Expo Eficiencia Energética
Cómo comprar energía en un mercado desregulado: consejos para industriales
El especialista de la consultora Eiys y asesor de Fisfe, Alberto Rosandi, explicó cómo moverse frente al cambio en las regulaciones
Por: Sandra Cicaré mail
A los empresarios e industriales ya no les alcanza con enchufar la máquina y listo. Los cambios regulatorios en el mercado energético de la Argentina para los usuarios con consumos superiores a 300 kW - contenidos en el decreto 450/2025 - exigen barajar y dar de nuevo.
Así lo detalló el especialista en energía, asesor de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) y titular de la consultora Eiys, Alberto Rosandi, durante el 1° Congreso de Eficiencia Energética en el marco de la Expo que se realiza en Rosario.
“¿Cómo le impactan estos cambios al industrial y también al técnico, que está en la fábrica y tiene que tomar resoluciones?”, preguntó ante un auditorio ávido de respuestas frente a las modificaciones que liberaron el mercado y habilitaron la posibilidad de que el usuario pueda contratar su energía de la forma más conveniente. Sin embargo, eso también viene acompañado de algunas condiciones: por un lado, la obligación de tener un 20% de energías renovables en su matriz a partir de diciembre, y por otro, un contrato de abastecimiento, sea de fuentes limpias o fósiles.
La primera pregunta que se hace el industria, acostumbrado a abastecerse de energía con una distribuidora o cooperativa y con subsidios que ahora ya no están es ¿resulta más barato o más caro?
Para Rosandi la respuesta está atada a la voluntad de cada empresario de encarar un cambio. “Estas resoluciones habilitan la posibilidad de acceso al mercado en un contexto en donde sería más beneficioso para la industria”, dijo.
Esto es así porque, debido a la exigencia de tener satisfecha el 20% de la demanda con energías renovables, los industriales “pueden encarar un proyecto fotovoltaico, algo que se incentiva mucho en Santa Fe, y que resulta una buena solución”, explicó.

Otra opción es “ingresar al mercado mayorista y contratar allí ese 20% de renovables”, agregó Rosandi. En este último caso, “no se necesitaría esperar los retornos de inversión de cualquier proyecto propio y acceder rápidamente a un costo energético más económico del que tenemos actualmente”, aseveró el especialista.
Contrato que salva las papas
Rosandi explicó que las nuevas regulaciones establecen que el industrial de más de 300 kW tiene que estar contractualizado, es decir contar con un contrato de abastecimiento de energía, sea para renovable o fósil.
Si eso no se hace, “la tarifa de ese usuario industrial va a estar vinculada al mercado sport”, donde actualmente el MW hora tiene una alta oscilación que va de los u$s 70 a u$s 160.
“Si no tienen un contrato fijo se van a encontrar con esa variabilidad de precio”, alertó Rosandi y agregó que además la empresa que no lo posea también estará sujeto a la suspensión de la oferta de energía cuando haya inconvenientes en el mercado generador.
“¿Cómo hace un industrial para tomar una decisión?”, fue la segunda pregunta que lanzó Rosandi y respondió: “Trabajar puertas afuera, que significa saber a quién comprar, de qué manera y cómo obtener un precio más económico; y puertas adentro, saber usar”.

A la hora de los consejos puntuales dijo que para saber comprar una de las opciones es continuar con la empresa distribuidora, pero para eso es clave “conocer qué nivel de tensión tiene la empresa, cuál es su factor de eficiencia, controlar la potencia activa y la reactiva y trabajar bien los turnos de la fábrica”.
Pero también, los industriales pueden con la nueva resolución adquirir la energía en el mercado mayorista (MEM). “Eso puede representar una posibilidad para obtener ahorro”, dijo y aclaró que “no es engorroso” acceder. “Los usuarios menores, aquellos que demandan entre 300 kw y 1.000 kw, no deben cambiar medidores ni realizar ninguna modificación”, agregó.
Además, como a partir de diciembre hay que tener un 20% de suministro de renovables, también los industriales pueden abocarse al plan de descarbonización y al marco de eficiencia energética puertas adentro o bien, lograrlo a través de bonos que determinan la trazabilidad energética como son los I- RE, certificados que simplemente por tener un contrato de energía con un proveedor renovable - que además sale un poco más económico que la tarifa actual - asegura que en esa proporción del contrato, la empresa es verde.
En síntesis “el plan de acción para una pequeña industria, una pyme, un usuario industrial que quiere ingresar a toda esta operatoria es analizar esa posibilidad de compra en el mercado, contratar energía renovable, establecer un plan de descarbonización y estructurar lo que es la trazabilidad energética”, resumió Rosandi.
En ese punto, consideró “inteligente” que los industriales encaren un proyecto fotovoltaico propio, especialmente en Santa Fe donde hay condiciones óptimas, porque genera “beneficios económicos, sustentables, se cumple con las legislaciones nacionales y provinciales”, dijo, lo cual redundaría en “mejores costos y una mejor calidad del producto y del servicio energético que necesita una planta”, concluyó



