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17.09.2025

Otra vida

Fabrican jeans, los reciclan y vuelven como ecomochilas

Para frenar las consecuencias ambientales del fast fashion, una empresa argentina junto a su cadena logística y una fundación le dan otra vida a la ropa

Por: Florencia Boeri mail

La irrupción del fast fashion y más recientemente del ultra fast fashion, impulsado por gigantes chinos, está generando movimientos en el mercado argentino de indumentaria. En Argentina nació un proyecto que combina economía circular con un entramado de sostenibilidad que reúne a varios eslabones de la cadena de negocios.

Se trata de la iniciativa que lleva adelante la marca de indumentaria femenina Jazmin Chebar, que lanzó la campaña “JRecicla - Tu Jeans Suma” para fortalecer la economía circular.

La marca propone que las personas donen al comercio cualquier jean en desuso a cambio de una giftcard por $50.000 para canjear por una prenda denim.

Luego, esos jeans donados son enviados, con la colaboración de la empresa logística Andreani, a la fundación misionera Futuro Verde, la cual le brinda formación y trabajo en costura a mujeres en situación de vulnerabilidad. Esas prendas son sometidas a un proceso de higienización y ecolavado y transformados en piezas nuevas, como ecomochilas.

Desde la fundación, ubicada en Posadas, aprovechan tejido, cierres y botones de los jeans y los transforman en mochilas que se donan a niños de zonas rurales de la provincia de Misiones. Si bien los diseños son de la marca, Futuro Verde se encarga de la confección, la producción y la entrega de productos. 

El impacto de la moda rápida

La moda rápida es una tendencia global. Los consumidores encuentran prendas más baratas y de recambio constante, enfrentando a la industria textil local a una pérdida de competitividad. Por otro lado, ese recambio es un llamado de atención a la contaminación que produce el rubro. En Argentina, con la reducción de los aranceles de importación a la ropa, esta tendencia comenzó a imponerse y puso en alerta a marcas nacionales que buscan diferenciarse apostando por proyectos sostenibles.

Jazmin Chebar y Futuro Verde hacen hincapié en comunicar que un par de jeans puede consumir 10 mil litros de agua limpia desde el cultivo de algodón hasta la prenda terminada, invitando así a repensar los modelos de consumo textil: una conversación que cada vez se escucha más fuerte.

Acorde a los datos que compartió la Cámara Industrial Argentina de Indumentaria, sólo en los primeros siete meses de 2025, las importaciones puerta a puerta aumentaron un 258% respecto del año anterior, alcanzando 408 millones de dólares, mientras que el gasto de los argentinos en ropa durante viajes al exterior trepó a 2.196 millones, un 111% más interanual y por encima del récord histórico de 2017. 

La fundación Futuro Verde, que colabora también con la reconocida marca Levis, en solo 3 años de vida, asegura haber recuperado más de 20.000 kilos de denim. Erica Vega, su directora, explica que la iniciativa nace como respuesta a que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta y particularmente el denim es uno de los tejidos que más agua consume. 

Considerando que desde la semilla de algodón hasta la prenda terminada para fabricar un pantalón se pueden llegar a consumir hasta 10 mil litros de agua dulce, desde la fundación destacan el impacto positivo en la huella hídrica de su trabajo.

"Una forma de combatir el fast fashion es reparando nuestra ropa", considera Vega, quien también es diseñadora de indumentaria. La empresaria resalta el valor de formar en el oficio de la costura en este contexto: un enfoque que le permitió en un corto período establecer contactos con marcas que buscan incorporar prácticas de impacto positivo.

A su vez, según un informe de la Fundación Pro Tejer, el 67% de las prendas que se consumen en el país son importadas, cifra que crece si se registra la indumentaria que se comercializa en shoppings: el 75% es extranjera. Mientras tanto, la mitad de las empresas nacionales del sector textil bajó un 5% sus ventas en los primeros cinco meses del 2025.

El mismo informe remarca que las compras por comercio electrónico que llegan desde el extranjero se triplicaron con un crecimiento del 211%, el cual equivale a 242 millones de dólares. De ese total, se estima que al menos la mitad corresponde a indumentaria.

En un mercado presionado por la moda rápida, estas experiencias muestran que la circularidad y el triple impacto pueden convertirse en un diferencial, así como la articulación entre organizaciones sociales e industria pueden ofrecer respuesta a su enorme huella ambiental.
 

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