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14.08.2024

Reciclaje de residuos electrónicos

Se apaga el chip y se prende un negocio

En el mundo se llegó a un récord de 53,6 millones de toneladas de desechos electrónicos y sólo el 17,4% se recicló. Hacerlo generaría negocios potenciales por u$s 58 mil millones

Por: Eugenia Langone mail

Los residuos electrónicos son sin dudas un problema a resolver. Eso puede ser tomado como un desafío e incluso convertirse en una gran oportunidad de negocios. 
Una de las alertas ante este escenario la emitió el informe Global E-Waste 2020 que reveló que el mundo había arrojado en el año previo a la pandemia de Covid-19 un récord de 53,6 millones de toneladas de desechos electrónicos, de los cuales apenas el 17,4% habían sido reciclados.

La contracara de esos datos es la potencialidad de un mercado global de reciclaje de basura electrónica que, según los expertos, actualmente alcanza los 58.850 millones de dólares a nivel mundial, pero que podría multiplicarse.

Argentina está lejos de de ser uno de los países que más basura electrónica produce en el mundo, sin embargo, eso no la exceptúa del problema sobre el cual Organización de las Naciones Unidas  (ONU) fue contundente en los últimos años:  “La forma en que producimos, consumimos y eliminamos los residuos electrónicos no es sostenible”.

En 2018, de acuerdo a datos de Statista, el país produjo 454 mil toneladas métricas de residuos electrónicos, en 2021 superó las 500 mil toneladas métricas y para 2022 había alcanzado las 517 mil, lo que lo coloca tercero en el ránking de América latina. 

Esas cifras están lejos de las 10.129 millones de toneladas métricas de residuos que China produjo en 2019, las 6.918 de Estados Unidos, las 3.230 de India, las 2.569 de Japón e incluso las 2.143 millones de toneladas métricas que ese mismo año produjo Brasil, el único país sudamericano que aparece en la lista elaborada por el Statalista y que detalla los 15 países que mayor cantidad de basura electrónica desecharon. 

Que crezca en forma vertiginosa la forma en que la tecnología se transforma en basura, tampoco parece una rareza si se tiene en cuenta que en la última década sólo la industria de los smartphones creció un 50% en el mundo y está previsto que para 2050 habrá 18.220 millones dispositivos móviles en uso.

La gestión, el desafío urgente

Ante este escenario de multiplicación geométrica de los aparatos que se utilizan y descartan en la vida cotidiana, el mayor problema y desafío es la gestión de esos dispositivos que se convierten en basura. 

Mientras que en el mundo lo que se recicla apenas supera en el 17%, en América latina de acuerdo a datos de la ONU esa cifra apenas alcanza al 3%. Eso significa que el resto va a contaminar el ambiente: sólo en 2019 se detectaron 5,6 megatoneladas de gases de efecto invernadero (GEI) perteneciente a los refrigerantes justamente de la basura electrónica, además de plomo. 

Si bien las normativas y las políticas públicas marcan un camino, de hecho en Argentina las organizaciones en defensa del ambiente plantean la necesidad de contar con una Ley de Residuos Electrónicos, para muchos expertos, “la toma de conciencia” es el primer paso tanto para las industrias contaminantes como para los usuarios. 

Una de las que está haciendo punta en el reciclaje de componentes de cableado para el sector energético es la firma global E’kabel, especializada desde hace varias décadas en el desarrollo de soluciones de energía y transmisión de datos.

Ya con un pie en el negocio del reciclado, desde la compañía señalaron que el volumen del mercado global del reciclaje de basura electrónica es actualmente de 58. 850 millones de dólares, pero podría ser mucho más grande”. 

Y más aún, señalan que el impacto en la huella de carbono es significativo y podría reducir la emisión de 15 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.

Experiencia len el territorio

A nivel local, la ciudad de Rosario (Santa Fe) tiene más de una década de trabajo en la recolección de residuos electrónicos y cerró el 2023 con la recolección de 7.723 aparatos y un total de 30.572 kilogramos de residuos informáticos. En 2024 se obtuvieron 5.940 kilos.

Lejos del intento de ser un negocio y con una apuesta fuerte en la sensibilización, el programa que lleva adelante el gobierno municipal busca darle a través de colectas programadas en determinados días y espacios una disposición final adecuada a gabinetes de computación (CPU), monitores, teclados, impresoras y celulares. 

El trabajo se hace no sólo dándole un tratamiento especial a las piezas contaminantes y reutilizando lo que es posible volver a poner en uso, sino al mismo tiempo con la participación de la cooperativa de trabajadores Reciclando Futuro, conformada por  ex recuperadores urbanos que pasaron a ocuparse de este trabajo específico. 

En ese espacio recuperan lo que es posible para comercializar y le dan un destino final adecuado a los residuos contaminantes.  

El sistema no está pensado para empresas y compañías, que cuentan con regulaciones especiales, sino para los residuos de uso domiciliario de los vecinos, escuelas, clubes y organizaciones de pequeña escala.  De hecho, año a año, son cada vez más quienes participan de esta experiencia a pequeña escala que busca justamente hacer pie en el primer paso del proceso, quizá uno de los más importantes como es "la toma de conciencia" sobre eso se que deja de utilizar y se convierte en basura contaminante.
 

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