Regenerar para ganar
Cambiaron la forma de hacer agricultura y los números sorprenden
Hace una década en Inta Oliveros (Santa Fe) realizan producción agrícola regenerativa y circular. Los resultados son sorprendentes
Implementar una agricultura regenerativa mejora la salud del suelo, la biodiversidad y el control de plagas y todo eso, sin afectar los rendimientos y con beneficios económicos y ambientales. Esa conclusión es fruto de una década de trabajo a campo, investigación y prácticas que llevaron adelante los especialistas de la Estación Experimental de Inta Oliveros, en plena zona núcleo productiva de la provincia de Santa Fe.
Los números hablan por sí solos. El estudio demostró que los productores se pudieron ahorrar entre u$s 146 y u$s 233 por hectárea en aplicación de insumos químicos, debido a que la utilización de cultivos de cobertura multiespecies aportaron mayor diversidad y redujeron en un 40% la necesidad de usar químicos para atender malezas, cuya población se redujo en un 77% con estas prácticas respecto de las tradicionales.
“La implementación de la agricultura regenerativa/circular trae aparejado beneficios económicos y ambientales, y si bien sus principios son universales, es necesario al momento de planificar, adaptarlos al contexto donde se van a aplicar”, dijeron los investigadores quienes desde 2015 aplican este sistema en el campo de producción de la experimental de 300 hectáreas.
Allí se vienen adoptando diversas estrategias agronómicas para regenerar los agroecosistemas y preservar los sistemas naturales. Además, se realizan ensayos de investigación en macro parcelas.
Luego de diez años de estudio, los investigadores pueden confirmar que “integrar la agricultura con la ganadería bajo un esquema regenerativo/circular en el campo de producción impactó positivamente, al aumentar la materia orgánica y el pH del suelo, elementos de suma importancia para el desarrollo de la vida del suelo”, tal como aseguró Juan Carlos Gamundi, investigador a cargo del campo de producción del Inta Oliveros.
Aranza Rodríguez, becaria doctoral a cargo de la investigación, explicó que “la agricultura regenerativa y circular se basa en principios fundamentales como: evitar el laboreo de suelo, mantenerlo siempre cubierto y con raíces vivas, aumentar la biodiversidad, cerrar ciclos de nutrientes e integrar al sistema la ganadería mediante el pastoreo”.
Juan Ibarlucea, encargado de la ganadería en el campo de producción y jefe de la Agencia de Extensión Rural Inta Roldán, explicó que es posible anexar animales de recría en capitalización para aprovechar este recurso forrajero excedente.

Estas prácticas disminuyeron la densidad aparente del suelo, “lo cual promueve una menor resistencia a la penetración mecánica y un aumento de la tasa de infiltración”, dijo Rodríguez. Además allí se sumaron novillos para pastoreo destinados a la exportación, cerrando así un ciclo de agricultura regenerativa/circular.
Más abejas menos plagas
Los investigadores de la sección Entomología de Inta Oliveros demostraron que el aumento de la biodiversidad de especies vegetales en el sistema promovió la mayor abundancia y diversidad de alimentos (polen, néctar, y presas) y refugios para los enemigos naturales de las plagas, tanto los que habitan en el suelo como las partes aéreas de las plantas. “Esto favorece el control biológico de las principales plagas y, consecuentemente, el menor uso de insumos químicos”, detallaron.
Luego de 10 años, esta experiencia se transformó en un espacio donde el productor puede encontrar un insumo clave para su negocio como es la información precisa y testeada. “Allí se realiza una tesis doctoral con este enfoque y se suman investigaciones colaborativas con otras instituciones nacionales e internacionales, que permiten obtener datos científicos que contribuyen a la toma de decisiones de los productores y profesionales”, concluyó Gloria Rótolo, investigadora del equipo.