Energías
13.08.2025

Energía verde

Bioestaciones eléctricas: el plan de Córdoba para picar primera en la electromovilidad

Combinan energía renovable en base a combustibles vegetales y hormigón reciclado. Aquí los detalles de una propuesta única en el país

 

La provincia de Córdoba lanzó una propuesta innovadora en materia de electromovilidad. Se trata de las bioestaciones eléctricas inteligentes que se instalarán en todo el territorio que operarán con energía 100% renovable mediante el uso de aceite dieléctrico vegetal producido a partir de la soja y elaboradas con hormigón reciclado y bajo en carbono para una carga rápida de vehículos eléctricos e híbridos.

Estas estaciones de carga para la movilidad eléctrica son un proyecto que se desarrollará en colaboración con municipios y con las 204 cooperativas eléctricas asentadas en la provincia que abastecen el 70% del territorio.

Pero además, para garantizar la sostenibilidad del proyecto, los trabajos de construcción se licitarán y las empresas ganadoras deberán presentar cálculos de huella de carbono (Alcances 1, 2 y 3) de la obra y comprometerse a compensarla mediante la compra de créditos certificados o la plantación de árboles.

La iniciativa, piloteada por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba a través de la Subsecretaría de Infraestructura Eléctrica fue presentada en sociedad en la reciente edición de Argentina Carbon Forum que se realizó en la capital de esa provincia y lanzada formalmente en las últimas horas.

Se trata de una iniciativa pionera en el país que conjuga tecnología, eficiencia energética y compromiso ambiental. “Son únicas a nivel nacional y quizás también internacional”, destacó el subsecretario de Infraestructura Eléctrica, Ezequiel Turletto.

Las autoridades cordobesas presentaron los detalles del proyecto en Argentina Carbon Forum, que se realizó en esa provincia.

Está prevista la instalación de 60 unidades en toda la provincia y cada bioestación incorporará materiales y sistemas pensados para reducir la huella de carbono. Se utilizarán transformadores con aceite dieléctrico vegetal certificado bajo norma Iram 2250, biodegradable, no tóxico y con alta resistencia a la ignición, lo que reduce riesgos ambientales y operativos. Si bien su uso está normalizado internacionalmente, su implementación en Argentina constituye una innovación pionera.

El diseño prevé el uso de hormigón reciclado o de bajo carbono, teñido de verde para facilitar su identificación como infraestructura sostenible. 

En todas las etapas del montaje y transporte, se emplearán biocombustibles de origen vegetal, minimizando el impacto de gases de efecto invernadero.

Además, las estaciones operarán con medición inteligente, capaz de registrar energía activa, reactiva, eventos e interrupciones, junto con sistemas de georreferenciación QGIS y comunicación bidireccional entre medidores y centros de control.

“Apuntamos a que sean eficientes, efectivas, que consuman menos energía y generen beneficios concretos para las cooperativas que las administran”, detalló Turletto.

Las bioestaciones permitirán una carga rápida de vehículos eléctricos e híbridos, una gestión inteligente y monitoreo remoto para optimizar rendimiento y mantenimiento y tendrán un diseño modular y adaptable a los entornos urbanos y rurales donde estén instaladas.

Sinergia público privada

La implementación del proyecto se apoya en un esquema de colaboración entre el Estado provincial, los municipios y el entramado de cooperativas eléctricas.

“La localidad de Laguna Larga fue elegida como punto de partida dentro del universo de 204 cooperativas que cubren el 70% del territorio. Allí instalaremos una de las bioestaciones, en un trabajo conjunto con la municipalidad y la cooperativa local”, explicó Turletto.

Esta población también será beneficiada por el plan de contingencia provincial, mejorando su estación transformadora actual, lo que traerá aparejado una mejor calidad de servicio para su población.

Las bioestaciones estarán equipadas con material informativo interactivo y retroiluminado, con códigos QR que brindarán datos sobre eficiencia energética, impacto ambiental y el uso de energías limpias.

El proyecto contempla una bonificación en licitaciones para empresas que compensen su huella de carbono con créditos certificados, incentivando la adhesión del sector privado a prácticas responsables.

“Queremos que la población vea estas estaciones verdes, que entienda su valor y que sepa que hay una decisión del Estado detrás, para generar un impacto positivo real”, subrayó Turletto, quien detalló que las bioestaciones “consolidan una política de Estado orientada a la descarbonización, en línea con los objetivos globales de reducción de emisiones y desarrollo responsable previstos por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ODS)”.
 

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