Cambio de paradigma
La Unión Europea invierte billones para cambiar la forma de usar el suelo
El bloque quiere lograr la neutralidad de carbono en 2050 y adoptó una robusta legislación para lograrlo. El experto Patrice Cannavo, de L’Institute-Agro de Francia, lo explica
Por: Costanza Grosso
En un contexto global atravesado por la amenaza de sobrepoblación, que exige producir más alimentos en tierras que son cada vez menos productivas, la Unión Europea está impulsando un paquete de leyes que busca cambiar radicalmente la relación con el suelo hasta ahora establecida, tanto en el ámbito agrícola como en el urbano.
El experto en suelo Patrice Cannavo, profesor en L’Institute-Agro de Francia, expuso las dificultades y medidas que está afrontando el viejo continente en cuanto al uso y regularización del suelo. “Es un asunto muy fuerte en Europa que todavía no está en Argentina, pero ya va a llegar”, declaró tras enumerar las leyes vigentes que implican la inversión de un billón de euros entre entes públicos y privados para su cumplimiento.
Según demuestran las publicaciones relacionadas a la agroecología, la temática comenzó a ser de interés tímidamente en 1990 pero cada año se fueron incrementando de manera extensiva. La razón es explícita: las tierras cada vez rinden menos; el cambio climático trae sequías o excesivas lluvias que, junto a los cambios de temperatura, alteran la capacidad de las tierras para hacer crecer los cultivos tradicionales; las exigencias de seguridad alimentaria son cada vez más y también las crisis sociales y sanitarias.
Cannavo destacó siete leyes que, desde 2010, han transformado el panorama del uso del suelo en Francia y Europa. Comenzaron tímidamente, sin exigencias ni multas, razón por la cual las legislaciones no dieron resultado. Con cada año que pasó, se volvieron más estrictos y comenzaron a tener un impacto real en la planificación territorial.
Un breve recorrido por la legislatura europea
En 2010 el Ministerio de Agricultura francés trató de limitar la pérdida de tierras agrícolas, con el objetivo de dividir por dos la tasa de consumo de suelo. Sin embargo, no había multas para quienes incumplieran, por lo que no tuvo éxito.
En 2012, la Unión Europea se propuso poner fin a la artificialización de la tierra para 2050. El proyecto sigue en vigencia.
En 2014, Francia aprobó una ley que limita la extensión de las construcciones urbanas de manera lateral para no seguir ocupando y dañando suelos.
En 2016 sancionaron la ley Biodiversidad que establece una compensación. Es decir, cuando se realiza un proyecto de urbanización que daña la biodiversidad, hay que compensar la pérdida en otra parte de la ciudad.
En 2021 Europa se encaminó en una misión para que el 65% de los suelos sean saludables para alimentación en 2030 y ese mismo año, establecieron el objetivo neutralidad carbono para 2050. Cada país decide cómo lograrlo. En Francia las ciudades deben compensar las emisiones, por ejemplo con implementación de zonas verdes, reducción de transporte o transporte eléctrico
También en 2021 Francia sancionó la ley Cero artificialización neta, cuyo objetivo es no perder más superficie natural o agrícola neta hasta 2050.
En resumen, el ojo está puesto para que en 2050 se alcance la neutralidad climática en todo el continente europeo. Para eso, están creando fondos de hasta un billón de euros para compensar a los agricultores que sufren el cambio al reducir o abandonar por completo el uso de fitosanitarios.
A la vez, impulsan la economía circular y crean un sistema alimentario sostenible, donde los europeos puedan consumir alimentos que tengan capacidad de producir para reducir las importaciones y controlar la sanidad.
Los desafíos para lograr tierras agroecológicas son fortalecer las herramientas de conocimiento, la protección de las tierras agrícolas, preservar y mejorar los ecosistemas y, “lo que hacemos nosotros, docentes e investigadores, sensibilización sobre los problemas y consecuencias”, recapituló Cannavo para cerrar su charla “La agroecología desde la visión de Francia” impulsada por el Centro Franco-Argentino de Altos Estudios de la UNR.


