Tecnologías
21.11.2025

Cambio de paradigma

Blockchain: cómo pueden usarlo las empresas para ser más sostenibles

La herramienta habilita la trazabilidad, permite verificar atributos ambientales y sociales y reduce riesgo de greenwashing. ¿Cómo funciona?

“La conversación sobre sostenibilidad empresarial ya no se gana con compromisos, se gana con datos verificables”, dijo Fabián Garófalo co fundador de la consultora EcoEtika que trabaja acompañando los procesos sostenibles de las empresas, esencialmente pymes.

En ese camino, consideró que “blockchain aporta una base de confianza para registrar, verificar y auditar información ambiental y social con menor fricción y mayor trazabilidad” y “no es un fin en sí mismo, sino una infraestructura para pasar de narrativas a evidencias”.

Según explicó el especialista, blockchain aborda tres necesidades críticas: habilita la trazabilidad de extremo a extremo en cadenas de suministro complejas; permite la verificación de atributos ambientales y sociales sin depender de un único intermediario; y reduce el riesgo de greenwashing y otros “washings” gracias a registros inmutables y auditables que dejan rastro de cada decisión y dato relevante.

Cómo funciona en la práctica

Para aquellas empresas que están recién familiarizándose con estas herramientas, es clave conocer cómo es su funcionamiento. Ante esto, Garófalo explicó el proceso: “La captura de datos se sustenta en sensores IoT (internet de las cosas), imágenes satelitales y oráculos que aseguran la entrada de información del mundo físico a on-chain, mientras que los gemelos digitales replican activos y procesos para un seguimiento continuo”.

En tanto, “la automatización descansa en contratos inteligentes que ejecutan reglas de negocio, como la liberación de pagos condicionada al cumplimiento de KPI de huella de carbono o de estándares sociales”.

Por otra parte, la identidad y la confianza “se gestionan con identificadores descentralizados (DIDs) y credenciales verificables, que atan datos a actores y activos preservando la integridad y la privacidad”.

A su vez, las evidencias y los reportes se consolidan con esquemas de MRV digitalizados, registrando medición, reporte y verificación con sellos temporales y firmas criptográficas.

Casos de uso prioritarios

El especialista explicó que esto se utiliza de diferentes formas según los sectores y las necesidades. Por ejemplo, en energía y clima, la tecnología facilita la certificación y la tokenización de Certificados de Atributos Energéticos (EACs/RECs), la trazabilidad de energía renovable hora a hora y la gestión de créditos de carbono y EACs/RECs con controles robustos para evitar el doble conteo. 

En contabilidad de emisiones, permite la conciliación de datos de Alcances 1, 2 y 3 con reglas alineadas al GHG Protocol y a las normas ISO 14064/14067, además de integraciones con ISO 50001 para impulsar la eficiencia energética. 

En cadena de suministro, aporta evidencia de origen y contenido reciclado, apoyándose en estándares de intercambio y en ontologías sectoriales. 

En economía circular, sustenta pasaportes digitales de productos que documentan mantenimiento y fin de vida, facilitando la reutilización y el reciclaje.

Interoperabilidad y estándares

La interoperabilidad se apoya en estándares de datos y credenciales como W3C Verifiable Credentials y DID, que habilitan identidades y evidencias portables. 

Por otra parte, en materia de reporte y regulación, la alineación con GHG Protocol, ISO 14064/14067, GRI, ISSB, TCFD/TNFD y, cuando corresponda, ESRS/CSRD, asegura compatibilidad con marcos de divulgación y requisitos normativos. 

En tanto, las integraciones industriales se facilitan mediante APIs abiertas, Open Platform Communications Unified Architecture (OPC UA) y catálogos de datos con metadatos verificables.

Garófalo, de EcoEtika dio una hoja de ruta para que las empresas puedan comenzar con el uso de estas herramientas.

¿Cuáles son los riesgos y límites de esta tecnología? “Se concentran en la calidad de los datos, la complejidad de implementación y la custodia técnica”, dijo Garófalo y explicó que si la información de origen es deficiente, se aplica el principio “garbage in, garbage out”, por lo que resulta clave la calibración de sensores, el muestreo riguroso y la auditoría independiente. 

Por eso, recomendó una hoja de ruta para arrancar en este proceso. “El camino comienza por definir con claridad el problema y los KPI de impacto; continúa con mapear las fuentes de datos y las brechas de MRV; sigue con diseñar un modelo de gobernanza y de privacidad acorde a los riesgos; avanza con un piloto acotado, con métricas de éxito claras; y escala de forma progresiva, priorizando la interoperabilidad y la automatización a medida que se consolidan los aprendizajes”, detalló el co titular de EcoEtika.

“Blockchain no es una varita mágica, pero sí un habilitador para pasar de promesas a evidencias en sostenibilidad”, dijo.

“Combinada con contratos inteligentes, oráculos IoT y gemelos digitales, permite trazabilidad de punta a punta y auditoría casi en tiempo real de atributos ASG”, indicó y agregó que “la verificación se fortalece con marcos de MRV, credenciales verificables y DIDs, mientras que la tokenización de EACs/RECs y créditos de carbono estandariza la certificación y reduce el fraude”.

Por eso, “integrar estas herramientas donde realmente crean valor, y no por moda, permitirá reportar con confianza, atraer capital y acelerar una transición justa basada en datos confiables”, concluyó.
 

arrow_upward