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30.08.2024

2° Congreso Abappra - Felaban

Empresas y sostenibilidad ¿de dónde sale la plata?

El sector financiero comenzó a lanzar instrumentos para financiar la transición hacia una producción verde que va desde bonos hasta FCI. La experiencia en Latinoamérica y los límites en Argentina

“Argentina está muy lejos del debate global en desarrollo sustentable”, dijo en forma contundente Fabian Kon, CEO del Banco Galicia, al plantear los desafíos que tiene a futuro la industria financiera de cara a un mundo donde es cada vez más demandado el financiamiento de proyectos que acompañen a las empresas en un cambio hacia la transición energética o un nuevo modelo productivo alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

El ejecutivo participó del panel “Sustentabilidad como estrategia de negocio” en el marco del Congreso Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva que se realizó en Buenos Aires organizado por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la Argentina (Abappra).

En ese marco planteó que la sustentabilidad como estrategia de negocio es todo un desafío para la industria y aseguró que la entidad que conduce tiene “un compromiso con la sustentabilidad porque es una demanda mundial, pero, en Argentina, la situación es más compleja porque la economía plantea otros desafíos”, en referencia a los vaivenes macroeconómicos, signados por una alta inflación y la ausencia de crédito.

En una línea similar, Ignacio Lorenzo, jefe de Financiamiento de Deuda Global en el Banco Santander, señaló que “es un gran desafío ampliar las carteras verdes, que hoy tienen baja participación en general”. 

En ese camino explicó que el objetivo de las entidades financieras es que todos los clientes del banco sean neutrales en carbono. “Nosotros arrancamos en el segmento de grandes clientes con los bonos verdes y el gran desafío es llegar con estos instrumentos a toda la base de clientes”, dijo.

Lorenzo comentó que desde Santander están en ese camino: “Estamos ofreciendo a las pymes los paneles solares para que no tengan tanto costo y, a raíz del encarecimiento de la energía, cobra vuelo, aunque nos falta avanzar en propuestas que tienen vigencia en el mundo, como movilidad verde, porque ese tipo de autos aún no tiene oferta”.

Sin embargo, en Argentina, todo esto está limitado por los vaivenes de la macroeconomía. En ese sentido Kon consideró que el país “debería tener 40% más de crédito del que tenemos”, aunque marcó un ritmo de recuperación. Este fenómeno lo atribuye esencialmente a la aceleración de los precios que “mata la actividad económica”, agregó.

Kon explicó que hay tres tipos de productos: uno es la emisión de bonos, que muchas pymes usaron para cambiar su consumo energético y consumir menos energía o cambiar sus fuentes de alimentación energética. Otros son los fondos comunes de inversión y líneas sustentables. En el caso de Galicia, “es una línea con beneficio de tasa, pero si se usa con un  fin sustentable, es más laxo”, comentó.

A su juicio, es necesaria una nueva taxonomía que ayude a definir necesidades y oportunidades regulatorias para este tipo de financiamiento, lo que permitiría que entidades y organismos internacionales participen más en esta oferta de créditos. 

Por su parte Lorenzo, de Santander, explicó que apuntan a desarrollar productos más a medida, pero les falta mejorar la proporción de cartera. “Planeamos llevarla al 20%, pero estamos ahora en el 5%.

Los fondos verdes no necesariamente están asociados a un fin verde, sino que puede ser para empresas que tengan programas en este sentido y que necesiten el crédito con algún propósito especial, más allá de la política sustentable”, dijo.

Bonos verdes en Latinoamérica

El mercado de bonos viene muy desarrollado, pero no hay regulación específica al respecto, el mercado lo viene llevando adelante con mucha responsabilidad. Y consideró que, en el corto plazo, se podría pensar en desarrollar políticas de fomento para estos créditos. “Si bien las exigencias son muchas en materia de desarrollo de instrumentos sustentables, no hay incentivos suficientes hoy y no hay un marco normativo que los favorezca”, dijo.

En América latina hay experiencias más desarrolladas como es el caso de Costa Rica. Silvia Chávez Herra, directora de Sostenibilidad del Banco Nacional de ese país explicó los detalles de un instrumento como el primer bono verde desarrollado en 2021, un bono social de género en 2022 y un bono azul en 2023. 

Leer más: Inclusiva y sostenible: el perfil de la banca del futuro

A esos instrumentos se le sumó un fondo común de inversión verde (FCIV) para construir un data center y edificios. Y, finalmente, lanzaron dos tarjetas de débito con fines sostenibles para aportar parte de las comisiones cobradas a los clientes para mantener la diversidad ecológica y proteger acuíferos.

En Ecuador “la emisión de bonos temáticos fue la cereza de la torta en un trabajo que demandó varios años de desarrollo, donde en 2019 emitimos el primero en nuestro país por u$s150 millones, un logro grande porque antes había emisiones por u$s30 millones”, dijo David Grey, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en Banco Pichincha de ese país. “Hoy realizamos emisiones verdes por u$s200 millones por año”, precisó y dijo que “el incremento anual que estamos registrando en colocaciones de estos bonos es del 37% y hay grandes oportunidades para acompañar a los clientes”.

El destino, en general, de los bonos verdes es para proyectos de agricultura, construcción sostenible, energía y movilidad. Y para los próximos 10 años se plantean desafíos y grandes oportunidades en temas como el riesgo climático, cambios en sistemas críticos, contaminación ambiental y migraciones involuntarias, entre otros.

Esas experiencias y el renovado interés de las empresas argentinas de estar a tono con el mundo plantea un horizonte medianamente alentador. Norberto Quirno, responsable de mercados de capitales de deuda y finanzas estructuradas en el Banco Galicia, planteó que en el caso de Argentina el mercado “viene creciendo cada vez más porque hay más bonos y más actores se vienen sumando” y los proyectos están orientados a financiar energías renovables, y son las grandes compañías las que más están impulsando al mercado.

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