Humedal comprometido
La contaminación con plásticos se adueñó del Paraná
En las costas de Rosario y las islas se realizó la novena edición de la campaña "Más Río Menos Basura”. El 70% de lo recolectado fueron plásticos, predominantemente botellas de bebidas
Por: Eugenia Langone mail
Tras un 2024 que cerró sin acuerdos globales en torno al tratamiento de los plásticos en un mundo - que produce anualmente 430 millones de toneladas métricas - la problemática volvió a visibilizarse una vez más en las costas rosarinas del Paraná donde la las organizaciones ambientalistas volvieron a hacer públicos los resultados de la última jornada de limpieza “Más Río Menos Basura”. En sólo tres horas se recolectó una tonelada y media de basura en los en seis puntos diferentes de trabajo, de la cual el 70% fueron plásticos.
Se trató de la novena campaña de limpieza que en octubre pasado llevaron adelante organizaciones ambientales, entre las que se encuentran el Taller Ecologista y El Paraná No se Toca, cuyo resultado se dio a conocer en estos días en el marco del Día Mundial de los Humedales.
Los seis puntos de recolección no sólo fueron en la costa de Rosario, donde se ubicaron tres, sino además en la zona de islas frente a la ciudad, Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez, donde otros tres equipos trabajaron en la zona del humedal. Si bien la mayor parte de los 13 contenedores de residuos recolectados se encontraron del lado rosarino, el 20% fueron traídos del área isleña, lo que representa más de 300 kilos de basura.
“Los residuos recolectados en la costa rosarina provinieron de tres zonas distintas: de las inmediaciones del Acuario y Camping Municipal, de Costa Alta, y de la Rambla Catalunya, siendo los dos primeros lugares los que se encontraron más repletos de basura”, detallaron desde la campaña, mientras indicaron que “al otro lado del río, trabajaron grupos de kayakistas que trajeron residuos de la zona de islas frente a Puerto Norte, de una parte de la Isla de los Mástiles, frente a Granadero Baigorria, y de un tramo de Paso Destilería, frente a Capitán Bermúdez”.
Tras la labor de más de un centenar de voluntarios, el análisis de lo recolectado mostró que entre los más de 3.300 objetos se encontraron cinco tipos de residuos, entre los que había colillas de cigarrillos, botellas de plástico, tapitas, sorbetes y envoltorios de distintos tipos de productos. Lo preocupante, una vez más, es que las botellas y los plásticos ocupan el primer lugar.
En análisis incluye también el detalle de las empresas comercializadoras de los objetos encontrados, lo que busca trazar una línea de responsabilidades en torno a la fabricación de esos productos. En ese ranking, los primeras tres marcas de los más contaminadores encontrados fueron Coca Cola, Pritty SA y Grupo Arcor.
“Es una constante de todas las jornadas realizadas en todos estos años: siempre Coca Cola se destacó en primer lugar por la cantidad de botellas de plástico encontradas en el río de sus diversas marcas”, señalaron. Y agregaron que “una mala noticia es que recientemente Coca Cola, a nivel global, abandonó sus objetivos de aumentar el uso de envases reutilizables y retornables”
Un problema urgente
La contaminación de plásticos reviste urgencia. Según datos de la ONU, el mundo produce cada año 430 millones de toneladas métricas de plásticos y con esa tendencia, la producción se triplicará al 2060.
Además, dos tercios del total de plásticos que se producen son de consumo efímero y en poco tiempo serán residuos contaminantes, un punto que queda demostrado en el análisis de los residuos recolectados en la campaña local.
A nivel global, a la contaminación se suman los costos sociales y medioambientales vinculados a la contaminación, estimados en 1,5 billones de dólares anuales. Así, el 19% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen justamente de la producción y uso de este material.
En ese escenario y a nivel local, las organizaciones ambientales apuntan a trabajar en la causas estructurales que están fundamentalmente “en forma de producir y de consumir caracterizada por un uso masivo de envases y artículos descartables”, señalan y que es justamente lo que se encuentra en las costas y en las islas ante cada campaña.
El cumplimiento y control por parte del municipio del cumplimiento de las ordenanzas vigentes para la reducción del uso de plásticos descartables, como son los sorbetes; el reclamo a las empresas para que avancen en el cambio de sus modos de comercialización productos, y el cambio en los hábitos de consumo son los ejes de trabajo fundamentales que deben darse. Más aún cuando a nivel mundial las discusiones en Naciones Unidas para lograr un Tratado Global continúan y el escenario internacional no muestra conclusiones y acuerdos en el corto plazo.