Campo
13.11.2024

Alianza público privada

Un innovador desarrollo que cobija la semilla para hacerla invencible

Investigadoras de Conicet, Inta y la Universidad de Córdoba crearon un recubrimiento biodegradable y orgánico. Licenciaron una parte del know how a una empresa

Un equipo de científicas argentinas encabezado Mariana Melchiorre –investigadora del Conicet, el Inta, y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), trabaja en una innovación biológica que permitirá potenciar la productividad de los cultivos. Como parte de ese proceso, ya le otorgó una licencia de know how a la empresa Ceres Demeter, una pyme de la ciudad de Río Cuarto para producirla y comercializarla exclusivamente en maní.

El desarrollo es un recubrimientos para semillas y granos, formulados con componentes orgánicos naturales, biodegradables y de bajo costo, que permitan vehiculizar diferentes insumos agronómicos (tanto químicos como biológicos), con el objetivo de incrementar la productividad de los cultivos de forma sustentable. 

Se trata de matrices poliméricas, constituidas con almidón y otros compuestos de grado alimenticio, de origen nacional y alta disponibilidad.

“Los productos que conforman esta plataforma de biopolímeros para usos agroindustriales sustentables son aptos tanto para su uso en agricultura convencional y con alta demanda de insumos, como en producciones agroecológicas”, afirmó Melchiorre, quien tiene trabaja en la Unidad de Estudios Agropecuarios (Udea, Conicet – Inta), en Córdoba.

A través del Inta y la UNC, el equipo ya licenció el conocimiento a Ceres Demeter, una empresa cordobesa de base biotecnológica que se especializa en la producción de bioinsumos agrícolas y en la transferencia de tecnología para el sector agroindustrial.

En este caso, la licencia fue para realizar la producción y comercialización de un recubrimiento biopolimérico exclusivo para semillas de maní, que permite vehiculizar bacterias fijadoras de nitrógeno, minimizando la necesidad de fertilizantes químicos.

Esta transferencia implica que Ceres Demeter formula el biopolímero y  lo comercializa a empresas maniseras para que estas lo apliquen sobre semillas usando equipamiento especifico, con el objetivo final de mejorar la productividad del cultivo.

Cómo funciona

Los biopolímeros desarrollados por el equipo científico se pueden aplicar como recubrimiento o “coating” de semillas de cultivos extensivos, como soja, maíz, maní y poroto, o en forma de adhesivo para procedimiento de peletizado o peleteo en semillas de tamaño pequeño (hortícolas, aromáticas, forrajeras). 

En ambos casos, las matrices poliméricas permiten vehiculizar los insumos químicos o biológicos y obtener lo que se conoce en el mercado como semillas preinoculadas. 

De esta manera, al tratarse de biopolímeros, se evita al mínimo el poder residual de cualquier insumo químico, minimizando el impacto en el ambiente.

También les permite a los productores optimizar el uso de tiempo y reducir las potenciales pérdidas de los microorganismos. “El empleo de compuestos naturales atiende a la sustentabilidad ambiental, dado que, al momento de la implantación del cultivo, estos recubrimientos son degradados por la microbiota del suelo sin dejar residuos contaminantes, como los microplásticos, principal residuo de los polímeros sintéticos”, señaló Melchiorre.

Por otra parte, indicó que la licencia a Ceres Demeter, para la producción del recubrimiento de semillas de maní, “marcó un hito que le abrió al grupo la oportunidad de relacionarse con otras empresas del sector agroindustrial, para la potencial transferencia de otros productos de la plataforma”.

Actualmente el grupo se encuentra trabajando en el desarrollo y la validación de otras formulaciones para cultivos extensivos, como soja y vicia, en vinculación con una empresa global dedicada a la producción de inoculantes. 

“A partir de este proyecto, esperamos concretar la transferencia de nuevas formulaciones”, señaló la investigadora y destacó que ya cuentan con una formulación validada para recubrimiento de poroto blanco.
 

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