Quieren vestir baños y cocinas con plástico reciclado

Deco Klart es un emprendimiento del oeste de la provincia de Neuquén que se dedica a recolectar, clasificar, triturar y fundir plásticos reciclables para crear objetos funcionales. Ahora apuntan a dar un salto utilizando el mismo proceso productivo: convertirse en los primeros en el país en ofrecer placas plásticas para revestimiento de baño y cocina.

En diálogo exclusivo con Ecobiz, Yanina Rodriguez, su fundadora, cuenta cómo fue el proceso de este proyecto que en menos de un año se insertó en el mercado, fue semifinalista del concurso Emprendedores Río Negro 2024, obtuvo una mención especial en la premiación del Programa Naves 2024 que organiza Banco Macro y IAE Business School, y busca seguir escalando. 

Rodríguez es licenciada en Administración de Empresas, tiene 48 años y desde hacía 20 trabajaba como asesora en planificación estratégica y ecommerce para empresas. En mayo de 2023 decidió que quería un cambio y por primera vez en su vida renunció sin saber cuál sería el siguiente paso, así, comenzó la búsqueda en la que devendría Deco Klart.

Sabiendo que quería crear algún producto, se formó de forma online con una organización holandesa en métodos de compresión para madera plástica. En noviembre de 2023 compró las primeras máquinas y quiso aplicar la técnica para la creación de macetas rotomoldeadas pero no resultó rentable. 

Después de unos meses de prueba y error, los porta celulares, porta notebooks y comederos para mascotas fueron un éxito en las primeras ferias a las que se presentó y hoy son su catálogo fijo de productos, con los que reciclaron más de 800 kilos de plástico entre marzo y diciembre de 2024.

“Con la misma técnica apuntamos a desarrollar revestimiento de baño y cocina, pero para eso necesitamos una inversión para comprar mayor maquinaria y que a su vez nos permita tener el stock suficiente como para poder escalar el emprendimiento”, relata la profesional. El objetivo 2025 es lanzar las placas de revestimiento al mercado.

La emprendedora cuenta que presentarse en concursos le permitió llegar a otros públicos, más allá de los clientes. “Con algunos de los jueces que nos escucharon pitchear en Nave nos empezamos a reunir y evaluar la necesidad o no de buscar inversores”, remarca. El dilema es: seguir creciendo despacio o sumar un inversor y dar un gran salto, con los pro y los contra de cada una de las opciones.

“Un inversor requiere de cierto porcentaje de la empresa y audita, pero también acompaña. Estamos terminando de analizar todavía, estamos en conversación con dos interesados”, adelanta.

Innovación con sello orense

La Municipalidad de Fernández Oro fue el primer aliado de Deco Klart: los acompañaron con una campaña de difusión para que la gente de la localidad separe plásticos y se los lleve al galpón donde trabajan, que también es un punto de reciclaje.

En el ámbito empresarial, la primera compañía en tenderles una mano con donaciones de materia prima fue Coca-Cola Andina, luego se sumó el concesionario de la marca Toyota y recientemente, una cadena de supermercados. “Hoy la mayor cantidad de plástico viene de las empresas”, asegura la Licenciada.

Cabe destacar que la obtención de plástico fue el primer gran problema al que se enfrentaron, ya que al comprarlo venía sucio y mezclado y no servía para el proceso de reciclado al que lo sometían.

A Yanina le interesa que el proyecto tenga una impronta regional y asegura que los orenses se interesan por participar y conocer. Cada algunos meses hacen “galpón abierto” al que ya han asistido desde escuelas y desde el centro de adultos mayores. En esas instancias muestran y explican el proceso de trabajo que les permite convertir los desechos plásticos en un producto nuevo. 

“Queremos aprovechar la industria petrolera de la zona para ofrecer las placas a los trailers donde duermen y viven los trabajadores de esa industria”, explica la empresaria en relación al objetivo de ampliar la cartera en 2025, y cuenta que para lograrlo está trabajando con una constructora.

En menos de un año, Deco Klart cuenta con 4 empleados, el galpón de 130 metros cuadrados en el que empezaron hoy les queda chico, están buscando un diseñador industrial que se sume al equipo y se asientan como una marca innovadora, regional y de triple impacto.