Políticas
24.01.2025

Hogares y residuos

Una lupa que examina la higiene urbana porteña

El 47% de los hogares separa en origen, pero sólo el 20% lo hace en forma correcta. Los datos de la medición que realiza el Observatorio de Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires

Por: Eugenia Langone mail

El 47% de los hogares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) separan residuos, aunque ese dato se reduce a un 20% si se analiza la calidad de este proceso que en la mayoría de los casos está afectado por una incorrecta selección de los materiales.

Los datos se desprenden de un relevamiento pormenorizado que comenzó a construir y consolidar el equipo Sustentar del Observatorio de Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, con la intención de aportar datos para la construcción de políticas públicas en torno a la deposición final de los residuos. Es parte del Proyecto Monitor de Reciclado y se denomina “Indice de Separación en Origen”, al estudio que realizan en contenedores negros y grises.

Desde 2018 la organización no gubernamental Asociación Sustentar integra, junto a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, el Observatorio de Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, un espacio que articula acciones con el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana. 

A priori, los datos muestran que los porteños cumplen con la normativa de separación de residuos, pero si se hace foco en la forma en que lo hacen, esa proporción desciende una veintena de puntos. De hecho, en el 67% del total de bolsas de basura detectadas había, por lo menos, un material reciclable de “fácil separabilidad”.

Con esos datos, que se basan en criterios que admiten “errores” por parte de los vecinos, se construyó el indicador que les permitió estimar que en el 47 % de los hogares separan residuos y el 53% no lo hacen. 

“El Observatorio de Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires es un organismo que asesora, tanto de manera técnica como de consulta, a la Subsecretaría de Higiene de la Ciudad de Buenos Aires, y lo hace básicamente generando información objetiva y construyendo, indicadores que se ponen a disposición de la ciudad para poder tomar decisiones basadas en evidencia”, explicó a Ecobiz Florencia Carballo, integrante de Asociación Sustentar y coordinadora del Proyecto Monitor de Reciclado. 

“La característica de este trabajo es que son datos consolidados, es decir que se miden con una determinada frecuencia en determinados períodos del año y cuando se finaliza, se presentan a la gestión de la ciudad y en algunos casos son utilizados para programas o acciones específicas”, detalló Carballo. 

Raúl Taghón es el encargado del análisis de datos de la organización y destacó que la apuesta fue a “construir datos que en la ciudad no existían”. Y así como señala las fortalezas, marca los próximos desafíos. “Lo que nos está faltando es comenzar a construir desde nuestro lugar las propuestas concretas para trabajar en la mejora de esos datos”, dijo. 

Separar, sí o no

La prueba piloto del monitoreo de separación en origen en Ciudad de Buenos Aires comenzó en 2019, la pandemia dejó casi paralizado el proyecto, que se reinició en 2021 y consolidó sus mediciones en 2022. 

Es que de acuerdo a la normativa que rige en Ciudad de Buenos Aires, “el vecino tiene la obligación de separar los residuos en dos fracciones, reciclables y basura, para lo cual hay en cada cuadra un contenedor verde para el material reciclable y otro negro la basura”, señaló Carballo.

“Lo que buscamos es saber cuántos hogares separan sus residuos en la Ciudad de Buenos Aires y la manera más fácil que encontramos, y también creo que más efectiva es ver efectivamente en la bolsas cuántos reciclables van a la basura”, explicó Taghón y agregó: “Si van reciclables a la basura, nos hace suponer que ese hogar probablemente no no esté separando correctamente”. 

Así, el trabajo toma como unidad de análisis una bolsa de basura de los contenedores que se contabiliza como un hogar. “Hacemos una selección aleatoria en la ciudad de Buenos Aires y vemos qué contenedores debemos analizar”, puntualizó.

Las mediciones se realizaron dos veces a lo largo de 2024 y en la última medición mostró que el 67% de las bolsas de basura tenían al menos un material reciclable de los que se consideraban de “separabilidad fácil” y sólo el 16% de las bolsas no tenían en su interior ningún material reciclable. 

Los materiales más encontrados fueron cartones, botellas de bebidas PET, envases de yogur, queso crema y postre, bandejas plásticas de comidas, y bandejas de telgopor. 

Con esos datos, que se basan en criterios que admiten “errores” por parte de los vecinos, se construyó el indicador que les permitió estimar que en el 47 % de los hogares separan residuos y el 53% no lo hacen. 

Es más, Taghón señaló que que si hubiera que ponerse “purista” y descartar errores, la proporción de hogares que se toman el trabajo de separación en origen desciende a algo más del 20%. 

Pero incluso con esos resultados, ambos afirmaron que las cifras de separación mejoraron desde el inicio del monitoreo . Taghón recalcó la multifactorialidad de esa mejora, porque si bien hay acciones de concientización y educación que son constantes, las grandes campañas son más esporádicas en la ciudad. 

Incluso su colega señaló que “es notorio en las encuestas de percepción de los vecinos cómo la proporción de vecinos que separa es mucho mayor a los que realmente hacen la tarea”. 

Lo cierto es que con 16 centros verdes, o también llamados centros de clasificación, además de una red de contenedores que alcanzan toda la trama urbana, los integrantes de la organización recalcaron que Caba “es una ciudad que cuenta con toda la infraestructura necesaria para que los vecinos separen residuos”. 

Sin embargo, los números muestran que no alcanza sólo eso para que en los hogares efectivamente se haga la separación y por eso, recalcaron los pasos básicos para que quienes no lo hacen, comiencen a hacerlo. 

“Saber cuáles son los materiales reciclables, hacer una primera separación gruesa entre secos y húmedos, y conocer bien los puntos de disposición”, enumeraron y Taghón remarcó el último punto: “No son pocos los que hacen la separación, pero luego dejan la bolsa en el contenedor equivocado”. 
 

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