Políticas
21.08.2024

Campaña presidencial en EEUU

El cambio climático se juega en la urna del mundo

La candidata demócrata Kamala Harris es una defensora de la agenda climática. El candidato republicano. Donald Trump cuestionó su posición, incluso con desinformación

El cambio climático se instaló como uno de los ejes centrales en la campaña electoral de Estados Unidos, una potencia que bajo la actual administración de Joe Biden firmó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) que representa una de las mayores apuestas a la reducción de emisiones de gases contaminantes y un impulso a la generación de energías renovables.

La irrupción de Kamala Harris como candidata demócrata generó un parteaguas, ya que la ahora vicepresidenta fue una activa portavoz de la agenda climática y fue una de las promotoras de la IRA. Reemplazó a Biden en la cumbre climática COP28 el año pasado en el marco de la cual aseguró que Estados Unidos aportaría u$s 3.000 millones a un fondo de ayuda climática para que los países en desarrollo avancen hacia una producción más limpia.

Harris, cuando fue senadora por California, apoyó un impuesto sobre el carbono y proponía aumentar el gasto para atender el cambio climático, tanto en el sector público como privado.
Por otra parte, “Harris tiene un historial de lucha contra las compañías de petróleo y gas y de dar prioridad a la justicia medioambiental en particular”, indicó un reporte de la agencia Bloomberg.

Ese recorrido encendió las alertas en el candidato republicano Donald Trump, que hasta hace poco daba por descontado que volvería a ser presidente de Estados Unidos si competía con Biden. Cuando éste desistió de la carrera presidencial e irrumpió Harris – que viene recortando las diferencias de intención de voto en las encuestas – el ex mandatario eligió atacar a su contrincante haciendo foco en la agenda climática.

Trump no se privó incluso de desinformar para desacreditar a Harris. “Kamala Harris quiere prohibir sus cocinas de gas e impedirles comer carne roja”, dijo al hablar del cambio climático, según consignó la agencia Reuters.

En tono reduccionista, el candidato republicano dijo que Harris "quiere deshacerse de las vacas (...) Me imagino que en algún momento atacará también a los humanos", haciéndose eco de los teóricos de la conspiración que acusan a la demócrata de querer "reducir la población" desde un desliz de la vicepresidenta el año pasado cuando hablaba de "reducir la contaminación”.

El compañero de fórmula de Trump, JD Vance, hizo lo mismo en Atlanta a principios de agosto, acusando a Harris de tener un plan para prohibir las cocinas a gas.

La candidata nunca declaró querer suprimir las cocinas de gas ni reducir el consumo de carnes rojas, aunque se muestra partidaria de cambiar las recomendaciones nutricionales.
"Una táctica probada en política es distorsionar las posiciones de tu oponente para hacerlas extremas e inaceptables", dijo a Reuters Edward Maibach del Centro para la Comunicación sobre el Cambio Climático de la Universidad George Mason.

Los dos republicanos también cuestionan la posición de la candidata sobre el fracking, la técnica utilizada para la extracción de gas no convencional llevado adelante por la industria del petróleo y del gas, apoyada por los republicanos.

Después de denunciar esta práctica durante la campaña presidencial de 2020, Kamala Harris evitó recientemente preguntas al respecto. Lauren Hitt, portavoz de Kamala Harris, no respondió a los ataques de los republicanos, pero afirmó que Harris defiende "un futuro en el que todos los estadounidenses respiren aire limpio, beban agua saludable y tengan acceso a una fuente segura y asequible de agua potable" y energía, durante una entrevista con la agencia de noticias AFP.

Por lo pronto, Trump mostró claramente su agenda anticlimática, que hoy trazó el gobierno de Biden, quien prometió que EEUU reduciría sus emisiones para el año 2030 a la mitad y se reincorporó al Acuerdo de París tras la retirada del republicano cuando fue presidente.

Por caso, el republicano dijo hace pocos días que si es elegido, consideraría poner fin a un crédito fiscal de 7.500 dólares para la compra de vehículos, aunque no descartó incorporar al titular de Tesla, una industria basada desarrollo, como Elon Musk, como asesor en su eventual gobierno.

"Los créditos fiscales y los incentivos fiscales en general no son algo muy bueno", dijo Trump a Reuters en una entrevista después de un evento de campaña en York (Pensilvania), cuando se le preguntó sobre el crédito para vehículos eléctricos.

Mientras fue presidente, Trump intentó derogar crédito fiscal para vehículos eléctricos, que luego fue ampliado por el presidente Biden en2022.
"Soy un gran fanático de los autos eléctricos, pero también soy fanático de los autos a gasolina, y también de los híbridos y de cualquier otro modelo que surja".

Agregó que derogaría las reglas de la administración Biden que incitarán a los fabricantes de automóviles a construir más vehículos eléctricos e híbridos enchufables para cumplir con estándares de emisiones más estrictos y dijo que ve un "mercado mucho más pequeño" para los vehículos eléctricos debido a problemas de costo y autonomía de la batería.

Donald Trump es un declarado opositor de la ley IRA y prometió en caso de ser reelecto presidente extraer petróleo "a toda costa", al tiempo que cuestiona en cada oportunidad que puede las amenazas del cambio climático. De hecho, lo hizo en forma pública contestándole al propio Elon Musk. 

"La mayor amenaza no es el calentamiento global, con el aumento de los océanos solo unos milímetros en los próximos 400 años", le dijo al titular de Tesla quien había señalado la posibilidad de un futuro "más sostenible", en particular gracias a la energía solar, sin "demonizar" la industria petrolera.

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