Día de la minería
Minería sustentable: ¿meta alcanzable o sólo un enunciado políticamente correcto?
Referentes de grandes compañías mineras debatieron sobre la viabilidad del proceso de descarbonización del sector. Límites y oportunidades en una charla durante Expomin 2025
Por: Sandra Cicaré mail
La minería sustentable ¿es una meta alcanzable o solo un oximorón corporativo? ¿Pueden y están dispuestas las grandes compañías que explotan los recursos naturales a armar estrategias de largo plazo que permitan considerar qué queda en los territorios después de que un proyecto minero se retira?
Esos interrogantes fueron los que – sin esquivar la autocrítica – se animaron a debatir los CEOs, directores y representantes de la gran minería durante Expomin 2025, la feria del sector más grande de Latinoamérica que se realizó en Santiago de Chile. Allí, con más o menos convicción, todos coincidieron en que la “descarbonización” de la actividad es un camino innegociable, pero que necesariamente debe incluir a toda la cadena de valor y no sólo a la actividad minera propiamente dicha.
“Tenemos un doble rol, alentamos la carbono neutralidad con minerales y se nos exige que nosotros seamos carbono neutrales. A ese balance hay que pensarlo muy bien porque en Chile, como en la mayoría de los países, la minería es decisiva en el PIB e imponerle metas de producción sostenible que encarezcan el recurso solo le hacen mal a la economía”, dijo María Recart, economista y directora de la minera Lundin Mining.
“A la minería se le planteó una doble misión: que produzca más energías renovables y limpias para abastecer a la electromovilidad que requiere minerales como el litio u otros, pero al mismo tiempo que emitamos y contaminemos menos”, afianzó Fernando Lucchini, presidente ejecutivo de la Corporación Alta Ley, la institución público privada que busca fomentar un ecosistema minero sustentable.
Equilibrar lo económico y ambiental no parece una tarea sencilla, pero es un planteo que se impone en un contexto global donde todas las industrias están interpeladas por los consumidores.
El nudo del problema
Un estudio elaborado por Alta Ley mostró que el 51% de la huella de carbono de la actividad pertenece al Alcance (Scope) 3, es decir a la cadena de proveedores vinculadas al sector que incluye productos y servicios involucrados a la actividad, pero que no son estrictamente el core del negocio minero.
En tanto, el 19% corresponde al Alcance 1, es decir la producción minera exclusivamente, concentrada esencialmente en las emisiones de los grandes camiones que se utilizan para la extracción en el terreno (en un 90%); y el 30% al Alcance 2, es decir a la energía utilizada para la actividad.
"El 51% de la huella de carbono de la actividad minera pertenece al Alcance 3, es decir a la cadena de proveedores y no a la actividad misma"
Así lo detalló Lucchini, quien explicó que esos datos surgen de un trabajo realizado en Chile junto a Codelco (la Corporación Nacional del Cobre de Chile) del que participaron las grandes compañías mineras que operan en ese país. “Nos metimos en cada proceso y subproceso, en hidrometalurgia y pirometalurgia y como resultado elaboramos una calculadora, que nos permitió conocer que el Alcance 3 era un problema muy importante para el sector”, dijo.
Ese fue el instrumento que les acercaron a los proveedores para que pudieran medir la huella y allí se encontraron con otra sorpresa. “El 85% no tenían como iniciativa medir huella ni tenían la visión de encararla, pero el 93% estaba dispuesto a hacerlo si les facilitaban las herramientas”, dijo el ejecutivo.
Esa calculadora les permite a los proveedores medir en forma estandarizada, y no de acuerdo al criterio de cada empresa, la huella de carbono. Para elaborar esa medida se consulta sobre el combustible que utilizan para sus operaciones, la electricidad y los servicios o productos que proveen. A eso se accede a través de Huella Minera, una plataforma que además intenta institucionalizar el conocimiento sobre la sostenibilidad en el sector.
“No nos quedamos pensando, actuamos”, dijo Lucchini al señalar que empresas como Anglo American lanzaron el camión a hidrógeno verde o el proyecto Hydra (Antofagasta Minerals, Engie, Mining3, Csiro, y Mitsui & Co) que ideó el primer prototipo de un tren a hidrógeno verde para aplicarlo luego a vehículos mineros.

Interpelado por la licencia social de los proyectos, por el impacto ambiental de las localizaciones propias de una actividad extractivista, el sector no pudo más que tomar la posta. “El costo de la inacción es muy alto”, reconoció María Teresa Ruiz Tagle, presidenta de CLG (Lideres Empresariales por la Acción Climática) Chile, quien además reconoció que un país minero como el trasandino – pero también ahora Argentina con sus nuevos desarrollos – tiene una oportunidad de negocios por la demanda de minerales críticos y por lo tanto, la actividad es rentable de cualquier manera.
Los minerales críticos y las tierras raras se utilizan, entre otras cosas, para el torque de la electromovilidad, de manera que una actividad que es tildada de contaminante es también la materia prima vital para la puesta a punto de matrices renovables.
"El costo de la inacción en descarbonizar la actividad es muy alto"
Recart se mostró menos optimista sobre la posibilidad de que el sector se comprometa masivamente. “Esta charla estaría llena de gente si el tema importara”, dijo frente a un auditorio que apenas cubría un tercio de una de las principales salas de conferencias de Expomin. Además, consideró “complicado” lograr la descarbonización en el sector más contaminante que es el Alcance 3, porque “no es una responsabilidad directa de la minería”, dijo y además “exigirles a los proveedores encarar este proceso tiene un altísimo riesgo, como es que dejen de proveer a la minería para dedicarse a otra cosa”, dijo. Esto llevaría a que sólo los grandes jugadores participarían porque tienen acceso a la tecnología para reconvertirse.
Una salida para la reducción de las emisiones también puede venir de la diversificación de los minerales extraídos. Así lo planteó Tommi Kaupila, investigador académico de GTK, el Servicio Geológico de Finlandia, un país que viene trabajando en este sentido. Dijo que la minería tradicional suele extraer un pequeño porcentaje de minerales valiosos, lo que resulta en altas emisiones de CO2 por unidad producida asignadas a ese producto.
Por eso sugirió “la diversificación” como una forma de reducir la huella ambiental. También, aprovechar la oportunidad de la industria minera de adaptarse a la energía renovable variable, utilizándola cuando es barata para procesos que quizás no requieran operación continua, más allá de pensar en otras fuentes como el hidrógeno que aún no están tan afianzadas.
Por eso, para Lucchini la descarbonización es un proceso que “hay que hacerlo con precaución” que va de la mano de la tecnología y la innovación.
Sin embargo, más que costo, esto fija beneficios. Así lo consideró Ruiz Tagle, quien dijo que así como el segmento de las energías renovables se transformó por motivos económicos en el caso de la minería es similar. “La reputación de una empresa también es una cuestión económica y es una inversión que se va pagar ahora y mañana, te mantiene en el mercado”, dijo a la hora de interpelar a los grandes ejecutivos del rubro a la hora de tomar decisiones.