Construcción sustentable
Fabrican hormigón con bajo impacto ambiental
Un grupo de Córdoba encaró un nuevo modelo de producción que incluye recuperación de agua, escombro cero y reducción de emisiones
Por: Eugenia Langone mail
Más de 3 millones de litros al año de agua de lluvia y un circuito de recuperación de la que fue utilizada, una política de “escombros cero” y la reducción en un 38% las emisiones de dióxido de carbono son apenas algunos de los nuevos estándares que el grupo cordobés Tejamax lanzó al mercado de la construcción en las últimas semanas.
“Una nueva forma de hacer las cosas”, las llamó el responsable de Comunicación Institucional de la empresa, Leonardo Vargas, y agregó: “Eficiente, innovador y con un respeto profundo por el ambiente y las comunidades del entorno”.
La compañía que desde hace más de una década fábrica hormigón elaborado y premoldeado, presentó su nuevo modelo de gestión sostenible, Smart Max, así como la infraestructura que hay detrás de la fabricación de hormigón con impacto ambiental reducido.
Santiago Tabbachi, gerente de Producción de la compañía y a cargo de todos los procesos tecnológicos que dieron lugar al nuevo modelo, explicó que las innovaciones “surgen en respuesta a una necesidad” y consideró que “la construcción inteligente no es una opción sino una necesidad para un futuro sostenible”.
Sobre lo hecho hasta acá, el ingeniero sintetizó el trabajo como“el desarrollo de un Plan Ambiental que incorpora una serie de prácticas sostenibles en base a los principios de la economía circular, el reciclaje y la reducción de residuos”.
En concreto, la empresa que cuenta con seis plantas de producción en la provincia mediterránea, trabajó sobre seis ejes centrales. El primero es la puesta en marcha de una planta modelo de recuperación, captación y reutilización del agua que permite no sólo recuperar el 100% del agua que se utiliza para el lavado de camiones y reintroducirla en los circuitos de producción, sino que además recoge más de tres millones de litros de agua de lluvia cada año.
La tecnología para la aspiración de polvo no sólo evita la polución del aire, sino además la pérdida de hasta 25 toneladas de hormigón.
A esos ejes, se suma una política generación de escombros cero con la construcción de blocones que se fabrican a partir de sobrantes de hormigón y reciclado de hormigón fresco. Y la incorporación de tecnología telemática para establecer modelos de conducción segura y la reducción de emisiones de gases contaminantes, lo que se logró disminuir la producción de dióxido de carbono en un 38%.
Con plantas en la capital cordobesa, así como en Tanti y Río Primero, donde comenzaron a funcionar en 2007, la empresa produce hasta 14 mil metros cúbicos de hormigón elaborado en sus diferentes tipologías.