Unico en el país
Con lana de oveja, tejieron un negocio para la construcción
A través de una tecnología desarrollada por Inta, una empresa produce aislantes térmicos orgánicos, sustentables y compostables
Aprovechando las ventajas de la lana de oveja como aislante térmico, una empresa de San Luis sumó un insumo clave para la construcción basado en estándares sostenibles. Se trata de Aislana, una firma que desarrolló un producto innovador con altas prestaciones, en el marco de una articulación público privada con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).
“Construimos una red que une innovación, territorio y sustentabilidad”, detallan desde la empresa que tiene su planta de producción en la zona rural de La Toma, a unos 80 kilómetros de la capital puntana.
La empresa utiliza descartes de lana ovina como aislantes térmicos de alta eficiencia, una tecnología desarrollada por el Inta que promovió su transferencia a Aislana para su implementación industrial.
Se trata de una alternativa a los materiales sintéticos tradicionales utilizados en la construcción 100% orgánico, sustentable, duradero que puede ser reutilizado y compostado.
La materia prima se acondiciona en forma artesanal mediante un proceso de lavado detallado, para realizar un tratamiento contra los insectos en la planta que tiene la empresa. Luego está disponible como aislante térmico que permite reducir hasta un 40% el consumo energético en las construcciones, y por otra parte en sí mismo es un insumo que demanda menos energía para su elaboración.
La idea surgió de Fernanda Oriolani y Javier Dupuy, productores ovinos que deciden utilizar la lana de sus ovejas para aislar la casa familiar que iban a construir en el campo. Comenzaron a investigar esta opción que ya fue implementada en otros lugares del mundo. “En muchos países del primer mundo ya estaba siendo utilizada", dijo Dupuy.
La lana de oveja es una fibra natural que protege al animal del frío. Utilizando ese concepto los emprendedores decidieron llevar la misma barrera aislante que se utiliza para las prendas de vestir, a las construcciones.
Además de su uso convencional en la industria textil, la lana ovina posee propiedades físico-químicas que la posicionan como un material con alto potencial para aplicaciones no textiles. Su capacidad aislante, resiliencia y disponibilidad la hacen apta para el desarrollo de subproductos con valor agregado.
“La lana de oveja purifica el aire, ya que por su composición química (proteína con un 60% de aminoácidos reactivos), es capaz de absorber compuestos como óxido nitroso, dióxido de azufre y formaldehidos, purificando el aire interno de las viviendas”, detallaron desde la empresa como una de las ventajas de esta tecnología.
Por otra parte, la lana de oveja tiene propiedades ignífugas. No propaga llama y por su alto contenido proteico tampoco la genera.
El trabajo conjunto entre Inta y Aislana permitió escalar una solución, que no solo sustituye materiales de origen fósil o mineral, sino que también genera nuevas oportunidades económicas para los productores laneros de la región.
Lucas Zanovello, investigador del Inta Patagonia norte que trabaja en agricultura de pequeña escala y producciones regionales señaló que “el aporte de este desarrollo radica en que, en nuestro país, no existían aislantes a nivel comercial que reemplazaran materiales de base fósil o mineral con alto aporte energético”.
De esta manera, “con esta tecnología, los productores laneros lograron valorizar un recurso que hasta entonces era desechado o incinerado, comprobando que tenía un valor diferencial en el mercado, lo que incentivó incluso el aumento de las majadas”, agregó.
Dupuy indicó que “esta tecnología evidencia el potencial que posee este subproducto” y subrayó la importancia de continuar mejorando los procesos industriales. “La automatización es clave para incrementar la capacidad de producción y consolidar esta alternativa en el mercado de la construcción”, dijo.
Por otra parte, desde la empresa destacaron que el negocio está pensado con un compromiso con el medio ambiente. “Utilizamos lana de oveja, un recurso renovable y biodegradable, para reducir la huella ambiental y nuestro proceso de fabricación sostenible minimiza el impacto en el planeta”, dijeron.