Vino el cambio
Alta gama, bajo impacto: el plan verde de una bodega argentina
Miden huella hídrica y de carbono, trabajan en eficiencia energética, reutilizan residuos y tienen un política de compra de insumos responsable
Por: Rodrigo Elias mail
En un contexto donde las condiciones ambientales y las exigencias del mercado internacional marcan el rumbo del sector vitivinícola, Bodega Rutini Wines aceleró su transición hacia un modelo de producción sustentable. Con foco en la medición de su huella de carbono y de agua, en eficiencia energética y una política de compras responsables, la histórica compañía mendocina de una marca icónica consolida una estrategia que combina compromiso ambiental con rentabilidad.
En línea con esto, desde 2021 la firma calcula y gestiona la huella de carbono de sus vinos elaborados en Valle de Uco (Mendoza), bajo un enfoque de ciclo de vida que incluye desde la producción de uvas y la adquisición de insumos, hasta la elaboración, envasado y comercialización, tanto en el mercado local como en el internacional. En 2022 comenzó a medir también la huella hídrica, abarcando las mismas etapas del ciclo productivo.
“La sostenibilidad no solo responde a un compromiso ambiental y social, sino que representa una ventaja competitiva creciente, ya que hay un mucho interés de consumidores, distribuidores y mercados internacionales por productos con menor impacto ambiental, trazabilidad y buenas prácticas certificadas”, aseguraron desde Rutini en diálogo con Ecobiz.
Y agregaron: “Además, la eficiencia en el uso de recursos y la reducción de residuos contribuyen a una operación más rentable, por lo tanto la sostenibilidad es, cada vez más, sinónimo de competitividad y resiliencia empresarial”.

Rutini midió su huella de carbono, lo cual le permitió identificar los puntos críticos de emisión a lo largo del ciclo de vida del vino y actuar en consecuencia. “Detectamos que la etapa de embotellado y embalaje representa aproximadamente el 40% de nuestra huella total, siendo la fabricación y transporte de materiales de empaque, especialmente la botella de vidrio, la principal fuente de emisiones”, subrayaron.
De esta manera, una de las acciones más efectivas fue reducir el peso de las botellas de vidrio, con resultados significativos en la reducción del impacto ambiental.
Otra fuente importante de emisiones es la etapa del viñedo, principalmente por el uso de electricidad y combustibles.
En la elaboración, el consumo energético también es clave. “Estamos implementando un plan integral de eficiencia energética en todos los procesos productivos y avanzamos hacia un abastecimiento creciente de energías renovables, como parte de nuestra estrategia de reducción de emisiones de Alcance 1 y 2”, explicaron. Y detallaron que ese enfoque les permite no solo mitigar el impacto ambiental, sino también “optimizar costos a largo plazo”.
Además, la empresa desarrolló un programa de minimización de residuos, que asegura que todos los materiales utilizados en el proceso productivo sean reciclados o revalorizados.
“Nuestro último cálculo actualizado de huella de carbono muestra valores por debajo del promedio nacional del sector, y competitivos a nivel internacional”, sostuvieron. Y ampliaron: “Este resultado nos impulsa a seguir trabajando en la reducción de nuestro impacto ambiental”.
Buenas Prácticas Agrícolas
Las cinco fincas de Rutini están certificadas bajo la norma Global GAP, estándar reconocido por GFSI. La primera certificación fue en 2020 y actualmente todas la tienen.
Las buenas prácticas incluyen gestión responsable de fitosanitarios, trazabilidad, protección del suelo, eficiencia hídrica y energética, y condiciones laborales seguras.
“Hoy estamos avanzando en la extensión de estas prácticas a productores de uva aliados, mediante capacitación y acompañamiento técnico, conscientes de que las alianzas son clave para una cadena de valor sostenible”, enfatizaron desde la bodega que elabora vinos como Felipe Rutini - que está entre los mejores 50 de Sudamérica, además de Antologìa, Apartado, Single Vineyard, Rutini Colección y Dominio. También otros como Encuentro, Trumpeter y una línea de especiales.
Vínculo con proveedores
Dado que los materiales de empaque son una de las principales fuentes de emisiones, la firma estableció una política de compras sustentables para los insumos clave.
Este programa integra criterios ambientales y sociales en los procesos de selección y evaluación de proveedores.
“La respuesta fue muy positiva, muchos de nuestros proveedores, especialmente de botellas de vidrio y materiales de embalaje, ya están alineados con objetivos similares de reducción de huella”, afirmaron.

Así, cada año el programa se amplía incorporando nuevos proveedores y variables de sustentabilidad.
Estándares internacionales
Para garantizar la sustentabilidad a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción primaria hasta la comercialización, Rutini adopta estándares internacionales de sustentabilidad que promueven la mejora continua y buenas prácticas en lo económico, ambiental y social. Entre ellos destacan el Protocolo de Sustentabilidad Vitivinícola de Bodegas de Argentina, que evalúa su gestión en toda la cadena de valor; la certificación Global GAP, que garantiza buenas prácticas agrícolas en todas sus fincas y las Normas ISO 22000, que asegura la inocuidad de los alimentos a lo largo del proceso.
“Estas certificaciones se complementan con un comité de Sustentabilidad interno, conformado por representantes de todas las áreas, que lidera y monitorea el avance de nuestros planes”, explicaron desde la bodega y señalaron que además, trabajan en red con otros actores del sector, participando activamente en espacios como la comisión de Cadena de Valor de Bodegas de Argentina, que impulsa una gestión sustentable e innovadora en toda la industria.
Para Rutini, ser sostenibles en el sector vitivinícola implica un desafío, pero también una oportunidad. “El cambio climático, la presión sobre los recursos naturales y las nuevas demandas del mercado hacen imprescindible transformar el modelo productivo”, expresaron.
“Ser parte de la solución es una condición para seguir siendo parte del mercado, las bodegas que integran criterios de sostenibilidad en sus procesos, productos y relaciones tendrán más posibilidades de crecer, exportar y posicionarse en el mediano y largo plazo”, concluyeron.