Más carne, menos impacto
Frigorífico invirtió para que sus residuos se “revuelquen” en la producción
Instaló una planta de tratamiento de efluentes que le permitirá reutilizar desechos para riego y fertilización de campos
Por: Marianela Bocanegra mail
El frigorífico porcino Alfer (Distribuidora Alfer SRL), con planta en Pérez (Santa Fe), acaba de poner en marcha una nueva planta de tratamiento de efluentes, una inversión clave para reforzar la estrategia ambiental de la empresa, que encara al mismo tiempo una etapa de crecimiento productivo.
La planta forma parte de un plan de adecuación a normas ambientales, que fue la llave para obtener la licencia ambiental de la provincia de Santa Fe. A partir de su puesta en marcha, los efluentes del frigorífico, que desembocan en el arroyo Ludueña, ahora son procesados por un sistema más eficiente que permite cumplir con los parámetros de Demanda Biológica y Química de Oxígeno (DBO y DQO) que exige el Ministerio de Medio Ambiente provincial.

Uno de los puntos centrales del proyecto fue la incorporación de una bomba separadora de residuos, adquirida a la firma Bauen, que divide sólidos y líquidos de manera automática. Antes, esa separación se hacía de forma manual, con baja eficiencia. “El efluente del frigorífico llega con grasa, pelo, restos de cuero y bosta; hoy el proceso es mucho más ordenado y controlado”, explicó Leonardo Carrara, socio gerente de la empresa.
El líquido tratado ya quedó habilitado para riego de campos y la empresa está en conversaciones para firmar convenios con productores vecinos y dejar de volcarlo en las cunetas. En paralelo, se está evaluando el potencial del sólido recuperado para utilizarlo como fertilizante o abono, con la idea de darle un uso como insumo productivo.
La nueva planta de tratamiento de efluentes es parte de un proceso de fuerte expansión que encaró Alfer este año. En 2025, la empresa invirtió para escalar producción, incorporó una cámara de frío para 220 animales por día y un área de congelados, lo que le permitió aumentar un 35% su producción y ganar competitividad en precios.

Hoy, el frigorífico faena en promedio unas 17.000 cabezas mensuales, quedó tercero en Santa Fe y 11° a nivel nacional según el ranking oficial, y ya se fijó un nuevo objetivo: meterse en el top five del país.
“Crecemos en volumen, en tecnología y ahora también en gestión ambiental”, resumió Carrara. El próximo desafío, dijo, es exportar y seguir agregando valor.


