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10.07.2025

Vacas felices

Receta sustentable: "Hay que producir más leche con igual nivel de insumos"

Para la empresa láctea Mastellone Hnos, el esfuerrzo ambiental debe convivir con la rentabilidad. El ejecutivo de la empresa, Lucas Lázzaro, explica cómo y por qué

Por: Sandra Cicaré mail

“La sustentabilidad es ambiental y económica, porque de lo contrario producir resulta antieconómico es filantropía”, planteó Lucas Lázzaro, gerente de Desarrollo y Abastecimiento Lácteo de Mastellone Hnos, la empresa láctea argentina que es líder en el mercado local. “La ventaja de reducir la huella de carbono, la eficiencia productiva a través del bienestar animal, lo que genera es mayor producción con el mismo nivel de gasto o de insumo”, detalló el ejecutivo para poner en contexto el ciclo de talleres para productores tamberos en distintas regiones del país que forman parte de la cadena de proveedores de la industria.

Encarar una transformación del ciclo productivo, es para la empresa, un proceso que arranca desde el tambo y está íntimamente vinculado a cambiar prácticas de manejo orientadas a la eficiencia, que contribuyen a reducir y mitigar la huella de carbono de la actividad. Pero además, es un imperativo del mercado externo, que va cambiando de la mano de consumidores cada vez más exigentes. “Al consumidor ya no le vendés lo que vos queres, sino lo que él quiere consumir, independientemente de la calidad”, explicó Lázzaro y detalló que “podés tener un producto excelente pero además te exigen que les cuentes de dónde viene, en qué condiciones se produce, qué tan amigable con el ambiente sos o cómo tratás a los animales”. De modo que “si como sector queremos posicionarnos como un jugador importante hacia el mercado externo, tenemos que estar atentos a estas cuestiones”, dijo.

- Mastellone encaró una serie de talleres enfocados en identificar huella de carbono, eficiencia productiva. ¿Con qué objetivo hacen esto? 

- Esta iniciativa surge con una mirada de largo plazo. Quizás hoy no es una exigencia a nivel de mercado interno, pero es algo que a nivel internacional tiene gran relevancia. Con la Agenda 2030 y la Agenda 2050 de cambio climático, cada vez cobra más relevancia. Ante eso, la empresa, que siempre estuvo a la vanguardia de las nuevas exigencias en cuanto a lo que es calidad, empieza a trabajar en este sentido. Se empezó primero a nivel industrial con lo que es huella de carbono y dada la relevancia que tiene la producción primaria dentro de la emisión global, se decidió avanzar en en tambos, en producción primaria.

- Ustedes pusieron el foco en la eficiencia productiva como una forma de reducir las emisiones en la producción primaria ¿Por qué? 

- Hay diferentes maneras de contrarrestar las emisiones: mitigación, reducción o compensación. Desde el punto de vista de la producción primaria, la eficiencia productiva engloba lo que es reducción y mitigación. En materia de compensación hay otras cuestiones como la compra de bonos de carbono. Entonces, creemos que hay paño para cortar todavía en lo que es eficiencia y es por eso que lo abordamos de esta manera.

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- ¿Qué engloba el concepto de eficiencia productiva en el tambo? ¿Por dónde encaran las acciones con los productores asociados a Mastellone?

- Cuando hablamos de eficiencia hablamos principalmente, no exclusivamente, de eficiencia de conversión, es decir, cuántos recursos se involucran en la obtención de 1 litro de leche o cuánto se emite para obtener 1 litro de leche. Hay varios factores involucrados: el uso de energías, el tratamiento de efluentes, y demás, pero, principalmente, es la eficiencia de conversión de alimentos. Es decir, cantidad de alimentos por litro de leche producido. Y ahí es donde entra en juego la eficiencia y con eso se conjuga el bienestar animal. Los animales sin estrés producen más y mejor, a igual nivel de insumo. Y estos talleres lo que buscan es conjugar estos puntos.

- ¿La sanidad animal es parte de este proceso?

- La sanidad es parte del bienestar. De hecho, nuestro protocolo de bienestar animal está armado en base a cinco libertades y justamente una es que estén libres de dolor y enfermedad. La sanidad involucra este punto, que el animal esté libre de enfermedades. Un animal sano está bajo menos condiciones de estrés y reitero, eso representa mayor producción, mayor eficiencia productiva y de todo el sistema. Esto también incluye a los productores con planteos mixtos - tambo y agricultura - porque la eficiencia es independiente del sistema. Cualquier productor puede ser exitoso produciendo gran cantidad de pastos, pero el manejo en el aprovechamiento hace la diferencia, tanto en las pérdidas de cosecha, como en la pérdida por el mal uso de las rotaciones.

El bienestar animal es parte del conjunto de buenas prácticas que contribuyen a la eficiencia productiva.

- ¿Qué tipo de productores encontraron en los talleres y con qué demandas y temas a trabajar?

En primer lugar, la diversidad es enorme. Nosotros tanto geográficamente como a nivel de producción, tenemos tambos o productores de 1.000 litros y también de 120 mil litros. Hay  una dispersión también en el tipo de producción, desde tambos puramente pastoriles a tambos cerrados con dietas TMR (Ración Totalmente Mezclada por sus siglas en inglés). Entonces, en ese abanico de productores hay muchas diferencias. Los talleres se enfocaron, independientemente del sistema, primero nivelar conceptualmente de qué estamos hablando cuando hablamos de huella de carbono y de eficiencia productiva. En segundo lugar, identificar cuáles son los puntos críticos de control que podemos abordar en cada caso.

