Una grande que plantó bases firmes para ser sostenible

Para seguir siendo líder y responder a las demandas del mercado y los propios clientes, la casi centenaria compañía Loma Negra y sus ocho unidades productivas en todo el país, están transitando una transformación hacia prácticas más sostenibles. La empresa cementera líder en Argentina ya redujo en un 5% el consumo de energía eléctrica -según muestran los indicadores publicados en su sitio web-, a mediados de 2024 presentó por tercer año consecutivo su Reporte de Sostenibilidad y formalmente presentó durante un evento realizado en Rosario su “hoja de ruta climática”: nada menos que las acciones e inversiones previas a mediano y largo plazo para seguir sosteniendo el camino de la transformación. 

Juan Pablo Laterza es ingeniero ambiental, se desarrolla dentro del ámbito de la gerencia de Sostenibilidad de la compañía y durante el encuentro fue la voz de la firma. Allí explicó que, al igual que otras compañías, la decisión de hacer frente a los desafíos de la transición, además de una apuesta empresarial también responde a las exigencias del mercado y de los propios clientes.

Tanto es así que la compañía líder en la producción y comercialización de cemento en el país, mide la huella de carbono en tres de sus productos a pedido de sus clientes, según planteó Laterza frente a un auditorio conformado por otras compañías de distintos rubros que trabajan en esta línea.  

Allí, no sólo señaló el trabajo que se lleva adelante al  interior de la compañía, sino además el que realizan con su red de proveedores, muchos de los cuales “nacieron y crecieron con la Loma Negra”, dijo.
Además de la medición de la huella de carbono, que tanto en esta como en todas las compañías que lo llevan adelante marca puntos de referencia de medición y comparación hacia el futuro, de cara al mediano y largo plazo, el especialista indicó que Loma Negra trabaja con lo que denominan una “hoja de ruta climática”. 

En ese esquema, detalló que prevén acciones e inversiones específicas que, según dijo, se abordan en cuatro dimensiones. “Una es el factor clínker (principal componente del cemento portland y el hormigón) donde necesitamos sumar adiciones para evitar ir a la cantera a buscar la materia prima y tener así menor huella de carbono vamos a tener”, detalló.

Sobre ese punto en particular, la compañía trabaja con un laboratorio y centro técnico que funciona en Buenos Aires, donde se llevan adelante análisis físicos y químicos en la búsqueda de sumar alternativas a la extracción de piedra caliza. 

A ese primer elemento, agregó otros tres factores, como son “la eficiencia térmica en nuestros hornos y la eficiencia energética, mejorando los contratos a través de la compra de energías alternativas; y, por último, el gran desafío es el mix de combustibles”.