Empresas que se prenden
Electricidad verde: Argentina enciende proyectos de biomasa forestal
En el país hay 17 establecimientos dedicados a la actividad que es una alternativa de energía renovable. Suman potencia a la red y se autoabastecen
La biomasa forestal se convirtió en una pieza clave para la transición hacia un modelo energético con menor huella de carbono, que además, suma rentabilidad al negocio.
En Argentina hay 17 establecimientos que generan electricidad a partir de biomasa forestal y licor negro, con una capacidad bruta instalada de casi 250 MW, la mitad de la cual – 121 MW – se entrega a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa) y el resto lo utiliza la industria para autoconsumo.
Los datos, que surgen de un relevamiento realizado por la Asociación Forestal Argentina (Afoa) y la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial (DNDFI), indican que “la utilización de materiales forestales con fines energéticos agrega rentabilidad al negocio, promueve la creación de empleo, y es beneficioso ambientalmente; todo esto hace a un desarrollo sostenible de la actividad”.
En el país, Misiones es la provincia con mayor número de establecimientos (9), y también lidera en capacidad instalada de 109 MW. En esa provincia están radicados plantas de envergadura como las de Arauco y Papel Misionero. En este caso, el origen de la energía es tanto de biomasa como de licor negro, producto residual de la elaboración de la celulosa y papel.
Corrientes es la segunda provincia con más establecimientos de este tipo (3) y una capacidad instalada de 97 MW, especialmente con las 2 plantas mencionadas del Grupo Insud en Virasoro. En poco tiempo se sumará una cuarta planta que agregará 7 MW de capacidad extras.
Las otras cuatro plantas se encuentran en Chaco (2), Santa Fe (1) y Jujuy (1), aportando 44 MW de potencia instalada. En Santa Fe opera la compañía Celulosa Argentina que genera 19 MW de licor negro y 316.236 t/año de consumo.
La capacidad instalada de 206 MW que suman Misiones y Corrientes en generación de energía a partir de biomasa, sería capaz de cubrir cerca del 22% del consumo eléctrico anual total combinado de ambas provincias, o el total de los hogares de las ciudades de Posadas y Corrientes.
“Este porcentaje demuestra un impacto considerable en la autonomía energética de las empresas y de la región y destacan el potencial de la biomasa forestal no solo como fuente de energía renovable, sino también como un vector de economía circular al valorizar residuos y subproductos de la actividad forestal e industrial, generar empleo y aportar al desarrollo local”, señalaron desde Afoa.
Tanto a través de chips o pellets para energía térmica o como proveedor de centrales de energía eléctrica, la biomasa forestal es un componente crucial en la transición hacia un modelo energético más sostenible y que aporta a la economía circular, pudiendo complementar la provisión de energía eléctrica renovable con su capacidad de operar de forma continua y controlada, lo que la convierte en una fuente más estable para el sistema eléctrico, a diferencia de la intermitencia inherente de la energía generada gracias al viento y el sol.
La utilización de la biomasa forestal residual del campo (restos de podas, raleos y árboles muertos) como de la industria (aserrín, viruta, despuntes), genera valor a estos subproductos que normalmente no eran aprovechados y que generaban un impacto ambiental, debido a su descomposición, como un significativo riesgo de incendios gracias a su acumulación.
Para la generación de las 250 MW de energía se utilizan 2.827.500 toneladas de madera y 1.075.964 toneladas de licor negro, “lo que demuestra la importante valorización de los subproductos, convertidos en un recurso valioso y reduciendo la necesidad de combustibles fósiles”, indicaron desde Afoa.
Esto representa un aporte muy significativo a la matriz energética de las provincias, fortaleciendo la seguridad del suministro y contribuyendo a la estabilidad de la red interconectada, especialmente en la región del NEA.