión de Pintos en iniciativas de este tipo no sólo por el impacto sino por la trascendencia que le da el hecho de que la lleve adelante una figura de prestigio internacional.

De hecho, Pintos expresó su intención de generar un impacto positivo en las comunidades rurales mediante proyectos sustentables de estas características.

La Matera Cuyana, no sólo está enfocado en producir alimentos de alta calidad, sino también generar un ecosistema productivo integral. 

Lapolla destacó que el objetivo es replicar el éxito del modelo ya implementado en “La Matera” de Mercedes, Buenos Aires, donde la producción de nuez pecan demostró ser sostenible y rentable.

El emprendimiento de Mercedes sigue consolidándose. “Este año terminaremos de plantar las 100 hectáreas proyectadas y fortaleceremos nuestra marca Pecanito Argentino”, aseguró Lapolla.

Dijo que además buscan expandirse en el mercado nacional e internacional, mediante agregado de valor a la producción, con la intención de ubicar a la Argentina como actor en la industria de frutos secos.

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