Movilidad
06.09.2024

Alianza BMW y Toyota

Dos grandes automotrices prevén hacer rodar sus autos con hidrógeno en 2028

Las compañías están desarrollando la próxima generación de tecnología de celdas en base a este combustible (FCEV), que en cuatro años estaría disponibles en sus modelos de mercado

En cuatro años, la automotriz BMW planea lanzar sus primeros vehículos a hidrógeno, en su plan por consolidar su transición hacia una movilidad totalmente eléctrica en base a celdas de este combustible (FCEV) y para desarrollar esta tecnología realizó una alianza Toyota Motor Corporation, con la intención de “ofrecer a los clientes una opción adicional de tren motriz completamente eléctrico y cero emisiones”, dijo en un comunicado la compañía.

Ambas automotrices comparten la aspiración de avanzar en la economía del hidrógeno y extendieron su colaboración para impulsar aquellas de cero emisiones locales al siguiente nivel.

BMW Group ya viene trabajando en firme en el desarrollo de tecnologías de movilidad eléctrica y ahora dará un nuevo paso con la incorporación de celdas de combustible de hidrógeno, con una gama de soluciones de movilidad en el futuro.

Los modelos de producción en serie se integrarán a la gama existente de BMW, es decir, la compañía ofrecerá un modelo de mercado con una variante adicional con sistema de propulsión de celdas de combustible de hidrógeno. Dado que FCEV es otra tecnología de vehículos eléctricos, BMW Group la considera explícitamente como un complemento a la de propulsión utilizada por los vehículos eléctricos de batería (BEV), junto a los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV) y los motores de combustión interna (ICE).

“Este es un momento clave en la historia automotriz: el primer vehículo de producción en serie con celdas de combustible ofrecido por un fabricante global premium”, dijo Oliver Zipse, presidente del Consejo de Administración de BMW AG y explicó que estará “impulsado por hidrógeno y movido por el espíritu de nuestra cooperación y marcará el inicio de una era de demanda significativa de vehículos eléctricos de celdas de combustible”.

Por su parte, Koji Sato, presidente y miembro del Consejo de Administración de Toyota Motor Corporation dijo que a la compañía le “complace” que “la colaboración entre BMW y Toyota haya entrado en una nueva etapa”, ya que “comparten la misma pasión por los automóviles y la creencia en la apertura tecnológica y un enfoque de múltiples vías hacia la neutralidad de carbono”.

Toyota Motor colaborará con el desarrollo de sistemas de celdas de combustible de próxima generación y la expansión de infraestructura, con el objetivo de realizar una sociedad de hidrógeno. “Aceleraremos nuestros esfuerzos junto con BMW y socios de varias industrias para realizar un futuro donde la energía del hidrógeno apoye a la sociedad", agregó el ejecutivo.

La nueva tecnología de ambos gigantes de la industria automotriz consiste en el sistema de tren motriz para vehículos de pasajeros, con la tecnología central de celdas de combustible (las celdas de combustible de tercera generación individuales) tanto para aplicaciones comerciales como de vehículos de pasajeros. 

Se utilizará en modelos individuales tanto de BMW como de Toyota y ampliará la gama de opciones de FCEV disponibles para los clientes. Pero además, los modelos FCEV de BMW y Toyota van a mantener sus identidades y características de marca distintivas.

BMW ya probó con éxito la flota BMW iX5 Hydrogen en todo el mundo y esto da el puntapié para pensar en lanzar la producción en serie con sistemas de propulsión de hidrógeno en 2028.

Beneficios del hidrógeno

La compañía automotriz explicó que el hidrógeno “es reconocido como un portador de energía prometedor para la descarbonización global” y actúa como un medio efectivo de almacenamiento para fuentes de energía renovables, lo que ayuda a equilibrar la oferta y la demanda y permite una integración más estable y confiable de éstas en la red energética. 

“El hidrógeno es la pieza faltante para completar el rompecabezas de la movilidad eléctrica donde los sistemas de propulsión eléctrica de batería no son una solución óptima”, indicaron.
 

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