Energías
19.08.2024

En La Pampa

Convierten estiércol animal y desechos de jugos en grandes volúmenes de energía

La empresa AB Energía, produce más de 14.400 MW de energía limpia anual. Pueden abastecer a un pueblo entero y tienen a grandes empresas como clientes

Por: Eugenia Langone mail

Colonia 25 de Mayo es una localidad de poco más de 10 mil habitantes en la provincia de La Pampa que se despliega sobre el río Colorado y que podría abastecerse de la energía eléctrica que allí se genera. Producen más de 1.000 toneladas de estiércol de 4 mil cabezas de ganado y más de 1.500 toneladas de orujo, desechos de las industrias jugueras provenientes del Alto Valle, una región que se encuentra a pocos kilómetros. 

La experiencia de AB Energía, que produce cada año 14.400 megavatios de “energía limpia” no es la única en la Argentina, ya que existen en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires empresas que dan tratamiento a los residuos ganaderos para generar biogás, y así electricidad y calor. 

Sin embargo, sí es la única en esa zona del país, señala la gerenta de la firma, Anabela Ciccioli, que remarcó que el proyecto, que comenzó a pensarse en la previa de la pandemia de Covid-19 y tomó como modelo plantas que funcionan en Alemania y Estados Unidos. 

El proceso que transforma los desechos en energía transcurre en cuatro enormes digestores instalados en la plata, donde se introducen los sustratos que se transformarán no sólo en energía eléctrica y calórica, sino además en biofertilizantes para los campos de la zona que tras dos años lograron diferenciarse, “e incluso vieron aparecer lombrices”, cuenta Ciccioli entre las últimas novedades que ya interesan a expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).

De desecho a biogás 

En los tanques, mensualmente, se ingresan poco más de mil toneladas estiércol de ganado vacuno proveniente de un feedlot propio de 4 mil cabezas construido para el proyecto con techos, unas 1.500 toneladas de orujo de jugos y sidra, más de 300 toneladas de grasa de frigoríficos, más de 200 toneladas de forraje -puede ser de sorgo que se siembra en los campos-, además de otro centenar de toneladas de maíz partido, también proveniente de la cosecha propia, y casi 300 toneladas de glicerina.

Los sustratos de los que se alimenta el proceso, señala la gerenta, pone a trabajar la planta con otras industrias de la zona como son son las jugueras del Alto Valle, ya que sus desechos se transforman en en insumos clave para llevar adelante el proceso. Lo mismo, indica, sucede con frigoríficos de la zona que abastecen de grasa animal y purin de cerdo, como La Anónima y granjas como El Amanecer, que además logran de ese modo una certificación por la disposición final de los residuos. 

“Es un proceso que busca armar un círculo virtuoso y donde todos los actores salen beneficiados”, agrega Ciccioli. 

Cumplimentado el proceso de la llamada “digestión anaeróbica” -que no es más que la descomposición de esas sustancias orgánicas por una gran cantidad de bacterias en la ausencia de oxígeno-, se obtiene el biogás, que se convertirá en energía. 

Para eso, se necesitan los grandes motores de generación instalados en la planta. Por otra parte, y como subproducto del proceso se obtendrá el biofertilizante totalmente inodoro que se esparce en 400 hectáreas de campo a través del riego.

Cuidado ambiental 

La apuesta “limpia” del proceso que llevan adelante en los campos de La Pampa se puede pensar en dos pasos, el primero de los cuales es capturar el dióxido de carbono y el metano, en este caso producido por el estiércol del ganado vacuno y que se estima es el responsable a nivel mundial del 20 % de los efectos del calentamiento global. 

De ese modo, cada año, la planta captura más de 8.700 toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a recuperar 439.900 árboles o evitar el recorrido de más de 628 mil kilómetros recorridos en automóvil.

Los motores son los que permiten que cada año se generen 1.440 megavatios (MW) de energía, que equivalen a 1,4 millones de kilovatios (KW), de los cuales un 13% se utilizó para el funcionamiento propio. El 86,8% restante fue inyectado al sistema y vendido a la mayorista de energía Cammesa a través de un contrato de licitación ya firmado en el inicio del proyecto y a través del Plan Renovar que el Ministerio de Energía y Minería de la Nación puso en marcha durante la gestión de Mauricio Macri.

 En el marco de esa iniciativa, que según datos oficiales de Cammesa, se adjudicaron hasta finales de ese gobierno un total de 59 proyectos por una potencia total de 2,423 MW, AB Energía está produciendo anualmente 17.280 MW, lo que equipa a 17,2 millones de KW.

Una cantidad de energía suficiente que permite el abastecimiento de su propia planta y que, permitiría, a la localidad de 25 de Mayo, donde está asentada, junto al río Colorado, abastecerse de energía renovable. Un círculo limpio y virtuoso, que busca seguir reproduciéndose.

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