Idea carioca
Le sacaron el jugo al negocio transformando semillas en bioplásticos
Una start up de Río de Janeiro produce plásticos biodegradables en base a residuos agroindustriales, especialmente la semilla del açaí, la famosa fruta que se consume en Brasil
La transformación de la semilla de una tradicional fruta brasileña como el açaí en cubiertos, vasos y otros artículos de bioplásticos que pueblan las mesas de bares y restaurantes demandó tiempo y mucha cabeza, pero el resultado fue exitoso y rentable.
Esa es una apretada síntesis del recorrido que realizó la start up Polimex Bioplásticos, nacida en Río de Janeiro al calor del conocimiento de un grupo de estudiantes de la carrera de Procesos Quimicos del Instituto Federal de esa ciudad carioca (IFRJ) que en 2018 decidieron dar una respuesta a la problemática de la contaminación generada por el uso de plásticos.
De esa manera se abocaron a producir bioplásticos compostables biodegradables y 100% renovables a partir de residuos agroindustriales, entre los que se destaca las semillas de açaí, un fruto muy consumido en Brasil.
“Nuestros bioplásticos utilizan como insumos residuos agroindustriales y productos agrícolas, incluidos residuos de pulpa de açaí del Amazonas”, dijo el director general de Polimex, Luan Campos durante un encuentro organizado por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Río de Janeiro (Faperj). Así, producen el plástico natural biodegradable (PNB) que se puede utilizar en diferentes industrias como la que procesa plástico de un solo uso hasta la de embalaje del sector cosmético o alimenticio.
Recordó que el plástico normal, proveniente de la industria petroquímica, tarda alrededor de 400 años en degradarse, mientras que el bioplástico se desintegra en aproximadamente 150 días.
Actualmente Polimex atiende a clientes de diferentes segmentos de la industria del plástico, como productores de vajilla, lo que le permite incursionar en el segmento de gastronomía.
La empresa, que fue pionera en el desarrollo de bioplásticos en Brasil tuvo el acompañamiento de distintas instituciones como Faperj pero también del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae).
Pero además al ser una spin off del campus de Maracaná, tiene una estrecha relación con el IFRJ. También es miembro de la Asociación Brasileña de Biopolímeros Compostables y Compostaje (Abicom).
El 2024 los encontró con una etapa de fuerte crecimiento. Según los datos de la propia compañía, fue un año de “producción industrial y ventas a gran escala”. En 2025 prevén aumentar a más de 12 productos su porfolio y alcanzar una escala de al menos 60 toneladas mensuales.