- ¿Qué balance hacen de este trabajo en talleres?

- Allí surgió todo esto que mencionaba, o sea que cada uno pueda identificar en su sistema dónde puede mejorar. Básicamente lo que hace Virginia Bermejo y su equipo, que son los que están trabajando directamente con este tema, es ser una guía para que cada productor pueda identificar puntos de control y hacia delante desarrollar líneas de trabajo en conjunto. Siempre lo importante es que cada cual identifique y asuma dónde tiene que mejorar o dónde ve la oportunidad de mejora, porque el resultado siempre es mejor cuando esto no es una imposición sino una convicción. 

- Cuando se habla de sustentabilidad, de reducir la huella o de producir en forma de alguna manera más sostenible, muchos piensan que es más caro ¿Trabajan sobre esa variable?

- Sí. Obviamente la sustentabilidad es ambiental y económica. La sustentabilidad ambiental por sí sola no es viable. Yo puedo producir muy bien, pero si me resulta antieconómico no es sustentabilidad, es filantropía. Entonces, un abordaje de sustentabilidad tiene que abarcar todos los aspectos. La ventaja de reducir la huella de carbono, la eficiencia productiva a través del bienestar animal, justamente lo que genera es mayor producción con el mismo nivel de gasto o el mismo nivel de insumo, obviamente cuando incorporamos las cuestiones de manejo. Una vez solucionado estos puntos que no requieren demasiada inversión - porque comer bien una pastura y manejar el bollero no demanda más gastos - seguramente hay otros temas para avanzar como podrían ser, por ejemplo, colocar una media sombra para el verano, que requiere algo de inversión, pero es mínima y se repaga en producción. No se trata de incurrir en un gasto que no tiene tiene contraparte, por el contrario. Todo lo que logremos en eficiencia es más producción a mismo nivel de insumo, por lo cual termina impactando positivamente en el resultado económico.

Mastellone Hnos encaró una serie de talleres sobre medición de huella de carbono y eficiencia productiva para los productores tamberos.


 
- A nivel internacional hay una demanda de alimentos más saludables y al mismo tiempo normas externas más estrictas. ¿Existe algún paso a futuro donde, por ejemplo, industrias como ustedes de gran tamaño bonifiquen al productor que adopta buenas prácticas o es muy incipiente pesar en eso? 

- Lo veo incipiente. Pero principalmente es una cuestión que depende del mercado. Me refiero a que el mercado acepte pagar más por un producto diferencial. En realidad lo que observamos, y sobre todo desde el mercado externo, es que a futuro más allá de que se pague más por leche proveniente de tambos con manejo sustentable o tambos Net Zero o que trabajen con buenas prácticas, lo que ocurrirá es que será una exigencia a cumplir. Es decir, si como industria tenés esas condiciones estás dentro del mercado y si no, estás afuera. Entonces ya excede una diferenciación de precios, sino que se trata de acceso a mercados. Y allí hay que decir que si el mercado se abre o se cierra es más importante que la diferenciación de precios. Obviamente hay que producir y hay que vender y si el cliente exige “es esto o nada” tenemos que cumplir. En Europa se aplicaron una serie de restricciones ambientales en la producción primaria y como consecuencia de eso, es muy incipiente todavía, pero se está viendo cierta reducción en la producción. Por lo cual, si  necesitan importar para cubrir los déficits, van a tener las mismas exigencias para el resto del mundo que las que pusieron para sus productores. No creo que ningún tambero europeo se sienta cómodo al tener que reducir su producción por cuestiones ambientales y después entre leche de cualquier país sin ningún tipo de control. Parecían cosas del futuro y es algo bastante cercano. Aún no pasó con la leche pero es muy factible que ocurra en el corto plazo y hay que estar preparados porque no se puede adecuar la producción de un momento para otro. Las nuevas generaciones se preocupan no solo por la calidad del producto, sino de dónde viene. Al consumidor ya no le vendés lo que vos querés, sino lo que él quiere consumir, independientemente de la calidad. Podés tener un producto excelente pero además te exigen que les cuentes de dónde viene, en qué condiciones se produce, qué tan amigable con el ambiente sos o cómo tratás a los animales. Son demandas del consumidor, quizás todavía de los más sofisticados, pero crecen. Como sector si nos queremos posicionar como un jugador importante hacia el mercado externo, tenemos que estar atentos a estas cuestiones. Además esto no representa ningún costo excesivo, sino que muchas de las cuestiones son de manejo, hacer mejor las cosas con los recursos que ya tenemos. Por suerte en Argentina hay una capacidad de producir muy amigable con el ambiente, tenemos productores muy profesionalizados, y creo que lo podemos lograr, no es algo imposible.

- Se observa mucho en las ferias específicas como Expoagro, Agroactiva y otras vinculadas al sector lácteo, oferta de maquinaria y equipos o infraestructura para tratado de efluentes, uso de energías renovables para los tambos ¿Ven una mayor adopción de estas opciones por parte de los productores?

- No es masivo. Se ve más que nada en lo que respecta a energía renovable. Algunos campos incorporan algún sistema de energía solar. Un tambo robótico de Tandil, por ejemplo, que es de tipo pastoril, tiene robots de ordeño y los alimenta con energía solar. Hay otros productores, por ejemplo, que tienen termotanques solares para el elevado de las máquinas de ordeñe y para bombas de extracción de aguas. Se están empezando a incorporar todas esas cosas. Eso ya requiere una inversión, y también disponer de las herramientas financieras para poder afrontarlo. También todos los proyectos nuevos ya incorporan un sistema planificado de tratamiento de efluentes.
 

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