En México
Un grupo de empresas líderes se aliaron para plantar cimientos verdes
Con materiales innovadores y patentados a nivel global, y energía renovable, desarrollaron un complejo de viviendas en una comunidad de Chiapas. Aquí te contamos la experiencia
Viviendas sostenibles y certificadas, fabricadas con materiales para la construcción en base a residuos plásticos con patentamiento internacional y provistas de fuentes energéticas renovables, es una iniciativa que plantó fuerte en México, en la región de Monte Sión (Chiapas).
Se trata del proyecto denominado Lekil’Na, que en lengua tzotzil significa “vivienda sustentable”, y que está enfocado a proveer de soluciones habitacionales con estas características a once familias de de esa comunidad.
La iniciativa fue impulsada por la empresa CRDC Materials, dedicada a reciclar residuos plásticos difíciles de reconvertir y transformarlos en un aditivo para hormigón y asfalto con bajas emisiones de carbono patentado bajo el nombre de Resin8, en colaboración con la empresa de soluciones logísticas Wesco International enfocada en la eficiencia energética, la multinacional Dow México y la organización internacional Hábitat para la Humanidad.
Las viviendas entregadas a esa comunidad rural son sustentables, asequibles, adecuadas, tienen certeza jurídica sobre la propiedad y utilizan paneles solares y estufas ahorradoras de leña.
Las unidades fueron construidas con materiales sustentables como bloques de concreto con Resin8 de CRDC Materials, una tecnología que transforma residuos plásticos no reciclables para integrarlos en bloques y pisos de concreto y toda la comunidad participó del proceso de construcción.
En este caso, los bloques fueron fabricados por Adoblocks de Chiapas e incorporaron Resin8, producido a partir de cartuchos de silicona usados y recolectados por Dow para evitar su disposición en vertederos. Cada vivienda incluyó aproximadamente 232 kilogramos de Resin8 lo que permitió el reaprovechamiento circular de 2 toneladas de plástico en total.
“En CRDC Materials estamos convencidos de que la economía circular debe estar al servicio de quienes más la necesitan”, afirmó María Laura Rojas, CEO de CRDC Materials México. “Este proyecto es un paso firme hacia un futuro más justo y sostenible, al que estamos plenamente comprometidos, y nos enorgullece haberlo hecho realidad”, dijo.
Este diseño sustentable de viviendas comunitarias tuvo el apoyo de Wesco International y una donación del Fondo de Impacto de Dow, y obtuvieron la certificación Edge (Excellence in Design for Greater Efficiencies), un sello verde desarrollado por la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial.
“Lograr la certificación Edge para un proyecto de vivienda social representa un hito significativo para quienes impulsan la adaptación climática y la equidad habitacional en México, señaló David Domínguez, Director de 3Lotus Consulting, empresa que donó sus servicios para facilitar y obtener dicha certificación.
“Estamos demostrando que es viable construir con calidad, eficiencia energética y responsabilidad ambiental en todos los segmentos” aseguró Domínguez.
“En Hábitat para la Humanidad sabemos que una vivienda adecuada es un derecho humano que abre la puerta al acceso a otros derechos, como agua y saneamiento”, señaló Vania Monterrubio, directora de Desarrollo de Recursos y Alianzas de la organización.
La reutilización de plásticos para crear materiales de construcción de alta calidad es una estrategia que crece a nivel global y permite reducir la huella climática de la industria de la construcción, responsable de cerca del 40% de las emisiones de carbono en el mundo.
Este es el segundo proyecto de vivienda de Hábitat para la Humanidad que utiliza Resin8 y obtiene certificación Edge. El primero fue Valle Azul, una comunidad de 102 viviendas construida en Costa Rica en 2021.


