Prueba piloto
¡Hay palito, bombón, helado sustentable!: una grande que gritó primero
Una de las principales cadenas de heladerías argentina creó los primeros potes reutilizables para reducir el uso del plástico. Estarán disponibles para todas sus franquicias en 2025
Por: Rodrigo Elias
En un mundo donde la sustentabilidad se convierte en un eje estratégico para las empresas, Grido creó los primeros potes de helado reutilizables (que además son angostos para que entren en el estante del freezer) con el fin de reducir el impacto ambiental, lo que marca un hito en la historia de esta industria. El proyecto se llevó a cabo con Xipa, una firma especializada en la evolución del plástico.
El lanzamiento de este producto, que se encuentra en un período de prueba con 5.000 unidades en Córdoba, se enmarca en un plan sustentable de la empresa que incluye varias acciones. En caso de que la experiencia piloto salga bien, los consumidores podrán encontrar estos potes en cualquier franquicia de Grido a mediados del 2025.
“Trabajamos mucho dentro de la fábrica en materia de sustentabilidad para que nuestros procesos tengan el menor impacto posible y para reciclar lo más que se pueda, hace dos años medimos nuestra huella para ver hacia dónde ir”, aseguró Javier Díaz Caballero, líder de Comunicación de Grido, en diálogo con Ecobiz. Y agregó: “Ya teníamos los potes de Tentación de litro, que los hicimos con diseños de Milo Lockett, que la gente guarda para distintos usos, pero seguimos pensando en cómo hacer que la gente no tire el telgopor y a partir de ahí surgió la idea de tener un pote reutilizable”.
El método que se lleva a cabo es el siguiente: el consumidor compra el pote, luego de tomarlo y lavarlo en su casa, lo vuelve a llevar a la heladería, donde le realizan otra limpieza y le recargan el helado.
Un camino de ida
Desde el 2019, la empresa apuesta a acciones de triple impacto a través de sus heladerías sociales, que tienen un formato de negocio inclusivo. En la actualidad, hay 1.000 heladerías sociales insertas en barrios de bajos recursos, cuyo objetivo es fomentar la inserción laboral de personas que no logran acceder al mercado de trabajo. “Al emprendedor le vendemos el helado a menor precio y el cliente encuentra la misma calidad”, explicó.
Además, el banco les otorga créditos a tasas bajas a los franquiciados. “Eso hace que sea un combo de negocios inclusivo, en el cual hay beneficiarios concretos que aprenden un oficio y después los acompañamos”, aseguró Díaz Caballero.
En cuanto al futuro, apuntó: “No nos conformamos con el pote reutilizable, ya estamos trabajando en una combinación de productos que nos permita tener también envases biodegradables”.
La empresa produce 90 millones de kilos de helado por año. “Si calculás cuántos potes son, te vas a dar cuenta que es muchísimo”, afirmó. De allí la importancia de evolucionar el telgopor. Además, un porcentaje se envuelve en papel (como el bombón helado o escocés) y otro viene en cajas. “Cuando evolucionemos con respecto a todo eso, el impacto va a ser mucho mayor aún”, concluyó.
Otra política de sustentabilidad se da en la misma fábrica de Grido, donde hay tratamiento de efluentes, circularidad y reciclaje de todo lo que se genera y lo que se utiliza (cartón, plástico). La empresa trabaja con la Escuela de Economía Circular de Córdoba y forma parte del cluster de Economía Circular de Córdoba, que la ayuda a interactuar con otros actores, como instituciones, fundaciones y gobiernos.
Leer más: Una app para seguirle el rastro a los residuos
“A nivel interno también estamos duplicando la fábrica y haciendo una planta de efluentes nueva, que se está terminando ahora”, manifestó. Y agregó: “La idea es llegar al 2030 con un volumen de producción de 130 millones de kilos e helado por año, ya tenemos una máquina que produce 40.000 palitos por hora y llegó una nueva que nos va a permitir duplicar ese número”.
La compañía también se propuso duplicar la cámara de frío, si bien ya tiene la más grande de América (de 13 pisos) que está automatizada.
Y también hay un trabajo sustentable con los proveedores, que impacta en la huella. “Trabajamos con 15 tambos que nos dan el total de su producción para nuestros helados, y muchos comenzaron a aplicar lo que llamamos buenas prácticas, que son alrededor de 100, para optimizar la producción de leche, y tienen muy buenos resultados”, cerró.
Trabajo en equipo
El área de innovación de Grido, que impulsó esta iniciativa, trabajó en conjunto con Xipa, una Empresa B cuyo propósito es evolucionar el plástico para cuidar el planeta. Esa evolución se lleva a cabo con estrategias de circularidad, de ecodiseños y de triple impacto. La compañía hace consultoría de I+D+I (investigación, desarrollo e innovación) orientada a evitar el mal uso de ese producto.
“Con Grido decidimos que el producto que íbamos a tratar de resolver es el descartable de un solo uso en plástico, como es el pote de telgopor o de poliestireno expandido”, le expresó Alejandro Romano Rusiñol, fundador de Xipa, a Ecobiz. Y amplió: “Queríamos darle al consumidor final la opción de elegir entre un pote descartable y uno reutilizable”.
Xipa se encargó de todo el proceso. Identificó la oportunidad, ecodiseñó el producto, lo definió y acordó con Grido y trabajó en la creación de una herramienta para fabricar el pote (que son tres moldes fabricados en Argentina). Luego eligió cómo iba a producirlo, los materiales (que fue un monomaterial que resiste 40 grados negativos de temperatura, para adaptarse a los freezers). Por último, diseñó la estrategia para integrar esta propuesta de reutilización y recarga de los potes en Grido, pensando a su vez en el consumidor final.
“Térmicamente, el desempeño del pote es muy alto, igual o superior a uno de tergopol”, afirmó. Y adhirió: “Está diseñado para que no tenga ninguna ranura ni nada donde puedan alojarse restos de helado cuando lo dejás, y para que sea simple de lavar, además de que entra en la puerta del freezer para quienes tienen ese estante, que permite que el helado no se cristalice tan rápido como cuando está dentro del freezer”.
Xipa diseñó una manera simple de lavar, sanitizar y reutilizar el envase. Y finalmente pensó cómo va a ser dentro de 3 años, cuando el pote deje de tener una vida útil, y cómo se van a reinsertar esos materiales en un nuevo producto en el futuro.
“Grido fue innovador, fue una propuesta disruptiva, nos dieron lugar, nos escucharon, nos trajeron todas las cosas que necesitábamos e invirtieron en el proyecto”, destacó. Y concluyó: “Es la primera cadena de heladerías del mundo en utilizar un pote reutilizable, y va a tener un impacto ambiental muy positivo que una heladería como Grido, que es una de las más grandes en volumen de producción, fomente el uso de potes recargables, reutilizables y evite los de un solo uso”.