Compensa emisiones
Google se asocia con una startup brasileña para reforestar el Amazonas
La tecnológica busca reducir el impacto ambiental que genera el alto consumo de energía de su centro de datos para el uso de IA. Conocé los detalles
En una fuerte apuesta por reducir y eliminar las emisiones de carbono, Google cerró un acuerdo con la startup brasileña Mombak - dedicada a proyectos de reforestación a gran escala - mediante el cual financiará la restauración de la selva amazónica.
Se trata del mayor acuerdo realizado por la tecnológica, que prevé compensar 200 mil toneladas métricas de emisiones de CO2, en el camino de reducir el impacto ambiental que genera el alto consumo de energía de los centros de datos, según indicó un informe de la agencia Reuters.
Este compromiso representa cuatro veces el volumen del acuerdo piloto de compraventa de derechos de emisión firmado en septiembre de 2024 con Mombak.
El año pasado, Alphabet Google comprometió más de 100 millones de dólares en una variedad de tecnologías diferentes de captura de carbono, desde la meteorización mejorada de rocas y el biocarbón hasta la captura directa de aire y un proyecto para acidificar los ríos. Pero a la hora de redoblar esfuerzos, era difícil superar la eficacia de plantar árboles.
"La tecnología con menor riesgo que tenemos para reducir el carbono en la atmósfera es la fotosíntesis", dijo Randy Spock, jefe de créditos y eliminación de carbono de Google, a Reuters, citando el proceso por el cual las plantas utilizan la luz solar, el agua y el dióxido de carbono para producir oxígeno y glucosa.
El acuerdo muestra cómo las grandes tecnológicas buscan formas de mitigar los impactos climáticos de su enorme inversión en centros de datos de alto consumo energético para la IA, impulsando la demanda para compensar las emisiones de carbono a través de la incipiente industria de reforestación de Brasil.
Gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de Google provienen de la electricidad que compra para sus centros de datos y oficinas. Estas emisiones, denominadas de Alcance 2 y basadas en el mercado, se triplicaron entre 2020 y 2024, alcanzando los 3,1 millones de toneladas de CO2 equivalente el año pasado, según el último informe medioambiental de la compañía.
Google se mantuvo al margen de los créditos REDD (cada uno equivale a una tonelada de CO2 evitada), según Spock, que recompensan a los desarrolladores por preservar zonas forestales que de otro modo serían destruidas. Este mercado se vio sacudido por presuntos fraudes y vínculos con taladores ilegales en Brasil.
"La razón por la que apostamos cuatro veces más por Mombak es que tienen un enfoque muy creíble", dijo el ejecutivo.
Mombak, que transforma pastizales degradados en selva, se está beneficiando de una "búsqueda de calidad", según declaró su cofundador y director ejecutivo, Gabriel Silva.
“Antes los compradores adquirían créditos de carbono sin saber lo que compraban. Por eso, se involucraron en proyectos de baja calidad, a veces fraudulentos”, afirmó.
Para elevar la vara de la eliminación de carbono basada en la naturaleza, Google unió fuerzas el año pasado con Meta, Salesforce, McKinsey y Microsoft, el mayor comprador hasta la fecha, creando un grupo de compradores llamado Symbiosis Coalition.
La coalición, que anunció su ampliación para incluir a Bain & Company y REI Co-op, se comprometió a contratar más de 20 millones de toneladas de compensaciones de carbono basadas en la naturaleza para 2030 que cumplan con sus estándares científicos más rigurosos.
Esto incluye la exigencia de estándares de contabilidad de carbono conservadores y transparentes, la preservación a largo plazo y los beneficios para la biodiversidad y las comunidades locales. De los 185 proyectos revisados por la coalición, el de Mombak es el primero en cumplir con dichos estándares.
Brasil es el país con mayor número de proyectos que buscan el respaldo de la coalición, dijo la directora ejecutiva de Symbiosis, Julia Strong, quien agregó que esperaba que más proyectos superaran pronto los requisitos.
Sin embargo, la escasez de créditos que cumplan con los estándares más exigentes —y la gran capacidad económica de quienes están dispuestos a pagarlos— disparó los precios. Mientras que los créditos REDD se pueden vender por menos de u$s 10 por tonelada de CO2 compensado, las nuevas empresas brasileñas de reforestación han alcanzado precios superiores a los u$s 50 e incluso u$s 100 por tonelada.
“Las empresas están aumentando su eficiencia, produciendo a precios más bajos. Vamos por ese camino”, dijo Silva de Mombak. “Pero ahora mismo hay mucha más demanda que oferta”.



