Industria
12.12.2024

Una "juntada" exitosa

Son la única cooperativa con certificación de orgánicos, cuidan el ambiente y dan trabajo

Formada por mujeres, funciona en Villa Constitución (Santa Fe) y produce alimentos secos y congelados con packaging compostable y biodegradable

Por: Eugenia Langone mail

Arraigo fue “la bala de plata” de Gastón Médula, un empresario de Villa Constitución quien, cuando su negocio no dio para más, apostó todo a eso que era una convicción: el trabajo colectivo y asociativo. No lo hizo sólo, sino con un grupo de 14 mujeres que hoy, casi cinco años después, son parte del proyecto Cooperativa Arraigo que pasó de ofrecer bolsones de verduras orgánicas durante la pandemia a fraccionar y comercializar bajo su marca Brotes Verdes productos secos y congelados orgánicos, cuidando la huella ambiental. 

Mejorar el acceso a los alimentos de la canasta básica de la región al mismo tiempo que buscaba generar empleo “colaborativo y participativo” en la producción de alimentos sanos y de calidad, fue la idea que movió al equipo, integrado en un 99 por ciento por mujeres, muchas de las cuales encontraron allí su primer puesto de trabajo formal en más de 50 años.

“Convoqué a un grupo que en plena pandemia estaban encerradas como todos y que entre ellas no se conocían, pero yo sabía qué es lo que cada una podía aportar”, cuenta Médula y señala que de ese núcleo duro inicial más de la mitad perecen en el proyecto. 

Entre ellas está Angelina Cullen, una de las socias desde día uno y actualmente presidenta de la cooperativa, que era la única con conocimientos en el mercado de productos alimenticios orgánicos.

Los bolsones de verduras fueron el primer paso, pero enseguida lograron comenzar a fraccionar otros productos secos, como cereales y harinas, así como a comprar verduras congeladas a granel, que luego también se fraccionan para ofrecer tanto en su tienda on line como en el mercado de cercanía, al tiempo que se iba teniendo una red con otros actores. 

Parte de una red

Actualmente, junto a otras cooperativas y asociaciones son parte de la red nacional de Alimentos Cooperativos, integrada por 150 entidades de todo el país, y a ser parte de la Cooperativa Alimentos para la Nueva Argentina. 

Además de contar con establecimiento registrado para el fraccionamiento de alimentos a base vegetal y farináceos, actualmente son la única cooperativa de alimentos con certificación de orgánicos, lo que les permite garantizar la trazabilidad de sus productos. 

Los productos de Cooperativa Arraigo se venden en negocios de cercanía y en su tienda on line.

Hoy, más del 60% de su producción se distribuye en en las proveedurías de la Asociación Mutual de Empleados de Comercio (Amecro), también se asociaron con otros proyectos cooperativos como la fábrica Mil Hojas e incluso hacen escuela: ofrecen en el establecimiento más grande de Villa Constitución alimentos orgánicos y saludables a los estudiantes a través de un quiosco virtual. 

Se trata del único establecimiento en la provincia con certificación orgánica, ya que el resto de los proyectos con certificado otorgado son fundamentalmente a proyectos de apicultores y yerbateros. 

La soberanía alimentaria está entre sus principales búsquedas y pilares, en el rescate de las economías familiares y de los pequeños productores; así como la preservación del equilibrio en los ecosistemas y la mejora del nivel de ingresos equitativamente de todos los que participan en la red de comercialización.

Bajar la huella

Así como la trazabilidad de sus productos y la fuerte apuesta por incluir a las mujeres en el mercado de trabajo, el cuidado del ambiente y la sustentabilidad son parte de la agenda central. 

En ese punto, Médula señala que “una de las principales fortalezas es trabajar con un mercado de clientes y consumidores que son responsables que intentan ver en los alimentos una posibilidad de cuidar el ambiente”.

Por eso, todos los productos fraccionados son envasados en packaging compostable y biodegradable para “hacer que el producto final que pongamos al mercado tenga un círculo virtuoso”, destaca.

El consumo de energía, además, proviene en un 70% de energías renovables, ya que se abastece a través de paneles fotovoltaicos. 

La apuesta, señala, es cada vez más llevar adelante el proceso de producción “con la menor huella posible en el ambiente” tanto en materia energética como respecto de los materiales que se utilizan en la comercialización.

El objetivo es lograr “el mayor impacto positivo no sólo sobre quienes consumen, sino además sobre todas estas mujeres que llevan adelante el trabajo”, concluye. 
 

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