Políticas
21.11.2024

Menos basura

Residuos: Rosario da un paso hacia la captación de biogás

El nuevo pliego para la concesión del servicio de disposición final de la basura urbana contempla reconvertir el metano y, en una segunda etapa, generar energía

Por: Eugenia Langone mail

Al tiempo que reduce el volumen de residuos que se vuelcan al relleno sanitario de Ricardone, Rosario busca, a partir de la presentación del nuevo pliego para la disposición final de la basura, ir un paso adelante en materia ambiental y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. La propuesta enviada al Concejo Municipal no sólo plantea la obligatoriedad del concesionario de llevar adelante el tratamiento de los líquidos livixiados, sino que además avanza en la captación del gas metano para, en una segunda etapa, dar el salto hacia la generación de energía eléctrica. 

Si bien existen antecedentes de este tipo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) e incluso un proyecto fallido del sector privado en Rosario, el secretario de Ambiente y Espacio Público de la Municipalidad, Luciano Marelli, explicó a Ecobiz que los pliegos “sentarán las bases para que la ciudad pueda aprovechar la energía del relleno, al tiempo que se continúa minimizando el volumen de basura que tiene ese destino y aumentando lo que se recicla”. 

Los gases de efecto efecto invernadero que generan las ciudades como Rosario “provienen en un 18% de la gestión de residuos”, señaló el funcionario y agregó que “gran parte de ese porcentaje corresponden al relleno sanitario”.

El proceso que propone el municipio a partir de la firma del próximo contrato que se extenderá por seis años, es fundamentalmente recuperar el gas de la descomposición de los residuos y convertirlo, a través de su quema controlada, en dióxido de carbono. La ventaja, explicó Marelli, está en que éste último “tiene un efecto de calentamiento global 21 veces menor que el metano proveniente de la descomposición de la materia orgánica, lo que reduce significativamente el impacto en el calentamiento global”. 

Ese paso de metano a dióxido de carbono, detalló, “se lleva adelante a través de una quema controlada mediante un sistema de filtros, cañerías, pozos de captación y con una antorcha”, y agregó: “Está medido que a cien años, al convertirse el metano en dióxido de carbono, se reduce el impacto 21 veces y medido a 20 años, la reducción es de 84 veces”.

Esta primera fase, que es la prevista en el nuevo pliego de concesión, deja el escenario preparado para que en una segunda etapa, ya sea a través de la contratación de la infraestructura necesaria o de financiamiento internacional, estos gases puedan convertirse en energía eléctrica.

El funcionario afirmó que este avance forma parte del  Plan de Acción Climática 2030 (Plac) que “busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan en la ciudad a través del avance en diferentes aspectos de la gestión, entre ellas el manejo de residuos, y que establece pautas claras como es la reducción de un 22% de la generación gases de efecto invernadero”.

La basura se reduce

Marelli remarcó que el avance se da además en un contexto en el que la ciudad "tiene un promedio diario de disposición final de residuos que está en su punto más bajo desde 2010”, y agregó que “todo esto forma parte de un plan que se viene construyendo paso a paso con una mirada puesta en el largo plazo en lo que se refiere a la gestión de los residuos“. 

Respecto del incremento en la recuperación y la disminución del volumen que se traslada a Ricardone, Marelli indicó que a comienzos de 2024 se trataban unas 600 toneladas mensuales de residuos domiciliarios en el Centro Ambiental de Tratamiento, mientras que a octubre de este año el volumen se había duplicado a más de 1.200 toneladas. 

Además de remarcar el desafío por delante de “seguir incrementando estas cifras”, detalló que en paralelo se registró una disminución del 9% en el promedio diario de toneladas enviadas al relleno sanitario entre lo remitido en 2024 - que suman 731,71 toneladas - y lo registrado en los últimos años. 

El pico de basura que llegó a Ricardone en la última década, según indicó, fue en 2017, con un promedio diario que alcanzaba las 845,06 toneladas, cifra que en la actualidad se redujo un 13,4%.
 

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