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22.07.2025

Empresas

El ecosistema de empresas sustentables coopta la biotecnología

Con el modelo de company builder, la aceleradora GridX financia proyectos vinculados a salud, bioindustria y agroalimentos. La sostenibilidad en el foco

Por: Florencia Boeri mail

El ecosistema de empresas con foco en la sustentabilidad está colonizando el universo de la biotecnología. Las startups de base científica - que tuvieron un fuerte despegue en la última década en América latina y en Argentina para acercar soluciones a problemas complejos vinculados con el cambio climático, el ambiente y el uso intensivo de los recursos -  hoy son foco de investigación y también de financiamiento y aceleración.

“La biotecnología se alinea directamente con los objetivos de impacto social y ambiental positivo”, expresó Romina Casadevall, biotecnóloga, doctora en Ciencias Biológicas y representante de GridX, la aceleradora de biotecnología que fomenta el paso virtuoso del laboratorio a la empresa. 

Explicó que a nivel global “la sustentabilidad es una de las variables más fuertes” a la hora de evaluar proyectos, sobre todo en la industria agroalimentaria, uno de los rubros en los que se enfocó la aceleradora a los que se dedican, además de salud y bioindustria. 

Para la investigadora, “ser una startup científica latinoamericana y demostrar potencial de escalabilidad en tecnología y negocios son los dos factores no negociables”, y explicó que la grilla de las empresas que acelera GridX está casi completamente compuesta por proyectos con foco en la sustentabilidad.

Desde empresas que utilizan bacterias ancestrales para crear el primer bioinoculante extremófilo del mundo que aumentar el rendimiento de cultivos, como el caso de Puna Bio; pasando por otras como Microma, que a modo de biofábrica sustituye colorantes alimentarios petroquímicos por fúngicos elaborados a colorantes fúngicos; hasta el desarrollo de soluciones basadas en bacteriófagos para el tratamiento y la prevención de enfermedades infecciosas, incluidas las resistentes a los antibióticos como el que lleva adelante Alytix, el portfolio de startups escaladas tiene la sustentabilidad como componente central. “Los emprendimientos de agroalimentos y bioindustria están totalmente regidos por la lógica de la sustentabilidad”, reafirma Casadevall.

“Si tengo que elegir proyectos con eje en sustentabilidad puedo poner casi el 100% del portfolio. La idea de base que tenemos es que la matriz productiva tiene que transformarse en una más respetuosa con el ambiente”, aclara Casadevall.

A través de un fondo de inversión, 81 grupos de investigadores ya pasaron por el programa de inversión y formación de GridX desde 2017 hasta la fecha. El proceso de construcción de compañías tiene como foco que los científicos de América latina puedan diseñar compañías invertibles por el capital especializado. En abril de este año comenzaron su noveno batch, para el cual seleccionaron 14 proyectos.

“La mejora de los procesos agrícolas, los ingredientes de la industria alimenticia, las nuevas proteínas, la bioindustria - que son procesos industriales biobasados - la posibilidad de tratar efluentes de una manera más eficiente o que se puedan generar nuevos combustibles, es parte de la sustentabilidad”, asegura.

De esa manera, la búsqueda de la aceleradora es alinear tecnologías de impacto positivo y negocio rentable. “En esta industria está entendido que necesitamos cambiar la forma en que producimos bienes y hay que ir a enfoques nuevos”, refuerza.

La primera compañía que aceleró GridX fue Stamm que facilita, escala y repite bioprocesos.

En 2025 GridX recibió 500 solicitudes y afirman que desde 2017 cuando comenzaron a operar, las postulaciones se incrementan año a año. La primera compañía en la que la aceleradora invirtió fue Stamm y son el caso más avanzado del modelo en términos de capital levantado, cantidad de empleados y patentes. Están enfocados en un problema transversal de la industria como es escalar el bioproceso. 

En Stamm diseñan biorreactores de flujo laminar que logran reducir al tamaño de un freezer lo que antes demandaba una planta de fermentación de microorganismos. “Reducís muchísimo la infraestructura, podés descentralizar los procesos productivos y pensar una nueva industria en los rubros de agro y salud”, sintetiza la científica.

Otro caso modelo es Caspr, una startup de Buenos Aires que fue comprada por la multinacional Amazon. Los argentinos habían montado una compañía de diagnóstico en salud y apareció el Covid-19. “Ellos estaban preparados e hizo que todo sea muy rápido: en menos de 3 años la empresa fue adquirida, normalmente esperamos que les tome 10, 12 o 15 años antes de llegar a ese momento”, compara.

Un mundo por explorar

“Vemos calidad y cantidad en el volumen de equipos científicos”, afirma Casadevall, y lo compara con una década atrás cuando en el ambiente académico no estaba en agenda la conversación de transformar la labor del laboratorio en un negocio o ni siquiera se pensaba en los usuarios de los desarrollos que se llevaban adelante.

“Cómo va a ser el usuario, cómo lo va a usar, son preguntas que muchos científicos no se han hecho porque la misma trayectoria académica no te lo pide y hay un montón para hacer porque la conversación está vigente”, asegura mientras el equipo de Gridx se prepara para la convocatoria 2026 que abre en octubre de este año.

GridX busca ser una fuente de startups invertibles para los capitales del mundo que están mirando ese tipo de proyectos y para eso cuenta con inversores que aportan en un fondo que ellos mismos administran.

Para la científica todas las startups representan una oportunidad, y si bien hay algunas que performan mejor que otras, la métrica más directa es si levantaron capital de nuevos inversores o no. Aunque no haya números reales, porque se trata de una industria joven, los insights son: ver cuánto tardan las empresas en levantar una próxima ronda de inversión y de qué monto es. “La apuesta es hacer crecer la tecnología, validar el negocio, demostrar su escalabilidad y que otra empresa más grande la compre o compre incorporar la tecnología dentro de su propia estrategia. Otra opción es que la empresa se vuelva de cotización pública, aunque es bastante ambicioso desde nuestra latitud”, opina.

Los principales desafíos que enfrentan las compañías latinoamericanas científicas del sector están vinculadas con las barreras tecnológicas de escalabilidad. “Muchos de los proyectos biobasados no avanzan porque el proceso no se puede escalar de forma-costo eficiente y pierden, porque en sectores como agro o alimentos no se puede ir de a poco”, explica y define los límites y las potencialidades: “Latinoamérica todavía no es un actor reconocido a nivel mundial en este tipo de proyectos”.
 

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