Arman una hoja de ruta para la gestión de residuos no peligrosos de pymes

La gestión de los residuos en la provincia de Santa Fe tiene un punto ciego que no se puede ignorar más: mientras las grandes industrias tienen obligaciones claras y sistemas de gestión consolidados, miles de pymes, comercios y pequeños generadores siguen sin registrar qué tiran, cuánto y dónde. Ese vacío se traduce en algo muy concreto como son los basurales a cielo abierto o montañas de residuos que se acumulan a pocos kilómetros de los centros urbanos.

En ese contexto, la Comisión Público y Privada para la Sustentabilidad Ambiental (Cimpar) acaba de dar un paso que apunta directo a ese eslabón de la cadena. La Mesa de Residuos No Peligrosos y Economía Circular, que coordina la ingeniera Melina Ramos, elaboró un manual de buenas prácticas para la gestión de residuos industriales no peligrosos, que prevén estará disponible a principios de 2026 para los empresarios.

“La guía surge de una mesa donde participan empresas, sector público y sector privado. Articular esfuerzos entre el sector productivo y el Estado para construir una región más responsable con el ambiente”, explicó Ramos en conversación con Ecobiz. Explicó además que tanto la Municipalidad de Rosario como el Ministerio de Ambiente de Santa Fe tienen la última palabra sobre los ajustes finales vinculados al nuevo esquema de inscripción y registros ambientales.

Lejos de ser un texto técnico para especialistas, el enfoque es amplio. “Está pensado para todo tipo de público, sobre todo para quienes recién empiezan a implementar una gestión ambiental”, detalló. La guía combina tres capas: marco legal vigente en Santa Fe; pasos concretos para inscribirse como generador; y recomendaciones para separar, registrar y valorizar los residuos.

El objetivo es claro: sacar de la informalidad a esa enorme masa de generadores que hoy no figuran en ningún lado. “No se trata de perseguir a las pymes, sino de acompañarlas”, aclaró Ramos y detalló que se necesita entender qué está pasando con los residuos para poder trabajar en conjunto y acercar la producción a la economía circular.

“Hoy no tenemos transparencia de todo lo que generamos. Sabemos lo que producen las grandes industrias, porque están registradas y monitoreadas, pero no sabemos de dónde viene tanta generación del resto de las empresas”, explicó y planteó que esta herramienta “busca ordenar, simplificar y transparentar la gestión, acompañando el proceso de inscripción, registro, trazabilidad y valorización”.

Paso a paso

La guía propone empezar por lo básico: conocer qué se genera, separar en origen y cuidar los materiales para que puedan entrar en circuitos de reciclado ya existentes en la provincia (papel, cartón, vidrio, plásticos, orgánicos para compost). “Tenemos grandes recicladores; lo que falta es que todos separemos bien. Si mezclamos todo, contaminamos el recurso y perdemos valor”, advirtió.

La publicación de la guía será digital, con acceso abierto y la idea de que circule y se replique. “Queremos que sea una herramienta viva, que se comparta, que otros sectores la adapten”, explicó la referente de Cimpar. 

La diferencia entre estar dentro o fuera del sistema es enorme. “En una planta grande, el Estado sabe perfectamente cuántas toneladas de basura se generan y año a año el objetivo es demostrar que genera cada vez menos cantidad”, explicó la ingeniera, quien también trabaja en Molinos Río de la Plata. 

“Esta guía es una invitación a transparentar y cambiar la manera en que producimos y desechamos”, resumió.

Materiales más sostenibles

El otro frente que asoma es el del diseño de envases y embalajes. Aunque la guía hoy se centra en lo que pasa “aguas abajo” –en la gestión de lo que ya se generó–, Cimpar mira más lejos. 
“Hay materiales que son difíciles de reciclar por cómo están diseñados los packaging", explicó Ramos.

En algún momento vamos a tener que ir ‘aguas arriba’ y trabajar también con quienes diseñan y fabrican envases para que sean más reciclables y con menos mezcla de materiales”, anticipó.