Los grandes generadores de energía trazan el futuro de las renovables

La industria generadora de energía en Argentina ingresó al proceso de transición hacia los renovables de la mano de mercados que fueron demandando e imponiendo esa tendencia y hoy es un sector maduro que hizo fuertes inversiones para transformar su matriz.  Sin embargo, todo este camino fue un “escalón sencillo, porque nos aprovechamos de la infraestructura que existía”, reconoció Gerardo Zmijak, director comercial de la compañía Trafigura y consideró que ahora llegó el momento en el que “las empresas del sector tenemos que repensar cómo encaramos la nueva expansión del sistema”, dando por sentado que se impone un nuevo ciclo en la actividad.

Sobre una base sólida que encuentra a muchas empresas en proceso de expansión en cuanto a capacidad instalada de producción, el sector empieza a experimentar los límites que le impone la infraestructura en el país, especialmente la del transporte.

“Hemos desarrollado toda la matriz renovable sobre una capa de transporte existente y es el momento de empezar a ponerse los pantalones y pensar en seguir creciendo en infraestructura, pero para eso hay que trabajar primer sobre la regulación”, planteó Martín Mandarano, CEO de YPF Luz, la unidad energética del grupo estatal.

Los ejecutivos, junto a Martín Genesio, presidente y CEO de AES Argentina y Matías Gómez, gerente comercial de generación de energía de Secco, participaron de Experiencia Idea Rosario, donde analizaron el futuro del sector, sobre el que coincidieron “lo convencional será lo verde más que lo térmico”.

Sin embargo, aunque queda claro que es clave aceitar los engranajes de la infraestructura y el marco normativo, también el core del negocio va mutando. 

Genesio (AES) explicó que la compañía – que hace 31 años opera en el país y tiene doce plantas de generación en cuatro provincias – hace 7 años que se trazó una estrategia nueva. “Todo el crecimiento tenía que ser a partir de fuentes limpias como eólica, solar”, dijo el CEO, pero también pusieron especial foco en el “almacenamiento”, un aspecto que consideran esencial para darle firmeza a las renovables, que son inestables en cuanto a abastecimiento. “Solamente tenés generación cuando tenés viento o sol y cuando eso no está, tampoco la energía”, sintetizó.

AES se propuso salir de la quema de carbón totalmente a fines de 2025 y del gas natural en 2040, pero para lograr un objetivo tan ambicioso “necesitamos volvernos fuerte en un tipo de producto que de firmeza, como el almacenamiento”, agregó Genesio y explicó que la Argentina tiene “una oportunidad gigantesca” en ese nicho no sólo por las reservas de litio que tiene para esas baterías sino además porque “no hay equipos de almacenamiento en el sistema eléctrico argentino, salvo en la Central de San Nicolás que quema carbón”, agregó.

En ese sentido, la compañía Secco también camina firme hacia las fuentes renovables y en la compresión de gas. En el primer caso, “ante la limitación de las líneas de transmisión que van a estar cada vez más comprometidas, vamos a migrar a nichos donde podamos tener proyectos más a medida”, dijo Gómez, gerente comercial.

Están enfocados en atender esa demanda que los encuentra, por ejemplo, desarrollando proyectos de autogeneración particulares, como puede ser el caso de un cliente en particular que monta una planta solar en su propia industria, para abastecerla. 

Tampoco dejan de pensar en el almacenamiento como una opción para atender la intermitencia de la generación renovable, aunque “es necesario que bajen los precios para que los costos de esta tecnología sean justificables”, agregó Gómez.

Aunque sigue en aumento año a año, en Argentina la generación renovable aún es baja. Alcanzó los 1.909,1 GW, y de esta manera cubrió sólo el 16,02% del total de energía consumida, según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) a fines del 2023.

De todos modos, todas las compañías apuntan firme a ese negocio y cada vez destinan más recursos a ese segmento. “En 2023 hicimos inversiones para llegar a 2.500 MW de renovables y pretendemos cerrar 2025 con 5.000 MW”, explicó Zmijak sobre Trafigura.

En el caso de la estatal YPF Luz, la compañía más grande del país, el foco está en convertirse en un vehículo de la transición energética. “Nos enfocamos en una solución que para el cliente debe ser económica y sustentable”, dijo Mandarano, con una estrategia de desarrollo que está orientada a “las renovables y la generación térmica con gas natural eficiente”, detalló.

Hoy la compañía tiene 500 MW de energía renovable en operación y 420 MW en construcción. Están poniendo en marcha el parque eólico en General Lavalle con 160 MW, construyendo otro para la compañía Cementos Avellaneda en Olavarría y lanzando el parque solar El Quemado, en Mendoza con 200 MW de potencia.

También AES está a punto de lanzar dos proyectos de energía eólica. 

Otro desafío, pero también una oportunidad, viene de la mano de la inteligencia artificial (IA). “La IA consume diez veces más energía que un data center normal”, apuntó Mandarano de YPF quien también explicó que además de la industria de datos, la minería, el petróleo y el agro son otras que requerirán energía, proveniente de fuentes renovables para mitigar la huella ambiental que producen.
“Irrumpen fenómenos como las cripto monedas o la IA que según estimaciones representarán un cuarto de la demanda de energía”, detalló Gómez de Secco.

Allí también las empresas comienzan a cambiar sus estrategias y apuntan, frente a los problemas de infraestructura de transporte “llevar la demanda al lado del pozo”, como hizo YPF realizando el minado de criptomonedas en Vaca Muerta.

Las empresas que operan en el país encuentran un potencial único, que aseguran tiene que ser acompañado por una regulación acorde, sumando experiencias virtuosas de otros países y un trabajo conjunto como sector.