Industria
13.11.2024

Bioinsumos y proteínas

Una bioplanta que marcha con el aleteo de las moscas

En Balcarce una empresa recicla desperdicios de grandes empresas a escala industrial con insectos, que luego procesan para obtener harina proteica, aceite y un biofertilizante

Por: Sandra Cicaré mail

Julien Laurençon es francés y viste con orgullo una remera que dice “Preservar, alentar, regenerar”. La usa tanto para trabajar en el campo de la localidad de Balcarce donde está asentada su empresa de soluciones biológicas Procens, como para presentarse ante un auditorio de cientos de empresarios donde expone sobre esa experiencia, con la idea de contagiarlos. 

Ese mensaje que lleva a todos lados es el que lo guió a él y a su socio belga François Nolet, a convertir una idea en una empresa que se dedica a reciclar desperdicios alimenticios a escala industrial con insectos - en este caso la larva de la mosca “Soldado Negro” originaria de Latinoamérica - que luego procesan para obtener una harina proteica y un aceite para alimentación animal, y una enmienda orgánica sólida para potenciar la agricultura.

“Hacemos compostaje a escala industrial y tenemos un ganado de larvas”, explicó sintéticamente Laurençon durante una visita a la bioplanta de 1.100 m2 donde se crían y reproducen las moscas, para la cual arman dietas específicas, y se cosechan los huevos que producen unas 40 mil larvas pequeñas por cada gramo de huevo, que luego comen los desperdicios que reciben en Procens. 

“En sólo dos semanas estas larvas bebés multiplican su peso por 10 mil, y transforman los alimentos en proteína sustentable para consumo animal y abono natural para cultivos locales”, dijo el empresario y lo comparó con el ser humano. “Es como si un bebé recién nacido a las dos semanas pesara 30 toneladas”, ejemplificó durante el recorrido organizado por Sistema B Argentina, apodado "Mosca Tour".

En este proceso las larvas se van separando y alimentando y además, en algún momento, se corta el ciclo y se reserva un 2% de las moscas para lo que se denomina pie de cría, es decir, para volver a producir larvas. Allí se mantiene la temperatura ideal para la reproducción así como la ventilación adecuada para eliminar el amoníaco que genera el proceso.

Las larvas que dan origen a la enmienda orgánica, la harina y el aceite.

El área de I+D que conduce el doctor en Ciencias Biológicas, Felipe del Pazo es clave para garantizar este proceso y buscar distintas formas de innovar.

Es un ciclo completo de economía circular que fue escalando en muy poco tiempo y en forma vertiginosa. Arrancaron en Colonia Caroya (Córdoba) en 2018 con un contenedor y una inversión inicial de u$s 4.000 procesando los residuos de restaurantes de la zona, lograron en la primera ronda de inversión captar otros u$s 200 mil en 2020 en sólo dos días, y consolidaron otro desembolso de u$s 1,5 a fines del año siguiente.

Aunque la inyección de fondos es clave para apalancar este proceso, los empresarios deciden con quién se asocian. “No trabajamos con gente que no nos gusta”, dijo en forma categórica Julien y también indicó que ya cuentan con 26 inversores que apuestan por este proyecto de muchos lugares de la Argentina y el resto del mundo.

Mudanza y escalado

La mudanza hacia las tierras bonaerenses estuvo asociada a la alianza estratégica que sellaron con el gran fabricante de papas fritas McCain, asentado sobre la ruta 226 en Balcarce, a muy poca distancia del predio donde está montada Procens.

Por ahora procesan 5 toneladas diarias provenientes de McCain - especialmente cáscara de papa - que representa sólo el 10% de lo que produce la multinacional, lo que les abre un horizonte alentador para escalar en volumen de procesamiento.

Pero también reciclan bagazo de cerveza y tienen una alianza con el Banco de Alimentos para procesar los desperdicios. En el horizonte están en diálogo con la firma de café Cabrales para procesar también esos residuos a futuro.

En este proceso de economía circular, Procens recibe los desechos de McCain y le vende la enmienda orgánica que lleva el nombre de Ferticens, un biofertilizante con muchas propiedades, que se utiliza para el cultivo de papa de la empresa.

La planta de procesamiento de harinas y aceites de Procens.

“Nosotros le compramos un desecho a precio simbólico y les vendemos un biofertilizante orgánico”, explicó Maximiliano García, de RRII de Procens quien detalló que producen 7 toneladas mensuales de enmienda orgánica.

Para McCain es también un negocio porque tienen un proveedor que contribuye con la mitigación de emisiones de alcance 3, que son las que provienen de su cadena de valor.

Por otro lado, en la ciudad de Balcarce tienen la planta de transformación industrial - que planean pronto unificar en el mismo predio - donde elaboran con los esqueletos de las larvas, harina y aceite con alto contenido proteico que luego venden a empresas como Vitalcan, que fabrica alimentos para mascotas. 

No descartan alianzas con otros sectores que demandan tanto harina como aceite proveniente de las larvas “con propiedades muy similares a las de palma o de coco”, detalló García.

Esta solución orgánica en base a insectos se encontró con gran vacío legal y normativo en Argentina. En Europa ya hace una década y media que se desarrolla y se genera conocimiento sobre este tema.

Llenar un vacío legal

Laurençon explicó que trabajaron con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en diferentes gestiones para crear de cero un marco normativo. Así obtuvieron el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) para producción de insectos para consumo y en septiembre de 2024 salió la normativa en el código alimentario.

Junto a la bioplanta también montaron una huerta donde producen verduras en combinación con plantas florales.Utilizan la técnica ancestral de cultivos Milpa, en base a la siembra de maíz, frijoles y calabaza. 

Todo este proceso, que ya está en pleno funcionamiento es apenas un piloto para lo que proyectan desde Procens. Laurençon explicó que tienen reservadas 6 hectáreas más del predio para escalar y acopiar desechos y proyectan trasladar al mismo la planta procesadora de harina y aceite. “Todo se puede hacer de otra manera generando impacto positivo”, dijo y lo mostró con hechos.
 

arrow_upward