Operaciones en Brasil
Cargill le pone primera a las inversiones en bioenergía
La multinacional firmó un acuerdo para adquirir el 50% restante del paquete accionario de la brasileña SJC Bioenergia, una gran productora de etanol
La multinacional Cargill, una de las principales traders de granos del mundo, anunció un acuerdo para adquirir el 50% restante de la compañía brasileña SJC Bioenergia, productora de azúcar y energía renovable a partir de caña (etanol), un proceso que aún está sujeto a aprobación de las autoridades regulatorias.
De esta manera, y a pesar de los marcados virajes políticos de Estados Unidos en materia ambiental tras la asunción de Donald Trump, muchas grandes empresas continúan con su agenda sustentable. De hecho, con este movimiento Cargill aseguró que avanza su estrategia en el mercado de las energías renovables.
La empresa, que está instalada en Brasil hace 60 años, aseguró que invirtió u$s 1.170 millones en sus operaciones brasileñas en los últimos años.
SJC Bioenergia, fue fundada en 2006 y tuvo a Cargill como socio comercial desde 2011. Es una de las grandes operadoras del mercado del aceite y tiene dos plantas en el estado de Goiás. Procesa caña de azúcar y maíz, produciendo azúcar cruda, etanol hidratado y anhidro, aceite de maíz y granos secos de destilería DDG (os granos secos de destilería con solubles) con alto contenido proteico, además de generar electricidad a partir de biomasa.
"Esta adquisición refuerza nuestro compromiso con el mercado brasileño y con la producción de energía renovable. SJC Bioenergia es un socio estratégico que nos ha permitido avanzar en nuestra visión de un futuro más sostenible", señaló Cargill en un comunicado.
La compra de SJC Bioenergia por parte de Cargill muestra la relevancia de la política de orientada a los biocombustibles y la energía renovable en Brasil, que se posicionó como uno de los países líderes en este sector.
La producción de etanol a partir de caña de azúcar es una de las principales fuentes de energía renovable en el país, mientras que el procesamiento de maíz para generar DDG y aceite fue ganando relevancia en los últimos años. Además, la generación de electricidad a partir de biomasa contribuye a la diversificación de la matriz energética brasileña.
"Esta adquisición es un paso más en nuestra estrategia de crecimiento sostenible. Estamos comprometidos con el desarrollo de soluciones innovadoras que contribuyan a un futuro más verde", concluyó Cargill.
La adquisición está pendiente de la aprobación del Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) de Brasil y debe cumplir con todas las condiciones contractuales antes de su finalización.