Economía circular
En Córdoba, los bidones reciclados del campo ahora custodian cables subterráneos
El gobierno junto a un grupo de empresas lanzó un programa destinado a fabricar biolosetas con plástico reciclado. Mirá de qué se trata
En una clara apuesta a la economía circular, el gobierno de la provincia de Córdoba lanzó el programa Biolosetas, mediante el cual se elaborarán losetas para proteger los cables eléctricos subterráneos que utiliza la Empresa Provincial de la Energía (Epec). Están fabricadas con envases vacíos de fitosanitarios reciclados, un material que proviene del sistema gestionado por la organización Campo Limpio.
Estas nuevas losetas son significativamente más livianas y resistentes que las de concreto que se utilizan actualmente que “no sólo son más complejas de trasladar sino que se suelen romper con facilidad”, detallaron quienes están a cargo del programa.
Entre las características del desarrollo se destaca su alta resistencia al impacto, la humedad y la degradación del suelo, según ensayos técnicos de dureza (10HBW) y flexión que confirmaron su calidad.
La iniciativa está a cargo del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba, junto a sus pares de Ambiente y Economía Circular y de Bioagroindustria.
El programa se articula con empresas como Neoscrap, que estará encargada de elaborar el producto y Metal-Ce SRL, a cargo de la colocación y la que participa de las licitaciones públicas como proveedora del Estado cordobés. También forman parte del proyecto la empresa Recicverde y organizaciones empresarias como la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), las entidades cooperativas Face y Fecescor, Epec, escuelas técnicas y universidades.
El material proviene del sistema de gestión formal coordinado por Campo Limpio, que recupera y clasifica los envases a través de la red de Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), con la participación de más de 110 empresas registrantes.
Para Campo Limpio, este programa representa “un caso emblemático a nivel nacional”, ya que “demuestra cómo los envases del agro pueden convertirse en infraestructura eléctrica resistente y de menor impacto ambiental”.
En ese sentido destacaron que “la participación activa de productores y aplicadores resulta clave en este proceso”.
Nada se tira
El proceso de economía circular comienza cuando productores y aplicadores lavan los envases usados y los depositan en los CAT donde se clasifican en reciclables y lavados.
Luego, los operadores de plástico transforman estos envases en pellets o escamas que luego se procesan mediante extrusión y moldeo para fabricar las biolosetas por industrias plásticas.
El producto final son losetas de plástico color verde, con un tamaño de 30×30 centímetros (4 mm de espesor) y un peso de apenas 4 kilos, frente a los 60 kilos de las tradicionales de concreto.
Este desarrollo beneficiará directamente a trabajadores eléctricos de cooperativas, empresas distribuidoras y contratistas de toda la provincia, ya que permitirá mejorar las condiciones de instalación al eliminar la necesidad de autoelevadores e hidrogrúas para manipular las tapas tradicionales de concreto.
La vicegobernadora de Córdoba, Myriam Prunotto, presentó el proyecto junto a la ministra de Ambiente y Economía Circular, Victoria Flores; el secretario de Agricultura y Recursos Naturales, Marcos Blanda; y el subsecretario de Infraestructura Eléctrica, Ezequiel Turletto, además de empresas transformadoras, cooperativas eléctricas, cámaras empresarias, la Epec, escuelas técnicas y universidades.
Prunotto celebró la apuesta a la diversificación de la producción, “que crezca con responsabilidad ambiental, generando valor agregado y mejorando nuestra infraestructura”.
“Las biolosetas, los biotransformadores y las bioestaciones son ejemplos concretos de cómo Córdoba innova y agrega valor a su producción”, apuntó.
Flores subrayó la necesidad de avanzar en replantear nuestro modelo de producción y consumo pensando en la sostenibilidad. “Podemos generar empleo, repensar nuestras industrias, nuestro campo teniendo en cuenta el ambiente, con estas losetas esto es absolutamente tangible y posible”, apuntó.
Turletto destacó que las Biolosetas representan un salto tecnológico en infraestructura eléctrica que combina seguridad, sostenibilidad e innovación. “Estamos revalorizando residuos del campo cordobés para proteger nuestras redes subterráneas, facilitando el trabajo de los técnicos y reduciendo nuestra huella ambiental. Es infraestructura con conciencia verde”, dijo.
Triple impacto
Las Biolosetas ofrecen ventajas técnicas significativas en seguridad eléctrica: prevención de daños mecánicos por excavación, señalización clara de tendidos eléctricos subterráneos mediante su distintivo color verde, y facilidad de instalación que reduce riesgos laborales.
Ambientalmente, promueven la economía circular disminuyendo residuos del sector agrícola, reducen el consumo de recursos naturales y eliminan la huella hídrica asociada a la producción de concreto.
Además, se fabrican “Azulecos” de 30×30 cm con códigos QR que serán colocados donde se coloquen las Biolosetas para que el vecino pueda acceder a la información del proyecto. Este producto es elaborado con potes de yogur reciclados y con propiedades similares: impermeables, resistentes al moho y ocho veces más livianos que los azulejos tradicionales.



