Menos huella
Con los descartes del último corte, tejen un negocio de impacto
Son una marca líder en el mercado argentino de productos textiles para el hogar y se enfocaron en gestionar responsablemente sus residuos. Estos son los resultados
Por: Sandra Cicaré mail
Con investigación y rediseño, la empresa argentina Arredo, logró reducir el residuo textil que genera en el proceso de corte y desarrolló un circuito que le permite gestionar “responsablemente” 4 toneladas mensuales de descartes. “Uno de los grandes desafíos que enfrentábamos era encontrar una solución frente a los impactos propios de nuestra industria, especialmente en lo que respecta a los residuos textiles”, señaló Fernanda Manuel, gerenta de Sustentabilidad, Diversidad e Inclusión de la empresa de productos textiles para el hogar que nació en 1989 y se impuso en el país. 
“Gracias al rediseño de procesos y a nuevas líneas de trabajo, logramos reducir a cero el residuo textil que se envía al vertedero, un hito que refleja nuestro compromiso por avanzar hacia una producción cada vez más sustentable”, detalló en este diálogo con Ecobiz.
- Arredo lleva adelante acciones de economía circular, especialmente reciclado de materiales. ¿Cuáles son estas líneas de trabajo? ¿Cómo surge este concepto de incorporar la circularidad en el proceso productivo?
En Arredo entendemos que uno de los principales desafíos de la industria textil es la gestión de los residuos, y por eso hace más de dos años decidimos emprender un camino de investigación y rediseño de nuestros procesos para darles una segunda vida. El principal residuo que generamos es el orillo, una tira de tela que se descarta durante el corte de los rollos. Frente a esto, optimizamos nuestros procesos de corte para reducir al mínimo el sobrante, y comenzamos a gestionar activamente el residuo textil: lo clasificamos, lo enfardamos y lo almacenamos para su reutilización. De este trabajo surgieron iniciativas como la Colección Orillos: lámparas, sillas, mesas y organizadores creados a partir de esas tiras de tela, que incluso recibió el Sello Buen Diseño. Además, logramos generar sinergias con empresas locales como Fibransur, que nos permiten reciclar ese material y transformarlo en nuevas fibras, con las que desarrollamos la Colección Circular: almohadones, tote bags, neceseres, manteles y cortinas de baño elaborados con fibras recicladas y sin procesos de blanqueo ni teñido. A esto se suman otras líneas que refuerzan nuestra visión de economía circular y bajo impacto: la Línea Bambú, confeccionada con fibra 100% biodegradable; la Línea Biotextil, que utiliza un proceso de suavizado enzimático que reduce hasta un 50% el consumo de agua y energía; y la Línea Fibra Cáñamo, que se destaca por su durabilidad y el menor impacto ambiental de esta fibra natural. Todas estas propuestas reflejan nuestro compromiso por diseñar productos más conscientes, que acompañen a las personas en su vida cotidiana y, al mismo tiempo, cuiden el planeta.
- ¿Qué tipo de demandas particulares tienen en materia de sostenibilidad de parte de clientes o mercados? ¿Cómo articulan eso en el vínculo que ustedes tienen con sus proveedores? ¿Tienen exigencias especiales para quienes integran su cadena de suministro?
Hoy vemos que nuestras audiencias están cada vez más informadas y son mucho más conscientes del impacto que tienen sus decisiones de consumo. Eso nos interpela y nos motiva a redoblar nuestros esfuerzos para ofrecer productos que no solo sean de calidad y diseño, sino que también tengan detrás procesos más responsables. En Arredo asumimos un compromiso firme con el desarrollo sustentable, y entendemos que este camino no se transita en soledad. Por eso buscamos expandir ese compromiso a toda nuestra cadena de producción y proveedores. Creemos que cada actor que forma parte de nuestro ecosistema es clave para transformar la industria textil, y trabajamos de manera colaborativa para que las prácticas sustentables se vuelvan la norma y no la excepción.
Además, creemos que también es importante acompañar a las audiencias en este proceso. Todos nuestros productos cuentan con etiquetas informativas, compartimos contenidos en nuestras redes y capacitamos a nuestros equipos de venta para que puedan transmitir el valor de lo sustentable. Porque en definitiva, esto es algo que se construye entre todos: proveedores, colaboradores, audiencias y empresas. Solo de esa forma podemos lograr cambios reales y duraderos.
"Comenzamos a gestionar activamente el residuo textil: lo clasificamos, lo enfardamos y lo almacenamos para su reutilización"
- ¿Realizan mediciones de huella ambiental de la producción? Si es así, ¿Dónde encuentran los principales desafíos?
Sí, en Arredo realizamos mediciones y reportes de nuestro impacto social y ambiental bajo los estándares GRI (Global Reporting Initiative). El primero lo publicamos en 2022, luego en 2023 y actualmente estamos desarrollando la próxima edición. Uno de los grandes desafíos que enfrentábamos era encontrar una solución frente a los impactos propios de nuestra industria, especialmente en lo que respecta a los residuos textiles. Gracias al rediseño de procesos y a nuevas líneas de trabajo, logramos reducir a cero el residuo textil que se envía al vertedero, un hito que refleja nuestro compromiso por avanzar hacia una producción cada vez más sustentable.
- ¿Cuál es el impacto ambiental de la industria a nivel global y hacia dónde se orienta el sector para impulsar la reducción de esta huella en el país y en el mundo?
Según datos de Naciones Unidas, la industria textil genera a nivel global el 20% de las aguas residuales del mundo (muchas contaminadas con productos tóxicos) y es responsable del 8% de las emisiones globales de CO2. Teniendo en cuenta estos datos, como productores textiles tenemos el compromiso de gestionar nuestros impactos ambientales, promoviendo una producción y un consumo cada vez más responsables. En este sentido, a través de nuestro programa Cero Residuo Textil a Vertedero, en Arredo logramos, en primer lugar, reducir el residuo textil que generamos en el proceso de corte y, luego, desarrollamos un circuito que nos permite gestionar responsablemente 4 toneladas mensuales de descartes textiles. Este material lo reutilizamos en proyectos de innovación como la Colección Circular y en proyectos de impacto social como Donaciones con Sentido y Taller de Tejido Social, a través de los cuales realizamos la donación de textiles y capacitamos a organizaciones de la sociedad civil para que puedan desarrollar productos a través de la técnica del tejido. Además, enviamos material a cooperativas de reciclaje que le brindan un nuevo uso. Así, logramos llegar al cero residuo textil enviado a vertederos.


