Cambio de packaging
Un icónico escocés que se guarda en papel
La compañía fabricante de un emblemático whisky incursiona en nuevos envases para reducir la huella de carbono. Primero los prueba en bares
La emblemática marca de whisky escocés Johnnie Walker, propiedad de la compañía de bebidas británica Diageo, lanzó su botella sostenible, fabricada en un 90% de papel. Se trata de una prueba que realizará la compañía en un bar de la ciudad de Edimburgo para su producto “Black Label”.
Frente a los desafíos que imponen los nuevos consumos frente al cambio climático y prácticas de producción sustentable, son muchas las industrias ya trabajan para adaptarse a estas demandas.
Diageo, la compañía británica matriz dedicada a la fabricación y distribución de bebidas alcohólicas, entre ellas Johnnie Walker, está explorando activamente el uso de envases de papel en toda su cartera como parte de este camino hacia la sostenibilidad.
En este caso, la estrategia global de la compañías es reducir el peso de los envases en un 10% durante esta década y aumentar el contenido reciclado en los envases al 60%. Además, se plantea para 2030 que todos sus envases sean reciclables, reutilizables o compostables.
La empresa de bebidas ya había realizado una primera prueba, en colaboración con PA Consulting en un formato mini, pero ahora lo realiza con una botella de 70 cl de papel en el sector hotelero.
La prueba permitirá evaluar la aceptación que tiene esta botella entre los camareros y cómo se usa dentro de un bar. Según revelaron desde la compañía, se utilizarán un total de 250 botellas de papel y se espera que la prueba se prolongue hasta mediados de octubre, período en el cual los consumidores podrán verlas botellas en uso detrás de la barra, pero no podrán comprarlas.
Se estima que este prototipo podría reducir las emisiones de carbono hasta en un 47% en comparación con la botella de vidrio equivalente de Johnnie Walker Black Label.
Este envase cumple con los estándares de seguridad alimentaria y será totalmente reciclable utilizando la actual infraestructura de reciclado.
Las características
Esta botella está fabricada con un 90% de papel y un revestimiento de plástico fino. El cierre de la misma, desarrollado en colaboración con PA Consulting y PulPac, utiliza una combinación de corcho y tecnología de fibra moldeada en seco. El diseño permite reciclarlo, ya que el revestimiento de plástico no está adherido a la capa exterior de papel para facilitar su separación en las instalaciones de reciclaje. Sin embargo, el tapón utilizado en este ensayo no es reciclable y todavía se están desarrollando soluciones alternativas.
El objetivo es, cuando la tecnología lo permita, que este tipo de envases contenga bebidas carbonatadas e incluso pueda utilizarse en bebidas calientes sin que afecte a la estructura del envase, pero son innovaciones que aún tardarán meses en llegar.
El propósito es conseguir que con el tiempo, los envases de vidrio y PET (tereftalato de polietileno) sean sustituidos por otros mucho más respetuosos y sostenibles con el medio ambiente, como esta nueva botella que se ha presentado.
La directora de marca global de la compañía, Jennifer English, indicó que “el uso de materiales reciclables en los envases ofrece numerosos beneficios, tanto medioambientales como empresariales”, porque “contribuye al perfil de sostenibilidad de una empresa, reduce los residuos y minimiza los costos de fabricación y de recursos, lo que proporciona beneficios económicos”.
La estrategia también incluye un objetivo de emisiones de 1,5 °C basado en la ciencia para las emisiones indirectas (alcance 3). En ese punto, Diageo se ha comprometido a reducir a la mitad las emisiones absolutas de alcance 3 para 2030, en comparación con el año de referencia 2020.
El embalaje contribuye a un tercio de las emisiones totales de carbono de alcance 3 de la empresa, innovar para ofrecer embalajes más livianos e incorporar materiales diferentes contribuirá significativamente al cumplimiento de los planes climáticos de Diageo.