Informe de OIT
Economía circular: una rueda que mueven más de 120 millones de personas
El sector emplea entre 121 y 142 millones de trabajadores en todo el mundo. Aquí una radiografía de cómo funciona
Entre 121 y 142 millones de personas en todo el mundo trabajan en sectores que contribuyen a la economía circular, como la reparación, el reciclaje, el comercio de segunda mano y la gestión de residuos. Esto representa aproximadamente entre el 5% y 5,8% del empleo mundial total (excluida la agricultura), según un nuevo informe conjunto de Circle Economy, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Grupo del Banco Mundial, en asociación con la Alianza de las Naciones Unidas para la Acción sobre una Economía Verde (UN-Page).
El estudio - que representa el primer análisis global sobre empleo en la economía circular- muestra que la mayoría de las actividades de economía circular se concentran en el Sur Global y que las regiones de América y Asia-Pacífico registran las mayores proporciones de empleo circular, con un 6,4% y un 5,8% respectivamente.
Sin embargo, el crecimiento de este tipo de empleos no está acompañado de mejores condiciones. Según el relevamiento, más de la mitad de todos los trabajadores de la economía circular –más de 74 millones de personas– están empleados en la economía informal, donde los empleos no están regulados ni cuentan con protección estatal, especialmente en lo que países del Sur Global, “lo que deja a muchos de los trabajadores que impulsan el desarrollo sostenible y cuidan nuestro planeta entre los más desfavorecidos”, indicó el informe, algo que va acompañado de “condiciones laborales precarias, ingresos inestables y bajos salarios”.
Titulado “Empleo en la Economía Circular: Aprovechar la circularidad para crear trabajo decente” (Employment in the circular economy: Leveraging circularity to create decent work), el estudio es el resultado de tres años de colaboración entre las tres agencias, con el objetivo de proporcionar a los responsables de políticas datos y herramientas prácticas para acelerar una transición justa y con empleos hacia la economía circular.

“Con este informe, arrojamos nueva luz sobre las empresas y trabajadores que, cada día, en todos los países y sectores de nuestras economías, brindan servicios esenciales para nuestras sociedades y nuestro planeta”, dijo Casper Edmonds, jefe de la Unidad de Extractivas, Energía y Manufactura de la OIT.
“Algunos están a la vanguardia de la innovación. Pero para muchos, la circularidad no es una elección, sino una forma de subsistir. Si combinamos inversiones en circularidad con medidas para promover el trabajo decente, aceleramos una transición justa y rica en empleos hacia la economía circular”, agregó.
Líderes y rezagados
Una selección de sectores domina el empleo en la economía circular. La reparación y el mantenimiento representan casi la mitad (46%), seguidos por la manufactura (24,5%) y la gestión de residuos (8%).
En contraste, industrias cruciales para avanzar en la transición circular –como la construcción y la minería– tienen una participación muy baja en el empleo circular. El informe subraya la necesidad de políticas específicas para “ecologizar” los empleos en estos sectores y acelerar su transición hacia una economía circular.
Los hallazgos instan a los responsables de políticas a integrar los derechos de los trabajadores y la protección social en las estrategias de economía circular. El informe destaca que con demasiada frecuencia, la legislación ambiental prioriza los objetivos climáticos mientras descuida la dimensión social y a las personas que impulsan la transición.
“Los empleos en la economía circular son altamente intensivos en mano de obra y representan una verdadera oportunidad para crear empleo local, particularmente en los países en desarrollo donde estas prácticas ya forman parte de la vida cotidiana”, señaló Namita Datta, jefa de Liderazgo de Pensamiento en Género e Inclusión Económica de la Corporación Financiera Internacional. “La pregunta clave es cómo hacer que estas oportunidades sean inclusivas, asegurando que las mujeres –que constituyen el 26% de los trabajadores de la economía circular– se beneficien plenamente. Con inversiones y políticas intencionales, podemos crear no solo empleos verdes, sino empleos verdes de mejor calidad vinculados a cadenas de valor productivas para mujeres y trabajadores informales”.
Para garantizar una transición justa hacia la economía circular, el informe recomienda, entre otras cuestiones, promover la circularidad mediante la contratación pública y la inversión en sectores de alto potencial como la manufactura y la construcción; apoyar a las empresas sostenibles mediante acceso a financiamiento; desarrollar programas educativos inclusivos; hacer cumplir las normas de seguridad y salud en el trabajo y fortalecer los ecosistemas de datos a nivel local, nacional e internacional para monitorear y evaluar las actividades de la economía circular y las tendencias de empleo relacionadas.
“Este informe es el primer análisis global sobre empleo en la economía circular”, dijo Esther Goodwin Brown, líder de la Iniciativa de Empleos Circulares en Circle Economy. “Sin embargo, este estudio es solo el primer paso. Demuestra que existen importantes brechas de datos que debemos superar, particularmente para reconocer y valorar mejor la contribución de los trabajadores en la economía informal y el sector agrícola. Esperamos continuar nuestro trabajo con socios para cerrar estas brechas y desarrollar modelos que puedan informar mejor el diseño de políticas de economía circular y socioeconómicas”.
