La moda sustentable
Del retazo al jogging: una industria que se recicla
La primera empresa textil de la Argentina que fabrica un nuevo hilado a partir de los desechos de su producción. Está presente en todo el país
Revisando un perchero de ropa de la marca Le Utthe, alguien puede encontrarse con una etiqueta que dice R3. No es un código de precio, ni una identificación de temporada, sino un sello de sustentabilidad de la empresa de indumentaria argentina que significa: reducir, reutilizar y reciclar.
La compañía, que desde 1982 fabrica ropa para todos los géneros, decidió dar una vuelta de tuerca a la producción textil, que tiene una fuerte huella ambiental por el uso de productos químicos y gran consumo de agua.
Desde 2020 en su planta ubicada en la localidad bonaerense de Bragado comenzó a reciclar y reducir los residuos textiles mediante la transformación de los desechos de su propia industria en una nueva línea de algodón reciclado.
Es la primera industria textil en Argentina en encarar este proceso. “Actualmente, el 40% de la producción de nuestros tejidos es sustentable”, señalan desde la empresa, que sumó una nueva planta de 4.600 metros cuadrados para esta nueva línea de reciclado, la cual cuenta con maquinaria y tecnología de última generación, necesaria para el desarrollo de este tipo de producción.
En Le Utthe trabajan más de 1.000 empleados, que están distribuidos entre la planta industrial de más de 40.000 m2 y en más de 50 locales exclusivos de la marca ubicados en distintas ciudades de Argentina. Es una industria integral, que además de fabricar su propia tela llega al producto terminado, aplicando tecnología de punta en talleres de corte y moldería, bordado, estampería y lavandería.
Según explican, los procesos de producción de los tejidos y las fibras recicladas consumen menos agua y energía, menos recursos naturales y su uso contribuye a disminuir residuos.
Cada mes la empresa recicla 30 toneladas de retazos.
El proceso
“Clasificamos los residuos por color y convertimos los desechos textiles en una nueva fibra de algodón reciclado”, expresa la empresa para dar cuenta de este proceso. Los desechos se trituran, se desarman y se mezclan con otras fibras para mejorar el acabado como pueden ser poliéster o viscosa.
La ventaja es que ese nuevo hilo no necesita un nuevo teñido y de esa manera se logra reducir el uso de agua y productos químicos propio del proceso de industrialización.
El hilo de algodón reciclado se utiliza para la fabricación de telas de punto para la confección de remeras, buzos y jogging o también sweaters tejidos en prenda completa.
De todas maneras, como esta fibra es más corta que la de algodón virgen, el hilo resultante es más irregular y áspero y para neutralizar ese efecto “estamos trabajando con acabados distintos para mejorar el tacto, hacerlo más suave y más parecido al algodón convencional”, señala la compañía.
“El objetivo es diseñar productos más sostenibles, con fibras y procesos más respetuosos con el medio ambiente”, detalla la empresa al presentar su área de sustentabilidad y detallaron que la empresa sigue las tendencias mundiales que están en proceso de cambio hacia modelos de negocio más transparentes, sostenibles y responsables.