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25.10.2024

Doble vida

Le sacaron el chip al negocio

Dos cooperativas de Rosario son líderes en reciclaje y gestión de residuos electrónicos, una problemática que afecta a comercios y empresas

Por: Eugenia Langone mail

Recuperaron más de 150 toneladas de residuos electrónicos (Raees) que evitaron la emisión de unas 510 toneladas de dióxido de carbono en menos de cinco años, tienen Sello Verde Ambiental otorgado por el gobierno provincial de Santa Fe, garantizan la disposición final de materiales peligrosos y tienen tecnología especializada y habilitaciones que garantizan la trazabilidad de sus procesos.

Ese conjunto de logros es lo que posiciona a las cooperativas Tau y Fem Recicla, nacidas en Rosario, como las principales prestadoras de servicios y asesorías en la región en la gestión de miles de kilos de desechos electrónicos.

En una región donde aún hay empresas y comercios que admiten no saber qué hacer con sus computadoras en desuso, viejos mouses o impresoras y cartuchos que ya no utilizan, las dos empresas cooperativas llegaron para aportar una solución concreta para la disposición final de todo tipo de dispositivos electrónicos que forman parte de los denominados Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (Raees).

Las cooperativa Tau y Femrecicla son, en los dos casos, desprendimientos de la experiencia que hace ya casi 30 años puso en marcha Nodo Tau, una asociación civil que comenzó en 1995 en Rosario a trabajar para llevar los beneficios de internet y la informática a las organizaciones barriales de la ciudad santafesina. 

El trabajo que desarrollan no es menor. En Argentina se desechan al año en promedio 11,24 kilos de Raees y, de acuerdo a las últimas encuestas, en Rosario y la región aún un 20% de las empresas y comercios admite “no saben qué hacer” con esos residuos. 

Fem Recicla es especialista en manejo de desechos de toner.

En poco más de cuatro años - nacieron en 2019 -, pandemia de por medio, las cooperativas se fueron profesionalizando. En el caso de Tau se consolidó como la única en la ciudad en brindar servicios para la correcta gestión de Raees; y Femrecicla es líder en el trabajo con toners de impresoras.

Además, están entre las únicas en la región que cuentan con habilitaciones y Sello Verde Ambiental por parte del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe. 

El triple impacto

Elías Rodríguez hizo su proceso de aprendizaje en la asociación Nodo Tau, eso implicó saber que una computadora tiene por lo menos cinco tipos diferentes de plásticos. Hoy está al frente de la cooperativa Tau y muestra sus números: la planta de trabajo ya lleva procesadas 150 toneladas de Raees, que son las que no llegaron a los rellenos sanitarios de la región y que “significan 510 toneladas de dióxido de carbono que se evitaron emitir”, destacó. 

En ese proceso, que Rodriguez enmarca dentro de los resultados ambientales, también se evitó la llegada a rellenos sanitarios de 6,2 toneladas de residuos industriales no peligrosos y de 1,7 tonelada de residuos peligrosos que fueron dispuestos en rellenos de seguridad. 

A esos números se suma la recuperación de 25 toneladas de plásticos en sus diferentes tipos y el reacondicionamiento para su uso de más de un millar de equipos, que son utilizados en organizaciones sociales y barriales de la ciudad.  

Sin dejar de remarcar lo valioso del impacto ambiental, Rodríguez hace hincapié en el impacto social que ese proceso implica, no sólo entre los jóvenes que son parte de la cooperativa, sino además por lo que desde allí se construye. 

Como ejemplo y sin dejar de conmoverse, relata el trabajo que se llevó adelante junto al Programa Nueva Oportunidad durante la pandemia de Covid-19, en pleno 2020, cuando se lograron montar con equipos recuperados más de 50 puntos digitales en Rosario para garantizar la conectividad de diferentes barrios donde jóvenes y chicos fueron a aprender en tiempos de virtualidad. 

Un residuo particular 

Fem Recicla, la cooperativa que también es hija del Nodo Tau, nació de la mano de la empresa de servicios de impresión Veneta que (dedicada también al rubro) y de la asociación civil Cedeifam que trabaja en problemáticas de género. 

El proyecto está integrado por siete mujeres, como un modo de dar respuesta a las necesidades de inclusión laboral frente a la brecha de género en el mercado de trabajo. La mayoría de ellas es del barrio Casiano Casas donde tiene su enclave Cedeifam; y además, todas ellas trabajan con un residuo específico que es el toner de las impresoras.

Su especialidad es llevar adelante el tratamiento de cartuchos en desuso, lo que por un lado garantiza la disposición final adecuada de un material peligroso como es el polvo de toner que requiere tratamientos específicos, y al mismo tiempo se recupera el resto de los materiales que son valiosos para su reciclado. 

Así, explica Carolina Gentiletti, “se garantiza una gestión segura, reduciendo al mismo tiempo la huella de carbono asociada al ciclo de vida de estos insumos”.
Con su planta de trabajo en la zona norte de Rosario habilitada en 2024 por el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, la cooperativa busca ahora comenzar a operar a “escala comercial”. 

Para eso, sumaron a su proceso de trabajo otro residuo, que son las heladeras exhibidoras de comercios. Así, en lo que va de este año, ya procesaron más de 4 mil kilos de residuos. 

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