Industria
14.08.2024

Abastecimiento seguro

La industria forestal argentina se planta ante la UE

La Asociación Forestal Argentina asegura que la madera y productos provenientes de palntaciones forestales en Argentina tienen "riesgo nulo" de deforestación y cumplen con la normativa de la Unión Europea

La industria forestal argentina está decidida a plantarse frente a las nuevas regulaciones internacionales. Con un conjunto de argumentaciones sobre la forma de producir, las empresas que conforman la Asociación Forestal Argentina (Afoa) aseguraron que el país puede abastecer al mundo no sólo con madera libre de deforestación sino con madera certificada.

“La madera y los productos provenientes de plantaciones forestales de Argentina tienen un riesgo muy bajo y cumplen la reglamentación de Unión Europea para cadenas libres de deforestación (EUDR 2023/2015)”, indicó Claudia Peirano, directora ejecutiva de Afoa.

También indicó que en el caso de madera certificada por gestión sostenible y con cadena de custodia por sellos reconocidos internacionalmente (como es el caso de FSC y PEFC) “el riesgo es nulo”.

La reglamentación europea entraría en vigencia a fines de este año y frente a eso, esta industria busca asegurarse que está en condiciones de abastecer ese mercado y otros del mundo. El mes pasado, los referentes de Afoa se reunieron en la Cancillería argentina junto a una delegación de la UE para dialogar sobre los términos de la implementación de esta normativa.

El interés es indeclinable debido a que se prevé que la demanda de productos de base madera crecerá en u$s 210.000 millones para el año 2035, según datos de la consultora internacional Afry. La madera es considerada como una de las principales soluciones basadas en la naturaleza esencial para la transición de productos de origen fósiles no renovables a alternativas renovables con bajas emisiones de carbono.

La pregunta que surge ante esto es ¿de dónde vendrá la madera sostenible necesaria para el crecimiento de los productos bajos en carbono?
Ante esto, la ejecutiva de la asociación industrial indicó que en Argentina, los árboles crecen en los bosques nativos, pero también se plantan en bosques cultivados y “las virtudes de mitigación de cambio climático y la conservación de la biodiversidad se presentan también en las plantaciones forestales cuando éstas son manejadas desde una mirada de triple impacto (ambiental, social y económica)”.

Aseguró que como prueba de eso desde hace años tanto el gobierno como los productores forestales realizan esfuerzos en ese sentido, mediante acciones privadas y también auditorías públicas.
“Aspiramos a que se reconozcan las diferencias entre un recurso natural, como es el bosque nativo, de las plantaciones forestales y se reconozca el valor diferencial que le da a los productos de la cadena de la madera la certificación por gestión sostenible con sellos internacionales y auditorías anuales de tercera parte y su trazabilidad”, indicó Peirano.

Argentina cuenta con marcos legales que regulan la actividad forestal y la conservación del bosque nativo. Estos últimos están regulados bajo la ley 26.331 desde el año 2007, que obliga a las provincias a hacer un ordenamiento ambiental de los mismos. 

Las provincias reconocieron en el ordenamiento de sus bosques nativos más de 50 millones de hectáreas clasificándolos en rojo, - bosques de alto nivel de conservación-, amarillos - en los cuales se puede realizar uso sostenible -, y verde, que permite el cambio de uso de suelo.

Por otro lado, Argentina tiene 1.267.000 hectáreas de plantaciones forestales, en un 80% en la zona de Mesopotamia, que es una de las de más alta productividad para pino y eucalipto del mundo y la industria de base forestal se provee en más del 90% de esa materia prima.

“La madera certificada no solo asegura que no se ha producido sustitución de bosques nativos por plantaciones forestales - situación que hace ya muchos años que no se permite - sino que abarca una gestión sostenible integral, que incluye tanto la legalidad como los impactos sociales, económicos y ambientales que es trazable a través de una cadena de custodia”, indicó Peirano y dijo que “por cada hectárea de plantaciones forestales certificada por gestión sostenible hay 0,66 hectáreas de áreas naturales bajo conservación”, al tiempo que “las empresas certificadas conservan unas 350.000 hectáreas de áreas naturales, junto con toda la diversidad biológica y genética asociada, una superficie similar a 1,6 el área que ocupa Luxemburgo en Europa”.
 
 

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