Para deportistas
Crean una pila que usa el sudor como fuente de energía
Es un innovador desarrollo del Instituto Tecnológico de Energía (ITE) de Valencia. Aquí los detalles
Un grupo de investigadores españoles están desarrollando una biopila que sea capaz de alimentarse con el sudor de los deportistas - integrada en los tejidos de su ropa - y que permita generar energía para el funcionamiento de dispositivos como los que miden las pulsaciones, la velocidad o el ritmo de la carrera.
Se trata de un proyecto que están desarrollando los centros tecnológicos englobados en la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit), todos ellos financiados por el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace+i) a través de fondos Feder.
Concretamente de un proyecto llamado Energym Cell, desarrollado por el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) que, en concreto, busca crear una biopila que pueda integrarse en tejidos deportivos y que sea capaz de generar energía a partir del sudor.
La intención es que el cuerpo humano se convierta en fuente energética a través del lactato presente en el sudor, que es una molécula más abundante que la glucosa y por lo tanto más fácil de usar como fuente de energía.
Es una de las últimas innovaciones del equipo de investigadores que se suman al reto de la transición energética y a la búsqueda de soluciones contra los efectos del cambio climático.
"Los materiales utilizados para crear los electrodos son muy económicos. Este prototipo de desarrollo es compatible con la economía circular y es perfectamente escalable para que sea una realidad en el mercado", señaló Laura García Carmona, a cargo de la investigación.
En el ITE relacionaron esta práctica con la llamada “energy harvesting”, o recolección de energía, una línea de investigación sobre cómo aprovechar fuentes naturales o biológicas para alimentar dispositivos de bajo consumo.
Es decir, que el cuerpo humano se convierte de este modo en fuente energética a través del lactato presente en el sudor, que es una molécula más abundante que la glucosa y por lo tanto más fácil de usar como fuente de energía.
Durante más de un año, el centro evaluó distintos métodos de impresión y deposición de materiales sobre soportes flexibles para desarrollar electrodos innovadores y, una vez obtenidos, se les somete a procesos químicos y biológicos para que pasen a formar parte de las biopilas.
Las pruebas confirman que la biopila puede alimentarse con el propio sudor y mantener su funcionamiento en condiciones normales de uso, aunque se investiga también la durabilidad de los tejidos, de forma que las prendas que integren la biopila puedan lavarse sin que se altere su capacidad funcional.
"Hemos creado electrodos en textil que pueden ser usados como (bio)sensores de tipo electroquímico y hemos comprobado que la biopila se alimenta con el propio sudor y funciona perfectamente. Ya hemos demostrado que con un poco de sudor podemos generar 3.5 voltios para alimentar un dispositivo", señalaron los investigadores.
Además, y en colaboración con las empresas MySphera, Biobee, Lurbel y Gnesis EMS, se desarrollaron dos demostradores: una biopila operativa y una muñequera equipada con un sensor conectado a un microchip que mide la resistencia muscular según la actividad.


