Lanza franquicias
Recargó el tóner de su negocio y lo imprimió en grande
Innovó con un modelo de negocios de impresiones sustentables y redujó un 90% el impacto ambiental
Por: Florencia Boeri mail
Mariana Tobares hace 20 años que se dedica a la gráfica y hace 3 dió un giro en su negocio: lanzó Print Eco, un taller de impresiones sustentables que el mes pasado abrió su segundo local en Capital Federal y busca expandirse con franquicias a todo el país.
La gráfica sustentable es un nicho poco explorado en Argentina, por lo cual la emprendedora da sus pasos guiándose entre el conocimiento ganado en sus dos décadas de experiencia, su interés por lo ambiental y su intuición.
En los tres años que lleva adelante Print Eco logró una facturación anual de 100 millones de pesos por año y logró un caudal de 30.000 impresiones mensuales. “Para nosotros que hacemos impresión digital y UV es un muy buen número”, considera.
¿Cómo fue virar de un negocio tradicional a uno del que no había experiencias cercanas para seguir?
En términos operativos, la empresaria relata que implicó cambiar la maquinaria por equipos que no emitan vapores, tengan un bajo consumo energético y generan baja cantidad de residuos: entre 500 y 600 gramos de residuo de tóner cada seis meses. Además de la implementación de nuevos procesos y procedimientos. “Apuesto a un negocio de calidad y aggiornado a la actualidad para poder sostenerlo en un mercado tan competitivo”, explica y agrega que el objetivo es actualizar las máquinas cada 4 años.
Uno de los procesos que implementó es el reciclado de residuos de papel, que si bien en la imprenta trabajan buscando la máxima optimización, había un pequeño porcentaje de residuo que les costaba ubicar, ya que las empresas que dedican al reciclado solo admiten toneladas. La solución la encontraron forjando una alianza con la Fundación Garrahan, que tiene un programa de reciclado de papel.
Respecto a los residuos de tóner, los derivan al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que lleva adelante un programa de reciclado para residuos especiales. Por otra parte, el proceso implicó buscar proveedores que también estén alineados bajo el paradigma de la sostenibilidad.
Más allá de las cuestiones logísticas y operativas, las ganas de crear un modelo de negocios de impresiones sustentables surgió cuando Mariana estaba cursando la Diplomatura de Gestión y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, más específicamente la materia de Impacto Ambiental, la que la llevó a repensar las posibilidades que se podían explorar en su rubro.
Como en gráfica el 90% de los insumos son importados, la emprendedora viajó a una feria que se realiza cada cuatro años en Alemania con la idea de incorporar insumos ecológicos. “Acá hay muy poco y es artesanal, por lo que se hace imposible trabajar con mucho volumen”, explica.
Si bien con el modelo de negocios que implementa logró reducir el impacto ambiental un 90% en relación a una gráfica tradicional, Tobares quiere lograr que todo sea 100% sustentable, pero considera que por el momento es imposible porque falta estructura.
¿Cuánto tiempo lleva recuperar la inversión del nuevo equipamiento? La empresaria asegura que una vez que está la máquina en marcha “se paga sola”, ya que es la misma tecnología la que te permite generar nuevos servicios y productos que enseguida salen a la venta. “La recuperación es muy rápida, a la máquina de producción en 6 meses de trabajo ya la había recuperado”, comenta. Destaca dos beneficios puntuales: haber logrado consolidar un público y no tener ningún mes de baja gracias a la cantidad de productos y servicios que puede ofrecer.
Chicos y multis
Respecto al público, se acercan a Print Eco no solo personas comprometidas con el ambiente sino también empresas, sobre todo multinacionales con sede en el país, que necesitan cumplir con determinados estándares de sostenibilidad, y solicitan trabajos en papel ecológico certificado. Por otro lado, explica que al tener demanda de trabajos personalizados y de baja cantidad hay una rotación más rápida que deja mejor ganancia.
“Estuve 20 años en gráfica, vos trabajabas diez meses para doce, porque en enero y febrero el trabajo caía mucho. Si bien hoy en esos dos meses baja la atención al público, los negocios aprovechan para arreglar cartelería, entonces siempre se compensa y ya no tenemos esa caída abrupta”, detalla la emprendedora.
Hay otros aspectos que Tobares destaca a la hora de disparar el crecimiento de su modelo de negocios: una estrategia de comunicación a mediano y largo plazo y las herramientas de Google. Por último, el secreto menos innovador pero no menos efectivo: construir un buen grupo humano de trabajo para poder delegar y ocuparse del crecimiento real de Print Eco.
La empresa cuenta con 4 empleados que llevan el día a día del taller. “Esto lo llevo adelante sola, no tengo socios, yo estaba en el mostrador y me ocupaba de todo, pero la clave es aprender delegar para poder crecer”, asegura.
La intención es escalar en el negocio a partir de la apertura de franquicias en todo el país. Asegura que reciben consultas desde diversos puntos del interior del país: Córdoba, Mendoza, Misiones, Santa Fe, la Costa Atlántica y del interior de la provincia de Buenos Aires. Los nuevos locales van a estar sujetos a controles para que no se pierda el foco del trabajo a conciencia. “No es complejo, solo es un modelo diferente”, opina Mariana, y asegura que son los primeros pasos en un camino que va a ser largo, ya que hay mucho para hacer.