Los regalos con impacto se ganan un lugar en el arbolito

El consumo asociado a las fiestas de fin de año atraviesa un proceso de transformación. Frente a un modelo históricamente ligado a la compra impulsiva y al exceso, en los últimos años ganó espacio una tendencia que prioriza el impacto ambiental, social y económico de cada elección. En 2025, la llamada Navidad consciente deja de ser un concepto aspiracional para consolidarse como una práctica cada vez más extendida entre consumidores que buscan coherencia entre valores personales y decisiones de consumo.

En Argentina, esta corriente no solo es visible, sino que está en pleno auge. Según el estudio Tendencias de consumo con impacto positivo, elaborado por Mercado Libre, la venta de productos sustentables creció un 133% interanual, con la moda sostenible posicionada como una de las categorías de mayor dinamismo. El informe señala además que más de 2,7 millones de personas en la región ya optaron por este tipo de productos, mientras que el 48% de los consumidores argentinos declara adoptar un enfoque más estratégico y consciente al momento de comprar, una conducta que se intensifica en fechas clave como la Navidad.

Este cambio de comportamiento se vincula con una mirada más amplia sobre el consumo: menos cantidad, mayor durabilidad y mayor atención al origen de los productos. Regalar deja de ser un acto automático para convertirse en una oportunidad de apoyar propuestas que integran diseño, trazabilidad y procesos productivos más justos.

Diseño, materiales y propósito

En este contexto, distintas marcas argentinas desarrollan alternativas que combinan funcionalidad y criterios de sustentabilidad, sin resignar estética ni calidad. Un caso representativo es Wandergreen, firma nacional especializada en mochilas y accesorios, reconocida por ser pionera en el desarrollo de productos premium 100% veganos y reciclables.

Su principal innovación está en el uso de un papel kraft de origen vegetal, tratado con tecnología alemana, que se transforma en una tela resistente, lavable y repelente al agua. El material, visualmente similar al cuero, permite reducir el impacto ambiental asociado a insumos tradicionales de la industria de la moda, al tiempo que propone una alternativa durable y de diseño distintivo.

La marca opera bajo un modelo de triple impacto que articula acciones ambientales, sociales y económicas, como la reforestación de zonas afectadas por incendios y el trabajo conjunto con organizaciones que promueven la inclusión laboral de personas con discapacidad. En Rosario, sus productos se comercializan a través de distintos espacios vinculados al diseño y la cultura urbana.

Emprendedores locales y consumo responsable

La tendencia hacia una Navidad más consciente también se refleja en el entramado emprendedor rosarino, donde surgen proyectos que apuestan por la reutilización de materiales, la producción a escala humana y el consumo responsable.

Suri EcoTienda se posiciona como un espacio orientado a facilitar hábitos sustentables en la vida cotidiana, con una curaduría de productos reutilizables y de bajo impacto ambiental. Su propuesta combina oferta comercial, educación y cercanía con la comunidad, apuntando a generar cambios sostenidos en las prácticas de consumo.

Por su parte, Ecomond desarrolla soluciones de diseño a partir de materiales reciclados, integrando innovación y conciencia ambiental. Entre sus productos más conocidos se encuentra Mochiluz, una mochila pensada para mejorar la visibilidad y la seguridad en contextos urbanos, que articula reutilización, diseño funcional y movilidad responsable.

Desde otra perspectiva, Archivo Joya trabaja con prendas y materiales vintage para transformarlos en accesorios únicos. Cada pieza conserva parte de su historia original, promoviendo una lógica de producción limitada y alineada con los principios de la moda circular y la revalorización de lo existente.

Por otra parte, Sistema B Argentina señaló que "este fin de año es una nueva oportunidad para elegir con conciencia e impacto positivo", y por eso lanzó "Buscá la B", una iniciativa para promocionar la elección de empresas de ese ecosistema para la compra de regalos navideños. "Cada compra cuenta una historia sobre quién hizo ese producto, cómo se creó y qué impacto deja en el mundo", indicaron al presentar el catálogo de las firmas en la compañía en el país.

Regalar como decisión consciente

En un escenario de mayor sensibilidad ambiental y social, la Navidad consciente propone redefinir el valor del regalo. Los objetos con historia, propósito y trazabilidad ganan terreno frente al consumo estandarizado, y el acto de regalar se transforma en una decisión que expresa valores y proyecta impacto.

Así, las fiestas de fin de año se presentan como una oportunidad para elegir de manera más informada y responsable, acompañando un modelo de consumo que busca equilibrar diseño, funcionalidad y cuidado del entorno.